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Introducción
PARA TI, MAMÁ DE UN BEBÉ:
Durante el embarazo la mujer atraviesa por muchos cambios no sólo en su cuerpo, sino en el proceso interno de preparación para ser mamá. Ser mamá no significa dejar de ser persona, abandonar nuestros intereses, necesidades y planes. Ser mamá es una fase muy especial dentro de un proyecto de vida; implica un gran compromiso y responsabilidad, algunas veces compartida con una pareja; en otras ocasiones no.
Ser mamá representa un cambio que puede vivirse de muchas maneras, de acuerdo con la situación en que se dé el embarazo, la estructura familiar, los apoyos con que se cuente y las propias características personales. Ser mamá es una oportunidad para continuar el desarrollo como persona; seguir aprendiendo día con día con el bebé y construir una relación que será fundamental en el desarrollo personal y en la interacción tanto de la mamá como del bebé.
En el proceso de prepararnos para ser mamás podemos darnos cuenta de que carecemos de información o de que tenemos problemas personales y emocionales que interfieren en nuestro nuevo rol. Darnos cuenta de nuestras necesidades, buscar información y pedir ayuda contribuye a vivir y disfrutar esta etapa de la mejor manera, creciendo como personas y formando hijos sanos y felices.
El primer paso para estar bien como mamás es estar bien con nosotras mismas. Se dice que “uno no puede dar lo que no tiene”, por lo que es necesario pensar primero en uno mismo como persona; si nosotros estamos bien será más probable que nuestra familia también lo esté y podamos relacionarnos con nuestro bebé con disposición, amor, paciencia y empatía, además de contar con información actualizada que nos ayude a cuidar su salud y favorecer su desarrollo.
Los primeros 3 años de vida son fundamentales para el desarrollo integral de un bebé. Muchas veces el bebé es cuidado por el papá, familiares u otras personas. En este libro, tanto mamás como cuidadores, encontrarán respuestas a muchas preguntas, las cuales se ofrecen de manera fácil y práctica.
Este libro fue realizado gracias al apoyo brindado por Fundación Bernard Van Leer (Grant/mb1411) y al trabajo hecho en los Centros de Desarrollo Infantil “Yo quiero Yo puedo”. Agradecemos a Marco Barriga y a Luis Elizalde su labor y a Diana Castellanos por su colaboración en el contenido de Nutrición.
El lenguaje de este libro incluye de igual manera a hombres y a mujeres. Por razones de redacción, la mayoría de los capítulos están en masculino, salvo aquellos en donde es necesaria la distinción entre hombres y mujeres.
CAPÍTULO 1
Las necesidades como mamá, papá o cuidador de un bebé
E l nacimiento de un bebé implica cambios importantes. Tenerlo es el comienzo de una nueva etapa en la vida, asumiendo un nuevo rol como madre, padre o cuidador; involucra la llegada de una nueva persona a su vida, con necesidades muy particulares, lo cual trae una fuerte responsabilidad, así como un cambio al cual debe adaptarse poco a poco.
Después del parto, hay tanta energía invertida en el nuevo bebé y en todas sus necesidades, que se pueden olvidar los requerimientos de la nueva mamá. Resulta fundamental no perder de vista las necesidades individuales de la mamá o cuidador del bebé. Ante todo, cada persona es un ser con necesidades, emociones, preocupaciones distintas, etcétera, y sólo uno mismo puede afrontarlas y buscar opciones para asegurar que dichas necesidades sean satisfechas. En la medida en que uno esté bien, se podrá relacionar mejor con el bebé y asumir los cuidados que necesita. Recuerda que uno mismo es tan importante como el bebé.
¿Cómo cuidar la salud después del parto?
ALIMENTACIÓN BALANCEADA
Después del parto el organismo necesita recuperarse del esfuerzo, por lo tanto requiere más calorías y nutrientes para la lactancia. Se recomienda que la mamá tenga una dieta balanceada, que incluya todos los grupos de alimentos. Que coma cinco veces al día y tome mucha agua para lograr una adecuada producción de leche, acorde con las necesidades del bebé.
EL CUIDADO DE LOS SENOS
En los primeros días comienza la producción de calostro y de leche, eso hace que a la mamá le duelan los senos y estén inflamados. Es importante realizar masajes circulares diariamente sobre los senos para prevenir la aparición de “bolitas”. Y a fin de evitar la resequedad de los pezones es bueno utilizar crema de caléndula.
Los primeros intentos para amamantar al bebé pueden ser difíciles; poco a poco se realiza un trabajo de equipo donde el bebé succiona, la mamá atiende la libre demanda y produce la leche necesaria. Los beneficios de la lactancia son insustituibles, tanto en la relación mamá-bebé, como en la alimentación y protección de enfermedades. No se debe abandonar la lactancia, lo más difícil es perseverar las primeras semanas. Apoyar a que la mamá esté tranquila para amamantar, y acompañarla en sus inquietudes y preocupaciones es muy valioso en este proceso.
EJERCICIO
Si bien después del parto es posible que el médico recomiende cómo retomar la actividad física poco a poco, y tener ciertos cuidados en el primer mes después del parto, es muy importante considerar que existe una amplia gama de actividades que se pueden realizar.
Ejercicio físico moderado de 30 minutos diarios es muy benéfico para la salud. Actividades cotidianas como caminar, subir escaleras, realizar labores domésticas, entre otras, también eliminan los perjuicios de una vida sedentaria. La práctica habitual de ejercicio físico moderado contribuye a mantener un buen estado general de salud, a sentirse sano y tener vitalidad, facilitando el buen funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo.
Un estilo de vida activo mejora el estado de ánimo, estimula la agilidad mental y reduce el estrés. En casa se pueden realizar algunos ejercicios sencillos para tonificar los músculos (debilitados durante el embarazo) y perder peso, de un modo armonioso y duradero.
La actividad física abarca acciones de diversa intensidad, desde subir escaleras regularmente, bailar y caminar, hasta correr, montar bicicleta y practicar deportes. ¡Baila! ¡Muévete! ¡Sé creativa y diviértete!
ESPACIOS PARA ACTIVIDADES Y NECESIDADES PERSONALES
Cuidar de la salud también implica tener un espacio personal para realizar actividades y satisfacer necesidades personales. Dedicarnos un poco de tiempo permite construir el bienestar personal, lo que ayuda a sentirse más tranquilo, alegre y motivado. Se recomienda identificar qué actividades o situaciones disfrutamos y encontrar tiempo para realizarlas. Por ejemplo: leer, hacer una llamada telefónica, admirar el jardín, ver un programa, escuchar música, etcétera. Habrá ocasiones en que puedan realizarse mientras el bebé duerme u organizarse para llevarlas a cabo con él. Lo importante es encontrar la manera de no sacrificar necesidades personales sino combinarlas con el cuidado del bebé.