Armando Palacio Valdés - La novela de un novelista
Aquí puedes leer online Armando Palacio Valdés - La novela de un novelista texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1921, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:La novela de un novelista
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:1921
- Índice:3 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
La novela de un novelista: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La novela de un novelista" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
La novela de un novelista — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La novela de un novelista " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Publicada en 1921, se trata, como indica el subtítulo Escenas de la infancia y adolescencia, de unas memorias de su época infantil y juvenil, en que nos narra sus primeros años de vida a lo largo de las deliciosas páginas de esta autobiografía ejemplar. Tales episodios son contados con sencilla emoción y una ternura conmovedora, traspasado de finísimo humor. He ahí, en definitiva, los rasgos más comunes a toda su obra admirable.
Armando Palacio Valdés
Escenas de la infancia y adolescencia
ePub r1.1
emiferro 25.05.14
Título original: La novela de un novelista
Armando Palacio Valdés, 1921
N. sobre edición original: Editorial Librería general de Victoriano Suárez, Madrid, 1922
Imagen de cubierta: Alma del Ebro, Jaume Plensa, Zaragoza, 2008
Diseño de cubierta: emiferro
Editor digital: emiferro
ePub base r1.1
DEDICATORIA
A LOS NIÑOS DE HOY
A vosotros dedico estas páginas, porque seréis tal vez los únicos que con ellas se diviertan. No me pesa. Quisiera terminar mi vida haciendo meditar un poco a los grandes y divirtiendo a los pequeños.
ARMANDO PALACIOS VALDÉS (Entralgo, Laviana (Asturias) 4 de octubre de 1853 - Madrid 29 de enero de 1938). Escritor y crítico literario, uno de los autores más conocidos del realismo español en el siglo XIX.
Nació en el seno de una familia adinerada de Avilés, donde curso sus primeros estudios. Se traslado a Oviedo para estudiar bachillerato. Allí conoció a Leopoldo Alas y Tomás Tuero, con los que se traslado a Madrid para estudiar Leyes, licenciándose, en 1874, en Derecho y de Administración. Sus primeros escritos se publicaron en el periódico Rabagás, periódico político satírico y en la Revista Europea. Parte de estos textos formaron sus primeros libros Los oradores en el Ateneo, Los novelistas españoles (1878) y Nuevo viaje al Parnaso (1879). En 1881, junto con «Clarin», publico La literatura.
A partir de 1881 comienza una nueva etapa como novelista que daría como resultado las mejores obras de su producción literaria: El señorito Octavio (1881), Marta y María (1883), El idilio de un enfermo (1884), José (1885), Riverita (1886), Maximina (1887), El cuarto poder (1888), La hermana San Sulpicio (1889), y sus novelas más polémicas, La espuma (1891), La fe (1892), El maestrante (1893) y El origen del pensamiento (1895).
En 1883 contrajo matrimonio con Luisa Maximina Prendes, que falleció año y medio mas tarde.
Con la publicación de Los majos de Cádiz (1896), se produce un cambio hacia posturas mas consevadoras en su obra, con una merma en la calidad de la misma. De esta última etapa son: La alegría del capitán Ribot (1899), La aldea perdida (1903), Tristán o el pesimismo (1906), Santa Rogelia (1926) y Sinfonía pastoral (1931).
En 1899, se casó, en segundas nupcias, con Manuela Vega y Gil.
En 1906 fue nombrado miembro de la Real Academia Española, tomando posesión en 1920. Fue propuesto como candidato al Premio Nobel de literatura en los años 1927 y 1928.
La guerra civil le sorprendió en El Escorial. Se trasladó a Madrid, donde falleció en 1938.
[1] Casetas cuadradas de madera destinadas a graneros, sostenidas y aisladas del suelo por columnas de piedras.
[2] Véase La Aldea perdida, novela de Armando Palacio Valdés de 1903.
[3] Véase La Aldea perdida, novela de Armando Palacio Valdés de 1903.
[4] En esta narración me autorizo el cambiar los nombres, por razones que no se le ocultarán al lector.
ADÁN EXPULSADO
Muchas veces, casi siempre, lo que esperamos con ansia, no nos trae la felicidad, ni lo que esperamos con temor, la desgracia.
Jamás hubo un estudiante de quinto año más ansioso que yo de hacerse bachiller. Este magno acontecimiento era, a mi modo de ver, la llave del Paraíso.
En efecto, fué la llave, mas no para abrirlo, sino para cerrarlo. Este primero y gran desengaño que la vida me ofreció, produjo en mí tal efecto, que me hizo para siempre con ella receloso. En cada esperanza he visto, desde entonces, una emboscada; en cada deseo, una trampa. Y he pasado mi existencia como los cocheros, apretando el freno en todas las pendientes.
Tal deseo vehemente de hacerme bachiller, no era sólo por las preeminencias que tan glorioso título lleva consigo. Mis padres me habían prometido enviarme a Madrid a seguir la carrera de Jurisprudencia y ya me veía dueño absoluto de mis acciones en medio de la corte de España. ¡Qué halagüeño porvenir!
Tanto pensaba en él, que en vez de prepararme durante aquel curso para el examen, repasando las asignaturas de los años anteriores, no se me ocurrió cosa más apetitosa que comprar algunos libros de la Facultad de Derecho y ponerme a estudiar por ellos.
La Economía Política me sedujo de un modo increíble. Bien imagino ahora que no era tanto por la ciencia misma como porque su estudio me engrandecía a mis propios ojos. ¡Es tan distinguida, tan elegante la Economía Política! Estudiándola me creía a cien leguas de aquellos viejos y ridículos maestros del Instituto, me parecía vivir en una atmósfera de buen tono y adoptaba ya con mis compañeros las formas corteses, pero un poco desdeñosas de los hombres de mundo.
Tal extravagancia pudo costarme cara. Al aproximarse la época de los ejercicios o sea del examen general del bachillerato, me encontré bastante mal preparado. Sobre todo el latín, me parecía haberlo olvidado por completo. ¡Vayan ustedes con los gerundios y las oraciones primeras de activa a un hombre que meditaba sobre las relaciones del capital y el trabajo!
Me acometió un terror pánico. Si me suspendían, ¡adiós Madrid!, ¡adiós vida alegre, independiente!, ¡adiós relaciones del capital y el trabajo!
Faltaban pocos días ya para el examen: no me era posible prepararme bien en tan corto tiempo. Aturdido por la cruel perspectiva de ser rechazado, principié a imaginar tontería sobre tontería para salir del aprieto. Y naturalmente, puse en práctica la mayor de todas ellas. Nada menos se me ocurrió que ir a visitar a mi antiguo profesor de latín, aquel romántico Cincinato que tenía su fundo en la falda de las colinas y confesarme con él, esto es, declararle mi ignorancia y mis temores.
Como lo pensé lo hice. No fuí a verle a su amable retiro campestre, sino a su casa de la urbs que era vieja, obscura, y que tenía un olor clásico a ratones bastante pronunciado.
Pero he aquí que en cuanto subo nada más que media docena de escalones, adquiero súbito y por arte mágico los suficientes conocimientos de latín para sufrir cualquier examen por riguroso que fuese. Subo otros cuantos y me encuentro hecho un sabio: la lengua romana no tenía secretos para mí.
Naturalmente, comprendí que la visita era ya inútil. Bajé de nuevo la escalera y salí a la calle triunfante.
Sin embargo, no había dado muchos pasos por ella cuando sentí que mi ciencia filológica menguaba de un modo sorprendente y al fin se disipaba como la bruma de la mañana; quedé un instante perplejo y me decidí a entrar otra vez en casa del profesor.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «La novela de un novelista»
Mira libros similares a La novela de un novelista. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro La novela de un novelista y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.