• Quejarse

Sandra Ferrer Valero - Breve historia de la mujer

Aquí puedes leer online Sandra Ferrer Valero - Breve historia de la mujer texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Sandra Ferrer Valero Breve historia de la mujer

Breve historia de la mujer: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Breve historia de la mujer" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Sandra Ferrer Valero: otros libros del autor


¿Quién escribió Breve historia de la mujer? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Breve historia de la mujer — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Breve historia de la mujer " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Introducción
¿Por qué una historia de la mujer?

He leído algo de historia, por obligación; pero no veo en ella nada que no me irrite o no me aburra […].

Hombres que no valen gran cosa, y casi nada de mujeres, ¡es un fastidio!

La abadía de Northanger.
Jane Austen.

El día que el director de la colección Breve Historia contactó conmigo para proponerme este apasionante proyecto me encontraba en el tren de camino al colegio de mi hija. Ella tiene seis años. Estudia primero de primaria. Ya sabe leer, escribir, sumar, restar… Algo que para muchas mujeres de no hace muchas décadas era impensable. Algo que para muchas niñas en otros lugares del mundo es, a día de hoy, un sueño inalcanzable. Me pareció una bonita coincidencia. Porque el hecho de que las niñas de muchos países del mundo como mi hija puedan estudiar en igualdad con los niños forma parte de un capítulo más de la historia de la mujer. Y que muchas otras aún no hayan llegado a este punto también.

No hace mucho tiempo, mi abuela creía que las mujeres que tomaran la píldora anticonceptiva irían directas al infierno, mientras que sus hijas necesitaban el permiso de sus maridos para comprar una lavadora. En cuestión de pocas décadas, la situación de las mujeres que hoy en día somos adultas dista mucho de lo que vivieron nuestras abuelas. La mujer en Occidente ha alcanzado metas en su lucha por emanciparse, mientras que desde otros lugares del mundo nos llegan noticias aberrantes sobre prácticas vergonzosas como la ablación femenina, la limitación de nacimientos de niñas o la sumisión total a los hombres detrás de un humillante burka. Sin olvidarnos de la violencia de género que azota como una lacra a las sociedades aparentemente civilizadas.

Nos encontramos en un punto del camino que solo podemos entender si conocemos cómo llegamos hasta aquí. Por eso es necesaria una historia de la mujer. Porque somos parte de la historia y nuestra vida es consecuencia directa de los hechos del pasado. Sin olvidarnos, y esto es una opinión estrictamente personal, de que indagar sobre unos hechos largamente silenciados de la mitad de la raza humana es un ejercicio absolutamente enriquecedor.

Cada vez está más aceptado que es necesaria una historia de la mujer, pero no siempre ha sido así. De hecho, no fue hasta los años setenta del siglo pasado que las mujeres se colaron en primera persona, como género, con sus características propias diferenciadas de los hombres, en los estudios históricos. No fue, sin embargo, una decisión salida de la nada. Poco a poco, desde finales del siglo XIX, en que el concepto de familia fue redescubierto como elemento básico de la evolución de las sociedades en la práctica totalidad de todos los pueblos y civilizaciones, las mujeres fueron apareciendo tímidamente en la antropología y en la historia. La Escuela de los Annales, que nació en Francia en 1929 de la mano de los historiadores Lucien Febvre y Marc Bloch, abrió una puerta al estudio de la historia social, más allá de los hechos políticos. Una nueva visión que se asimiló en muchos otros países y que abrió las puertas al estudio de las mujeres dentro de la sociedad.

En 1965, el historiador francés Pierre Grimal dirigía una extensa obra de cuatro volúmenes que bajo el título de Historia de la mujer daba una visión de la evolución de la situación del género femenino a lo largo del tiempo y en prácticamente todos los rincones del planeta. Pocos años después, en 1977, tres historiadoras estadounidenses, Renate Bridenthal, Merry E. Wiesner-Hanks y Susan Stuard, escribían Becoming Visible: Women in European History. Estudios, revistas, congresos se fueron sucediendo a lo largo de aquellos años en muchos países. En 1971 la antropóloga Sally Linton profundizaba sobre el papel de las primeras homínidas en las sociedades primitivas. A finales de la década de los ochenta Georges Duby y Michelle Perrot dirigían otra gran obra de cinco tomos dedicada a la historia de las mujeres en el Viejo Continente. De los libros y los grupos de estudio, se ha pasado en los últimos tiempos, aunque aún muy tímidamente, a las aulas universitarias, donde los estudios de género empiezan a tener una cierta forma y entidad propia.

En 1975, las Naciones Unidas decidían celebrar el Año Internacional de la Mujer. En la conferencia inaugural que tuvo lugar en la Ciudad de México, fueron tantos los temas que se abordaron, que se decidió iniciar una Década de Naciones Unidas sobre Igualdad, Desarrollo y Paz. A lo largo de todo ese tiempo, además de celebrarse otras conferencias internacionales, se crearon organismos específicos con el objetivo de velar por la igualdad entre hombres y mujeres.

Todos los investigadores e investigadoras, historiadores e historiadoras que decidieron embarcarse en la magna tarea de reescribir la historia desde una óptica femenina se encontraron con un problema de base: las mujeres estaban ausentes de las fuentes históricas. «En el teatro de la memoria, las mujeres son sombras ligeras», nos decían de un modo poético los historiadores Duby y Perrot en su Historia de las mujeres. Casi nunca se hablaba de ellas. Solamente las encontramos presentes en las crónicas cuando destacaron de manera extraordinaria, y de manera individual, por algún mérito que los hombres aceptaron como digno de mención. Poco o nada había que decir de las mujeres que durante siglos tuvieron que asumir el mismo modelo antropológico y social. En los cinco continentes, desde los tiempos más remotos, la mujer estaba destinada a la procreación. La maternidad, principal elemento diferenciador del hombre, la recluyó en el interior del hogar. Y por extensión, mientras cuidaba de los niños, se hacía cargo de los ancianos y los enfermos y velaba por un marido que volvía a casa después de ejercer sus tareas públicas.

Mientras el hombre escribía la historia, siendo su principal protagonista, la mujer observaba silenciosa desde el rol social que se le había asignado. Si algo se dijo de las mujeres, fue por boca de los hombres. Ellos definieron el papel de sus hijas, esposas y madres, ellos escribieron lo que consideraron digno de ser recordado de ellas, ellos definieron los roles que debían asumir y los límites que no debían traspasar. Y, curiosamente, estos modelos se repitieron en distintos lugares del mundo, manteniéndose impertérritos aún en la actualidad en algunas sociedades ancladas en el pasado.

Escultura que recrea a la madre tierra situada en un panel del Ara Pacis de - photo 1

Escultura que recrea a la madre tierra situada en un panel del Ara Pacis de Roma, construido entre el año 13 a. C. y el año 9 a. C. A lo largo de siglos, la representación de la Tierra fue personificada como una madre alimentando a sus hijos, imagen que se repite en muchas civilizaciones de lugares muy alejados entre sí.

A esta estricta definición del papel de la mujer como esposa y madre se contrapone la utilización de la imagen femenina en muchas civilizaciones como símbolos de gloria y exaltación masculina. Solo hay que pensar en la Victoria alada de Samotracia o en Marianne como la personificación de los ideales de la Revolución francesa, por poner dos ejemplos. Y por supuesto, la representación de la Madre Tierra, divinidad que está presente en el inicio de la gran mayoría de civilizaciones. Incluso la creación de la Vía Láctea nos la explicaron los griegos con la imagen de la diosa Hera apartando de su pecho a Hércules, hijo de su esposo Zeus y la mortal Alcmena. Al rechazar al niño, la leche derramada sería el origen de la Vía Láctea. Europa y Asia tomaron sus nombres de divinidades femeninas… Las mujeres, en fin, fueron modelos, ideales. Pero la mujer real, la artesana, la hilandera, la esposa, la madre, permaneció durante siglos en la sombra.

DELACROIX Eugène La libertad guiando al pueblo 1830 Museo del Louvre - photo 2
Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Breve historia de la mujer»

Mira libros similares a Breve historia de la mujer. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Breve historia de la mujer»

Discusión, reseñas del libro Breve historia de la mujer y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.