Charlene Carruthers (Chicago, 1985) es una activista feminista queer negra y escritora cuyo trabajo se centra en el desarrollo del liderazgo. Carruthers ha trabajado con organizaciones activistas de gran prestigio, como Color of Change y Women’s Media Center, y fue miembro fundador integral de Black Youth Project 100. Ha sido Directora Nacional y Coordinadora Nacional de BYP100 desde la fundación de la organización en 2013.
Carruthers señala sus estudios en Sudáfrica a los 18 años como su despertar político. Desde entonces, gran parte de su trabajo se ha centrado en fomentar la participación política y el liderazgo de las comunidades marginadas. Ha colaborado o formado parte de los consejos de la Fundación Arcus, el Colectivo de Mujeres de Color por la Justicia Reproductiva SisterSong, Wellstone Action y la NAACP. También se ha centrado en la creación de coaliciones entre distintos grupos marginados, incluido el viaje como parte de una delegación de activistas afroamericanos a Palestina para crear lazos personales y organizativos entre organizadores de ambos países. En política electoral estadounidense, Carruthers expresó su intención de votar a Joe Biden en las elecciones de 2020.
En julio de 2013, Carruthers fue uno de los 100 líderes activistas negros millennials de todo el país convocados por el Black Youth Project en Chicago para una reunión destinada a crear redes de organización del activismo juvenil negro en todo el país. El segundo día de la reunión, las noticias de Florida anunciaron la absolución de George Zimmerman de todos los cargos relacionados con el asesinato de Trayvon Martin el 26 de febrero de 2012. Este veredicto impulsó a Carruthers y a los demás activistas a formar el Black Youth Project 100 para organizar el activismo de los jóvenes negros en resistencia a las opresiones estructurales.
Aunque al principio dudó en asumir ella misma el papel de coordinadora nacional, Carruthers acabó dándose cuenta de la rara oportunidad que le brindaba la agitación desatada. El BYP100 invierte mucho en la formación de líderes y la enseñanza de reformadores, potenciando una generación de activismo negro. En sus acciones públicas y en la prensa, Carruthers ha hecho hincapié en que las estructuras opresivas, como la raza, el género, la sexualidad y la situación económica, se solapan unas con otras de tal forma que impiden la resistencia a una sola estructura a la vez. Las iniciativas de BYP100 encarnan esta perspectiva de las opresiones que se entrecruzan al centrarse en cuestiones relacionadas con múltiples opresiones sistémicas. Por ejemplo, la publicación «Agenda para mantenernos a salvo» identifica la justicia económica y el desarrollo del poder económico local como herramientas esenciales para lograr la justicia de género y racial. Carruthers ha criticado con especial vehemencia el modo en que el complejo industrial penitenciario y el proceso de transición de la escuela a la cárcel influyen enormemente en las experiencias de opresión de las personas y las comunidades de color, las personas transgénero y no binarias y los pobres. Carruthers critica abiertamente la brutalidad policial incontrolada, la respuesta inadecuada del gobierno a los principales casos de brutalidad y las motivaciones y mecanismos fundamentales del sistema de justicia penal estadounidense. En agosto de 2014, se desplazó a Ferguson (Misuri) para formar y organizar la respuesta de los jóvenes negros mientras la ciudad se tambaleaba tras el tiroteo de Mike Brown, de 18 años, a manos de Darren Wilson.
Como oriunda del South Side de Chicago, Carruthers ha criticado con frecuencia al Departamento de Policía de Chicago, organizando manifestaciones por el tiroteo mortal de Rekia Boyd, de 22 años. Carruthers también respondió al asesinato de Laquan McDonald, de 17 años, a manos de un agente de policía en servicio, condenando la gestión municipal del suceso, especialmente la implicación de la alcaldía en el encubrimiento de las imágenes, que duró un año. Exigió la dimisión del alcalde Rahm Emanuel y de la fiscal estatal del condado de Cook, Anita Álvarez.
A mi madre, padre, hermano, hermana y sobrina; a Harriet Tubman, cuya arma tengo a la espalda; a mis abuelos, que migraron al norte; a los miembros de BYP100; a Mary Hooks y el mandato; a mis ancestros, mayores y camaradas. Gracias por haber hecho posible este libro y por ser mi estrella polar.
Nota de la autora
SIN CONCESIONES es un libro para todas aquellas personas que sientan curiosidad por la lucha de la liberación negra y estén comprometidas con ella. Hay como mínimo dos modos de lectura de este libro. El primero es para forjar, afinar o profundizar el análisis o la comprensión de prácticas y conceptos básicos para utilizarlos en la formación de movimientos de justicia social para la liberación colectiva. Si bien existen muchos tipos de análisis disponibles, este libro está basado en teorías y prácticas radicales negras, feministas, queer y anticapitalistas. Las ideas que comparto son el resultado de un proceso vigoroso de lectura, visionado de películas, conversaciones con camaradas, parientes y vecinos, así como de experiencias en la formación de movimientos en el terreno. Animo a todas las personas que lean este libro a utilizarlo para entablar una relación con la lucha de principios mediante la comunicación directa y el diálogo honesto.
Este libro también se puede leer como un relato histórico de la tradición radical negra que gira en torno a las historias y los movimientos liderados por personas que normalmente no se llevan el mérito. En estas páginas hay relatos que deberían explorarse más a fondo y temas que merecen libros propios. Mi intención es contar algunos relatos que quizá no hayáis oído nunca y ofrecer ciertas perspectivas acerca de estrategias que la gente negra lleva siglos usando.
En Sin concesiones se incluyen ciertas ideas y términos complejos que trato de aclarar mediante historias y ejemplos prácticos. No espero que todas las personas que lean estos conceptos tengan el mismo nivel de comprensión. Que no te dé miedo usar el diccionario. Yo también utilizo uno cuando leo. A continuación se enumeran algunos términos clave que empleo en este libro, con definiciones concisas.
Antinegritud: un sistema de creencias y prácticas que destruyen, erosionan y dictan la humanidad de las personas negras.
Abolición: según la definición de la organización Critical Resistance, una visión política a largo plazo cuyo objetivo es eliminar el encarcelamiento y la vigilancia policial y de otros tipos, así como crear alternativas duraderas al punitivismo y la prisión.
Tradición radical negra: un conjunto de esfuerzos culturales e intelectuales orientados a la acción, cuyo objeto es desbaratar las normas sociales, políticas, económicas y culturales, y que tiene su origen en iniciativas anticoloniales y antiesclavitud.
Capitalismo: un sistema económico en el cual los medios de producción, el acceso a los bienes y su valor están controlados por individuos y corporaciones privadas. El capitalismo racial, según la teoría de Cedric Robinson, defiende que este sistema se desarrolló y prosperó con la explotación de personas mediante la esclavitud, el imperialismo y el genocidio. El neoliberalismo es un modelo de capitalismo que opera mediante la privatización de bienes públicos, la desregulación del comercio, la reducción de los servicios sociales y el énfasis en las libertades individuales.
Feminismo: según bell hooks, un movimiento que ponga fin al sexismo, la explotación sexista y la opresión. Este incluye métodos y trabajo político, social e ideológico.
LGTBQ: las siglas comúnmente utilizadas como término para denominar generalmente a las personas y comunidades lesbiana, gay, bisexual, transgénero y queer (o en proceso de cuestionamiento). Utilizo este término y «queer» indistintamente a lo largo del libro. En general, «queer» significa ajeno a la norma o disconforme con ella. El uso del término «femme» en este libro hace referencia a una identidad de género que, de diversas formas a lo largo y ancho de la comunidad queer y trans, han adoptado aquellas personas que no se identifican como mujeres pero sí como femeninas. Mi uso del término está enmarcado en contextos de campaña y no hace referencia al «femme» según lo utilizan las lesbianas y mujeres queer. Todos estos términos están en constante evolución.