Jonathan Duhoux - El mariscal Pétain

Retrato de Philippe Pétain de civil, con fecha de 1930.

Aunque Philippe Pétain deja su huella en la historia durante el siglo XX, su trayectoria anterior es mucho menos conocida. La mayoría de los hechos que han llegado hasta nosotros han sido transmitidos por vía oral, perpetuados por su familia. Pétain es de origen modesto, algo que evidentemente contribuye a construir su leyenda. Con un carácter taciturno, intransigente, con los pies en la tierra, corresponde a la perfección al arquetipo del campesino francés. De hecho, Pétain, que acabará convirtiéndose en el héroe de Verdún, nace en un pueblo de la región de Artois, en Cauchy-à-la-Tour.

Mucho antes de su nacimiento, Omer Venant, su padre, quería montar su negocio en París, pero tras la agitación política de 1848, prefiere volver a la granja familiar, construida a la imagen de Cauchy, imponente y austera. La edificación, sin ventanas exteriores, resulta tan impenetrable como el futuro carácter del joven Philippe.

LA REVOLUCIÓN DE 1848

La Revolución de 1848 es la segunda sublevación popular parisina que tiene lugar durante el siglo XIX. Aunque las Tres Gloriosas de julio de 1830 han instaurado una monarquía constitucional, lo cierto es que todavía les cuesta hacer frente a las epidemias, a las hambrunas, a la crisis financiera y a las numerosas diferencias políticas, religiosas o académicas. Hasta tal punto que, en febrero de 1848, las manifestaciones se convierten en insurrección. La población parisina construye barricadas en las calles y se enfrenta al Ejército francés. El rey, que se niega a solucionar la crisis por la fuerza, decide abdicar y exiliarse. Así, se viene abajo la Monarquía de Julio el 24 de febrero y nace la Segunda República.

Omer Venant Pétain se casa en 1851 con Clotilde Legrand, la hija de otro agricultor de Cauchy. Esta da a luz a 3 hijas: Marie-Françoise en 1852, Adélaïde en 1853 y Sara en 1854. Philippe nace el 24 de abril de 1856 y su nombre completo es Henri Philippe Benoni Omer Joseph Pétain. Siempre preferirá su segundo nombre por delante de Henri. Su madre fallece justo después del nacimiento de su hermana pequeña Joséphine, en 1857.

Omer Venant se casa en segundas nupcias con Marie-Reine Vincent en 1859, quien le da otros 3 hijos que nacen de forma consecutiva: Élisabeth en 1860, Antoine en 1861 y Laure en 1862. Al parecer, después de cada bautizo, el patriarca Pétain abandonaba la iglesia diciendo: «¡Hasta el año que viene, señor cura!» (Lottman 1984, 15).

En la familia, se cuenta que Marie-Reine Vincent desatiende a los hijos del primer matrimonio de su esposo. De Philippe se hace cargo a menudo su abuelo paterno, Bénoni, que también es su padrino. Por parte de su madre, dos personas ejercen una gran influencia sobre él: primero, un tío de Clotilde, Philippe-Michel Lefebvre (1771-1866), un antiguo soldado de Napoleón I (1769-1821) que ahora ejerce como sacerdote, y después Jean-Baptiste Legrand (1818-1899), el hermano de Clotilde y cura de Bomy. Junto a ellos aprende algunos preceptos religiosos y también unos valores que convertirá en suyos.

Así se desarrolla su infancia, a caballo entre la escuela comunal, el catecismo en la escuela parroquial, su servicio como monaguillo y el trabajo en la granja.

En 1867, Philippe ingresa en el colegio Saint-Bertin de Saint-Omer. Su tío, el abad Legrand, probablemente orientó su decisión, dado que él mismo había enseñado ahí. Así, Pétain se emancipa rápidamente de sus orígenes rurales para irse a vivir a la ciudad, situada a 50 kilómetros de su granja natal.

Saint-Omer es austera y el gran colegio de ladrillo rojo tiene aspecto de cuartel. De hecho, la escuela Saint-Bertin presenta claramente su propósito militar. Todos los alumnos exhiben un uniforme que se parece al de un guardia municipal, y las clases de francés tienen la misión de preparar a los jóvenes para el examen militar. Philippe, muy taciturno, es apodado Pétain el Breve (en referencia a Pipino el Breve) por sus condiscípulos.

Según el futuro mariscal, tuvo ganas de abrazar la carrera militar cuando vio a los jóvenes oficiales desfilar en las calles de Saint-Omer, aunque es probable que su entorno influyera mucho en él. En efecto, su tío, el abad Legrand, deseaba que «siempre h[ubiera] en la familia hombres que llev[aran] la cruz o la espada» (ib., 22).

Tras un año preparatorio en el colegio Albert le Grand, en Arcueil, cerca de París, Pétain ingresa en la Escuela Especial Militar de Saint-Cyr. Situada a 25 kilómetros de París y de Versalles, esta institución es la joya del Ejército francés desde la época de Napoleón. Sin embargo, Philippe Pétain no causa una gran impresión. En 1878, termina 222.o de los 386 miembros de la promoción de Plewna.

¿SABÍAS QUE…?

Plewna (o Plevna) remite a una batalla que tuvo lugar en 1877 en la ciudad del mismo nombre, en Bulgaria. Tras 5 meses de asedio, los rusos obligan al Ejército otomano a rendirse, a pesar de las defensas excepcionales del lugar. Esta batalla se convierte en un ejemplo táctico que se enseña en las escuelas para explicar que incluso la mejor defensa termina por fracasar si se queda pasiva.

Tras salir de Saint-Cyr, Philippe Pétain inicia una carrera mediocre. Con esfuerzo, sube los escalones de la jerarquía militar y, por lo general, recibe ascensos por su antigüedad, no por sus hazañas. Es subteniente durante 5 años, pasa a teniente durante 7 años y se convierte en capitán con 34 años. No obstante, las evaluaciones de sus superiores son positivas. Describen a un hombre inteligente, exhaustivo y con excelentes aptitudes, a pesar de que se mantiene reservado y frío.

Philippe Pétain jamás participará en campañas coloniales. Recibe diversos destinos en Francia, en las guarniciones de Besanzón y Marsella, pasando por Arras y París. Al contrario que la mayor parte de sus colegas oficiales, Pétain se mantiene bastante discreto en sus opiniones políticas, sobre todo durante el caso Dreyfus (1894-1906). Sin embargo, no duda en criticar a sus superiores con respecto a tácticas militares que considera obsoletas.

UN ASUNTO QUE DIVIDE A FRANCIA

El caso Dreyfus sacude Francia durante 12 años, tras la acusación por alta traición de Alfred Dreyfus (1859-1935), un capitán de confesión judía sospechoso de haber entregado documentos secretos a los prusianos, en el mismo momento en el que en Francia reina un antisemitismo latente y el pueblo muestra un odio profundo hacia el Imperio alemán. La violenta oposición entre los dreyfusards —partidarios de Dreyfus—, convencidos de su inocencia, y los antidreyfusards acarrea grandes crisis políticas y sociales. Al final, Alfred Dreyfus sale absuelto, sobre todo gracias a la actuación de Émile Zola (1840-1902), que lo defiende en un discurso que pasa a la posteridad, «Yo acuso». Este error judicial tiene consecuencias en la unidad de la Tercera República.

Tras diez años ejerciendo como capitán, Pétain es ascendido al rango de comandante en 1900. Como profesor, enseña las tácticas militares innovadoras, en particular en la Escuela Superior de Guerra de París. En contra de las opiniones mayoritarias de esa época, Pétain considera que la precisión debe prevalecer sobre la intensidad de los disparos. Insiste en la importancia de la artillería, que debe preparar el terreno minuciosamente para las cargas de caballería y de infantería. En su opinión, los asaltos masivos a ciegas, ya sea con ayuda de bayonetas o de cañones, solo son masacres inútiles. La validez de sus teorías quedará demostrada durante la guerra de trincheras.