• Quejarse

David de Ugarte - El poder de la redes

Aquí puedes leer online David de Ugarte - El poder de la redes texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2005, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

David de Ugarte El poder de la redes
  • Libro:
    El poder de la redes
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    2005
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El poder de la redes: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El poder de la redes" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

David de Ugarte: otros libros del autor


¿Quién escribió El poder de la redes? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El poder de la redes — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El poder de la redes " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Revisado en 2011 este libro es un repaso desde el lejano 2005 sobre las - photo 1

Revisado en 2011, este libro es un repaso desde el «lejano» 2005 sobre las redes, herramientas y tendencias que vinieron a poblar internet después de «crack» de las puntocom, desde la blogosfera a las redes sociales. Con especial atención a como estas tecnologías modifican las formas de protestas ciudadana, desde el «13-M» a la «primavera árabe» pasando por el «noviembre francés».

David de Ugarte El poder de la redes Manual ilustrado para ciberactivistas - photo 2

David de Ugarte

El poder de la redes

Manual ilustrado para ciberactivistas

Trilogía de las redes - 1

ePub r1.1

Rob_Cole 19.12.2016

Título original: El poder de la redes

David de Ugarte, 2005

Ilustraciones: Rodrigo Araya

Diseño de cubierta: Rob_Cole

Editor digital: Rob_Cole

Primer editor: lestrobe (r1.0)

ePub base r1.2

Breve historia de las redes sociales Tras toda arquitectura informacional se - photo 3

Breve historia de las redes sociales

Tras toda arquitectura informacional se esconde una estructura de poder.

Eslogan del grupo ciberpunk español hacia 1990.

El siguiente gráfico sostiene de alguna manera todo lo que vendrá a continuación, así que lo ideal sería que el lector lo tuviera siempre presente. Fue creado por Paul Baran para fundamentar la estructura de un proyecto que más tarde se convertiría en Internet.

Si observamos atentamente los tres gráficos unen los mismos puntos de - photo 4

Si observamos atentamente, los tres gráficos unen los mismos puntos de diferente manera. Estas tres disposiciones —técnicamente llamadas topologías— describen tres formas completamente distintas de organizar una red: centralizada, descentralizada y distribuida. La idea central subyacente en el presente libro es que la clave para poder explicar la gran mayoría de los nuevos fenómenos sociales y políticos a los que nos enfrentamos consiste en entender la diferencia entre un mundo en el que la información se distribuye en una red descentralizada y otro en el que lo hace en una red distribuida, por lo que recomendaría que el lector marcara esta página y volviera a ella cada cierto tiempo.

Pero volvamos a su autor original. En 1964 Paul Baran había recibido un importante encargo de la RAND Corporation, el think tank científico de la defensa norteamericana: describir qué estructura debían de tomar las comunicaciones de datos para sobrevivir a la primera oleada de un ataque nuclear soviético.

Baran se dió cuenta de que en una red centralizada, la desconexión del nodo central destruye inmediatamente toda la red. Una red descentralizada era en cambio mucho más robusta: al eliminar uno de los nodos localmente centralizadores la red no desaparecía completamente aunque algunos nodos quedaban desconectados y generalmente la red se rompiera en varios trozos. Baran se preguntó si no era posible definir una red cuya característica principal fuera que al eliminar cualquier nodo ningún otro quedara desconectado. Llamó a este tercer tipo «redes distribuidas» y propuso su uso para conectar entre si los ordenadores de las grandes universidades que habían recibido fondos de investigación de la defensa. Esa red, DARPANet, se conocería más adelante como Internet.

Pero donde Baran veía ordenadores y cables, nosotros podemos ver todo un relato histórico.

La red centralizada correspondería casi perfectamente a la estructura de las redes de postas que eran el principal sistema de comunicación hace tres siglos. En el sistema de postas cada carta enviada de un punto a otro tenía que pasar necesariamente por la capital, la ciudad central donde vivía el rey y estaba establecido el poder que literalmente permitía que unos lugares se conectaran con otros. Son los tiempos de la monarquía absoluta, los monopolios reales y el estado confesional.

El sistema era especialmente rígido con las colonias americanas. En el Imperio Portugués por ejemplo, estaba prohibido construir caminos entre las distintas colonias brasileñas y para enviar una carta de Río a Bahía tenía que viajar hasta Lisboa sólo para volver por barco a América. No es de extrañar que los primeros periódicos estuvieran en los puertos y sus noticias principales fueran precisamente las llegadas y salidas de barcos. En cambio, los periódicos con opinión y noticias políticas nacerán necesariamente en las capitales, donde las noticias llegaban antes que a ningún otro lado a través del correo. De hecho todavía hoy la prensa llama «corresponsales» —es decir colaboradores por correspondencia— a quienes escriben fuera de la sede central del periódico. Cuando durante la revolución francesa aparezca la primera forma de los partidos políticos modernos, «los clubs», funcionarán exactamente igual: sobre un centro en París con corresponsales en la provincia. Basado en el mismo sistema centralizado de comunicaciones, el modelo de estado al que darán lugar los partidos de la revolución francesa será tan centralista como el de la monarquía absoluta. De hecho, todavía hoy se conoce al centralismo extremo como «estado jacobino».

Pero en 1844 Samuel Morse envíó por primera vez una noticia a través de su «telégrafo eléctrico», en noviembre de 1851 se abrió al público la primera línea de telégrafo entre el Reino Unido y Francia. El primer mensaje directo entre Londres y París llegaba pocos meses más tarde cuando un emprendedor alemán, Paul Julius Reuter, consigue conectar por primera vez París y Londres a través de un cable submarino. Su idea: compartir las cotizaciones de las bolsas europeas en tiempo real. Los «cables» de Reuter pronto llevarán noticias de todo tipo y no sólo los inversores, sino los periodicos locales comenzarán a comprarlas. Reuter pronto se dará cuenta del valor de sus «scoops», sus cables con noticias impactantes que llegan mucho antes que las crónicas que se envían por barco. Nace entonces la agencia Reuter’s y en 1853 cuando estalla la guerra de Crimea consigue el apoyo del Almirantazgo y el diario «The Times» para tender su red hasta el mismo mar Negro donde ingleses, franceses, italianos, rusos y otomanos batallan por el control de las puertas de Asia.

Eran los comienzos de lo que Tom Standage bautizó, en un estupendo libro epopeya, como «Internet victoriana». Aunque Standage se muestra irónico en su libro sobre el efecto final del telégrafo en las relaciones diplomáticas, en la medida en que modificó los asuntos militares, no deja de ser interesante que los tres primeros protagonistas de aquella red de cables submarinos —EEUU se conectó a la red británica en 1858— hayan formado un bloque hasta ahora. Y es que el telégrafo no sólo unió las bolsas, sino que unió y mestizó los intereses económicos de los tres países, dando impulso tanto a la primera globalización como al imperialismo. Les unió de hecho con más potencia que la rivalidad generada por las fuerzas centrífugas de la competencia. Y el nacimiento de las agencias de noticias (Associated Press y Reuter’s), hijas directas del telégrafo, contribuyó además a casar el «orden del día» del debate público entre ellas.

Es difícil entender hoy el cambio que supusieron las agencias de noticias para la democracia. Al principio la novedad consistió en que permitieron incorporar noticias nacionales y globales a la prensa local en un momento en que la alfabetización crecía tanto por necesidades productivas (las máquinas requerían cada vez más habilidades de manejo por parte de los obreros) como por la acción educativa del propio movimiento sindical y asociativo.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El poder de la redes»

Mira libros similares a El poder de la redes. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El poder de la redes»

Discusión, reseñas del libro El poder de la redes y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.