GuíaBurros Manual de heráldica
Sobre los autores
Josu Imanol Delgado y Ugarte es economista y doctor en Administración de Empresas y Finanzas. Máster en Business Administration y Máster en Finanzas. Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo y Estrella de Oro a la Excelencia Profesional, ha ampliado su formación en universidades americanas de primer nivel en áreas de Finanzas y Estrategia Empresarial. En el año 2011 realizó una descripción del modo de salir de la crisis económica que padecía España. En el año 2014 señaló que, a causa de la desigualdad y el maquinismo, el crecimiento económico se vería negativamente afectado; en enero del año 2016, en el Foro Económico Mundial de Davos, señalaron estas causas como peligros para la economía mundial. Es autor de otros diecinueve libros más sobre Finanzas, Economía y Administración de Empresas. Ha publicado más de cien artículos de opinión en la más prestigiosa prensa especializada y general. En el año 2016 fue candidato al premio de investigación social realizada de la Fundación para el fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (FOESSA). También en el año 2017, fue candidato al Premio Rey Jaime I de Economía. Actualmente es Consultor Económico de inversiones, estrategia, reingeniería y cultura empresarial. Premio al Mérito Económico otorgado por la academia internacional de ciencias tecnología educación y humanidades.
Fernando Martínez Larrañaga es Analista Programador de Sistemas, Full Stack Developer, Diseñador Gráfico, Máster en Derecho Nobiliario y Premial, Heráldica y Genealogía. Ha publicado dos libros, Armorial de la Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de nuestro Señor Jesucristo y Blasonario de la Orden de San Lázaro, además ha colaborado en una veintena de libros con sus colaboraciones y diseños heráldicos.
Le fue concedida la Cruz de Oficial de la Real Orden de Isabel la Católica por sus leales servicios a la Nación, la Cruz de Mérito de la Cruz Fidélitas por servicio en el marco de la actividad del Arzobispado Castrense de España, la Medalla conmemorativa de la Virgen del Pilar (Guardia Civil) y la Cruz conmemorativa de Santa Teresa (Cuerpo de Intendencia del Ejército). Es Caballero de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, de la Maestranza de Caballería de Castilla y de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.
A mis padres, esposa, hijos, familiares y amigos, por contribuir a ser lo que soy.
Josu Imanol Delgado y Ugarte
A todos aquellos a quienes les apasiona esta noble ciencia.
Fernando Martínez Larrañaga
Presentación
El libro que tiene entre sus manos pretende ser, como su propio título indica, un manual de diseño heráldico que sea útil no solo a estudiantes y estudiosos de esta área del saber, sino también a los profesionales de este muy noble oficio. Por ello se trata con profusión las leyes heráldicas, la morfología de los blasones y sus partes, sus particiones, así como todo lo referente a metales, colores, forros, piezas, muebles o figuras, adornos exteriores, brisuras, etc. En definitiva, se trata de una guía completa para poder realizar el correcto diseño de escudos heráldicos. Además, estoy seguro de que al lego le podrá ofrecer el conocimiento de esta ciencia auxiliar de la historia, que resulta ser tan interesante y a la vez poco conocida popularmente.
Josu Imanol Delgado y Ugarte
Introducción
Como nos tiene enseñado el profesor doctor Marqués de la Floresta, actualmente el más relevante tratadista hispano, el uso de los emblemas está arraigado en lo más profundo de la naturaleza humana, común en todas las épocas y civilizaciones. En Mesopotamia, en Japón y en el Tahuantisuyo o imperio incaico, por ejemplo, se usaron emblemas que tienen notables semejanzas con el sistema de las armerías europeas.
En Grecia se usaron emblemas individuales y familiares, que se conocen mediante las obras literarias, y en escenas representadas en vasos pintados; también existían los emblemas colectivos propios de las ciudades, estos se reproducían en monedas, sellos, etcétera. La tipología era variada: inicial del nombre de la ciudad, animal, planta o motivo geométrico. Los guerreros usaban escudos pintados de forma variada, figuras, escenas mitológicas, y hasta acertijos.
En la República romana cada gens patricia poseía un emblema hereditario que figuraban en monedas acuñadas durante el mandato de magistrados o cónsules. Usaban figuras parlantes, alusivas o mitológicas. Durante el Imperio se desarrolló un verdadero sistema emblemático militar, basado en escudos y banderas. Las banderas legionarias usaban el águila, pero cada unidad podía usar otras enseñas de simbología variada como el toro, el jabalí, el centauro, etcétera.
Hoy día está definitivamente admitido que el uso de las armerías surge de la evolución del equipo militar entre los siglos XI y XII, que hicieron prácticamente imposible el reconocimiento del rostro de un caballero por el nasal del yelmo, la cota de malla y la loriga, por lo que poco a poco se hacían reconocer pintando sobre la superficie plana de su escudo algunas figuras -geométricas, animales, florales- que les sirvieran como señal de reconocimiento por los suyos en la batalla. Se puede empezar a hablar de emblemas heráldicos a partir del momento en el que el uso de ciertas figuras sea constante por parte de un mismo personaje, interviniendo ciertas reglas en cuanto a sus pautas de representación. Cabe igualmente explicarse que esos emblemas personales pasasen posteriormente a ser hereditarios, y que precisamente fueron esas reglas las que hicieron de la heráldica europea un sistema emblemático muy diferente a otros existentes, anteriores y posteriores.
Las armerías resultantes en la segunda mitad del siglo XII son el resultado de la fusión en un único sistema de diferentes elementos ya existentes, que son los que surgieron del mundo de las enseñas, banderas, sellos diplomáticos y escudos militares. Las banderas proporcionaron al sistema heráldico los colores y sus asociaciones, construcciones geométricas como piezas, sembrados y particiones, y el vínculo de las armerías primitivas respectos de los feudos de sus propietarios. De los escudos defensivos proceden la forma triangular, los forros y alguna de las figuras geométricas más características como son la bordura, el palo, el jefe, la cruz, etcétera.
Por lo tanto, las etapas de la aparición y conformación del sistema heráldico que conocemos actualmente serían dos: la primera, entre 1100 y 1140, con la aparición de motivos decorativos pintados sobre el escudo se constituyeron en emblemas individuales y permanentes. La segunda, entre 1140 y 1180, cuando los emblemas decorativos se transformaron en signos emblemáticos hereditarios, y además se sometieron a ciertas reglas o pautas de representación.
Fernando Martínez Larrañaga
La heráldica y sus leyes
En toda área de conocimiento, siempre se debe iniciar conociendo cuál es el marco en el que se mueven todos sus aspectos, y para ello es necesario tener una definición concreta de dicha área de conocimiento. Por ello, una definición aceptable de lo que es en sí la heráldica, bien pudiera ser esta:
La heráldica trata de ordenar el conjunto de signos gráficos reglados, conducentes a lo que se denomina blasón, y que dan origen a un lenguaje propio, que permite expresar de esa manera gráfica, la posición, aspiraciones, etc., de un individuo e incluso de un colectivo.