Sandra Ferrer Valero - Mujeres Silenciadas en la Edad Media
Aquí puedes leer online Sandra Ferrer Valero - Mujeres Silenciadas en la Edad Media texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2016, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Mujeres Silenciadas en la Edad Media
- Autor:
- Genre:
- Año:2016
- Índice:5 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Mujeres Silenciadas en la Edad Media: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Mujeres Silenciadas en la Edad Media" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Mujeres Silenciadas en la Edad Media — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Mujeres Silenciadas en la Edad Media " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Mujeres silenciadas en la Edad Media
Sandra Ferrer Valero
© Sandra Ferrer Valero, 2015
© Punto de Vista Editores, 2015
http://puntodevistaeditores.com
ISBN (Punto de Vista Editores): 978-84-15930-81-5
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Sumario
Biografía del autor
Sandra Ferrer Valero (Barcelona, 1976) se licenció en Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona e inició posteriormente estudios de Historia en la UNED. Trabaja en el mundo de la comunicación y el marketing digital pero en sus ratos libres se dedica a la historia, una de sus grandes pasiones. Desde hace más de cinco años gestiona un blog dedicado a la historia en femenino (www.mujeresenlahistoria.com) y colabora en la revista Clío Historia.
A mi padre, de quien he heredado una pasión insaciable por la historia.
Introducción. Cuando se abrió la ventana...
Cuando era pequeña, me apasionaban las clases de historia. La Edad Media era mi época favorita. Aún recuerdo aquella pirámide en la que pintábamos a los campesinos en la base, los caballeros y clérigos en el medio, los reyes en la cima. Imaginábamos hombres sobre caballos, armados con largas lanzas, monjes rezando en bucólicos claustros, reyes con ricas testas coronadas. Pero, ¿y las mujeres? En aquel entonces, hace ya unas décadas, lo cierto es que no me lo planteé. Aparecía alguna damisela con aquellos cucuruchos estrafalarios en la cabeza y hermosos trajes que imitábamos en casa con viejas telas de cortina.
Pasados los años, en una revista de historia medieval, me topé con una mujer, ataviada también con aquellos gorros extraños, acompañada de otras tantas damas. Eran ilustraciones de La ciudad de las damas, aquella gran obra precursora del feminismo (¡en plena Edad Media!) escrita por Cristina de Pizán, considerada la primera escritora profesional de la historia y de quien tendré ocasión de hablar.
Por aquel entonces ya había descubierto nombres propios femeninos medievales como las archiconocidas Leonor de Aquitania o Juana de Arco. Pero Cristina me abrió una ventana a su ciudad de las damas... y a una gran cantidad de preguntas. Leonor fue reina, Juana una santa. Roles estereotipados de las mujeres en la Edad Media. Pero, en un mundo en el que el 90% de la población era campesina; donde las mujeres vivían a la sombra de padres, maridos o clérigos; un tiempo en el que el analfabetismo era aún, si cabe, más extendido entre las campesinas, ¿cómo podía ser que una mujer, viuda y sola, hubiera conseguido vivir de la palabra escrita, y en el siglo XIV?
Cristina de Pizán fue sólo el principio. Tras ella encontré otros nombres propios como Hildegarda de Bingen, Sabine von Steinbach, Jacoba Felicié, Beatriz de Día, María de Francia, Matilde de Magdeburgo, Catalina de Siena, Brígida de Suecia, Alice Kyteler, Gertrudis de Hefta, En Depintrix... No está mal para un tiempo en el que nacer mujer suponía llegar a un mundo de encierro, ya fuera en el hogar o el monasterio. Junto a estos y otros nombres propios que iré desvelando para aquellos que quieran acompañarme en este relato, descubrí que las mujeres habían sido, también, constructoras, albañiles, trovadoras, iluminadoras, escritoras, médicas... que algunas habían participado en actividades reservadas a los hombres; que otras habían conseguido incluso el aplauso de ellos; a pesar de que también las hubo que perdieron su vida por conseguirlo.
Poco a poco, todas estas mujeres, con nombres propios o anónimos, están siendo descubiertas por grandes historiadores, escritores y periodistas que reclaman para ellas el lugar que les corresponde en el mundo medieval, un mundo eminentemente masculino y, a menudo, en exceso misógino. Esta es mi humilde aportación para visibilizar a aquellas mujeres. Sin denostar a los hombres, sin alimentar la hoguera de la guerra de sexos. Simplemente descubriendo un universo femenino apasionante, largamente silenciado y que, espero que con el tiempo, aparezca en las clases de historia para que los que ahora son alumnos, como yo un día lo fui, descubran un mundo de hombres y mujeres, y puedan situarlos a todos en el lugar que les corresponde.
… aparecieron las damas
27 de noviembre de 1095. La ciudad de Clermont se ha convertido en el centro del orbe cristiano. Tras sus murallas se está celebrando un concilio en el que se llamará a la toma de Jerusalén y la lucha contra el infiel que la historia conocerá como la Primera Cruzada. Al sínodo de la Iglesia han sido llamados unos trescientos clérigos y laicos que durante varios días se han reunido en la catedral de Clermont. Fuera del templo, que por aquel entonces aún no ha tomado la forma gótica posterior, el mundo sigue su curso.
Entre los asistentes al concilio, todos son hombres. Hombres de fe, temerosos de Dios, a quienes se les ha educado en una tradición cristiana en la que las mujeres no salen muy bien paradas. Mientras el destino de sus maridos e hijos se decide intramuros, ellas permanecen ajenas al gran capítulo de la historia que se está escribiendo a tan sólo unos metros de sus vidas.
Entre aquellas mujeres encontramos a una joven y tenaz artesana, a la que llamaré Marie. Mientras sus hijos corretean por la planta superior de la casa, ella trabaja en el taller de la planta baja, con una pequeña cuna a su lado en la que descansa un bebé fajado al que no quiere coger cariño, pues ya ha perdido a tres en el camino. Marie forma parte del gremio textil, porque su marido es maestro del mismo. Ella es hija y esposa de artesanos. Y como tal, trabaja en el negocio familiar.
Más allá de las murallas, donde probablemente llega el tañido de las campanas catedralicias, una campesina, a quien llamaré Jeanne, se afana por preparar el campo en aquellos fríos días de noviembre mientras sabe que en casa le espera la cocina. Y cuando termine con los pucheros, un pequeño telar aguarda al fondo de la humilde estancia para tejer la ropa de los niños y de su esposo. Sus ropas probablemente estén llenas de remiendos. Lleva a un retoño colgado a la espalda, mientras otros cuatro revolotean a su alrededor. El mayor, por suerte, ya empieza a ser una ayuda importante en el campo.
Colindante a las tierras arrendadas por el marido de Jeanne, un monasterio de monjas benedictinas protege tras sus muros los cuerpos y las almas de las decenas de muchachas que han renunciado al siglo para vivir de espaldas a él y mirando a Cristo, con el que se quieren desposar, y a la Virgen María, a quien sueñan con alcanzar en piedad y santidad.
Aquel 27 de noviembre, el mundo medieval empezaba un capítulo en mayúsculas de la historia, en el que unos cuantos hombres decidieron el destino del resto de hombres y mujeres de la cristiandad. Pero ¿y las mujeres? ¿Marie, Jeanne, las religiosas? ¿Fueron tomadas en consideración? Por supuesto que no. Pero Marie, Jeanne y todas las muchachas más o menos piadosas del cenobio que he imaginado eran mujeres reales que vivieron a la sombra de los hombres. Algunas, sin embargo, salieron a la luz.
Tanto unas como las otras, son las damas de este relato, una pequeña ventana abierta a unos siglos apasionantes donde también vivieron mujeres apasionantes.
1. La oscura Edad Media, ¿más oscura para las mujeres?
La mujer es un hombre incompleto.
Aristóteles
En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida.
Santo Tomás de Aquino
Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de palabra bien en escritos y tratados.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Mujeres Silenciadas en la Edad Media»
Mira libros similares a Mujeres Silenciadas en la Edad Media. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Mujeres Silenciadas en la Edad Media y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.