Christian Duverger - Hernán Cortés

AGRADECIMIENTOS

E n primer lugar deseo expresar mi agradecimiento a Marisol Schulz, por haberme brindado con su confianza y entusiasmo la más agradable acogida en sus colecciones.

A mi editora en México, Marcela González Durán, deseo manifestar mis reconocimientos. La calidad de este libro debe mucho a su permanente disponibilidad, su dedicación y su sonriente sabiduría.

También deseo agradecer al doctor Julián Gascón Mercado, atento presidente del Patronato del Hospital de Jesús, por haberme autorizado la publicación de la valiosa iconografía que constituye el álbum del presente libro. Esta parte icónica no hubiera sido posible sin el talento de Michel Zabé quien, como artista, supo captar el alma prehispánica que habita en los muros del Hospital de Jesús.

En este proyecto, muchos amigos expertos en literatura me han proporcionado su oportuno apoyo. Entre ellos destacan Gerardo Estrada, Alberto Ruy Sánchez y Margarita de Orellana; que encuentren aquí la expresión de mi amistosa gratitud.

Por último, no puedo disimular el placer que me dio José Luis Martínez al aceptar escribir un prólogo para esta biografía. Al hombre erudito, al escritor y al gran conocedor de la obra cortesiana, mis más sinceros agradecimientos y mi gran estima.

México-Tenochtitlan, enero de 2005

ÁLBUM DE FOTOS

EL HOSPITAL DE JESÚS

Fotos: Michel Zabé

Cortesía del Patronato del Hospital de Jesús

C ortés fundó el Hospital de Jesús en 1524 en el sitio mismo de su encuentro con el soberano azteca Motecuzoma, el día 8 de noviembre de 1519. Este encuentro tuvo lugar en la desembocadura de la calzada de Tlalpan, a la entrada del corazón de la capital México-Tenochtitlan. A unas cuadras del zócalo, el Hospital de Jesús está edificado en la manzana comprendida entre las calles de Pino Suárez, Mesones, 20 de Noviembre y República de El Salvador.

Cortés concibió esta fundación como un símbolo: institución basada en un modelo europeo pero aquí dedicada a los indios, el Hospital de Jesús cristaliza el encuentro de dos mundos que no estaban preparados para encontrarse. Es un ejemplo del mestizaje que solía practicar Cortés. El edificio, construido en el transcurso del siglo XVI, lleva en su arquitectura y decoración las huellas de la antigua tradición indígena combinadas con modelos españoles bastante reinterpretados. El hospital, fundado bajo la invocación de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, tomó su nombre actual en el siglo XVII. Desde sus orígenes ha sido siempre una fundación privada. Cortés logró del papa Clemente VII el patronato del hospital con el derecho de recaudar los diezmos para la edificación y administración de la institución. Pidió por testamento a su hijo heredero que prosiguiera su obra y, hasta hoy, la fundación cortesiana sigue viva. A través de un patronato de médicos, el Hospital de Jesús perpetúa su doble vocación: curar enfermos y guardar la memoria de su fundador.

El artesonado del Hospital de Jesús es un magnífico ejemplo de mestizaje entre la tradición importada de España (estilo morisco) y una persistencia de referencias icónicas prehispánicas: las rosetas y las cruces de Malta disimulan en realidad glifos aztecas. Este tipo de arte sincrético se desarrolló en México entre 1535 y 1572.

. Todas las rosetas del artesonado contienen el glifo iluitl, signo del día y, por extensión, de la fiesta. Así, en la tradición indígena, el conjunto del techo tenía un significado cósmico.

. Ese motivo en cruz de San Andrés corresponde al glifo prehispánico ollin, signo del movimiento. En su origen estaba constituido por una pequeña esfera de caucho en el centro de los ejes cósmicos entrecruzados.

I. El edificio

Engarzado en una construcción moderna, edificada entre 1944 y 1963, el Hospital de Jesús es un edificio del siglo XVI muy bien preservado a pesar de las ampliaciones recientes dictadas por las necesidades funcionales. Su concepto es totalmente original: corresponde al espíritu de un claustro franciscano, pero evoca a través de su plano duplicado la arquitectura de un templo prehispánico. Los dos patios yuxtapuestos podrían ocupar el lugar de un antiguo templo doble, a semejanza del Templo Mayor, donde el santuario del dios Tlaloc estaba al lado del de Huitzilopochtli. La construcción del hospital, iniciada desde 1524, concluyó probablemente hacia 1555. Sin embargo, la iglesia contigua fue erigida más tarde, en el siglo XVII.

. Elevación realizada en octubre de 1823. Fachada principal y entrada del hospital (destruida en los años sesenta para ampliar la calle de Pino Suárez).

. Plano del Hospital de Jesús levantado en 1823. Se puede observar el extraño dibujo de la planta alta, que forma una especie de glifo con tres dientes conocido en la escritura prehispánica por su relación con el fuego. También el plano de la iglesia (parte inferior del plano) podría tener antecedentes prehispánicos: parece seguir el trazo de un antiguo juego de pelota.

. Canto superior de la estela, donde se ve un glifo compuesto con dos círculos, símbolos del jade.

. Bajo relieve de la efigie de Quetzalcoatl con sus características orejeras de concha en forma de corchete.

En Tenochtitlan, las construcciones inmediatamente posteriores a la Conquista fueron edificadas con materiales prehispánicos y en sus cimientos abundan los vestigios de la antigua capital mexica.

. Cabeza colosal de serpiente empotrada en un edificio de la calle Pino Suárez, frente al Hospital de Jesús.

Fragmento superior de una estela prehispánica encontrada en 1962 en la esquina de las calles Mesones y Pino Suárez, durante la remodelación del hospital.

. Pasillo de la planta alta. La arquitectura evoca la de un claustro.

. Vista general de la oficina del patronato del Hospital de Jesús. Al fondo, el actual presidente del patronato, doctor Julián Gascón Mercado, en su mesa de trabajo.