JOSÉ RAMÓN LÓPEZ-PORTILLO ROMANO es economista y doctor en ciencia política y pensamiento económico por la Universidad de Oxford. Allí cofundó y coordinó el Centro de Estudios Mexicanos de la misma universidad. Cuenta con una amplia carrera profesional en el sector público, diplomático y privado, y es especialista en el tema del cambio tecnológico exponencial y su impacto socioeconómico. En 2018 fue nombrado por el Secretario General de las Naciones Unidas miembro del grupo de 10 expertos para el Mecanismo de Facilitación de Tecnología de la Organización de las Naciones Unidas. CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD LA GRAN TRANSICIÓN Comité de selección de obras Dr. Antonio Alonso Dr.
Héctor Nava Jaimes Dra. Ana Rosa Pérez Ransanz Dr. Ruy Pérez Tamayo Dra. Rosaura Ruiz Dr. Elías Trabulse La gran transición RETOS Y OPORTUNIDADES DEL CAMBIO TECNOLÓGICO EXPONENCIAL JOSÉ RAMÓN LÓPEZ-PORTILLO ROMANO Primera edición, 2018 Primera edición en libro electrónico, 2018 Diseño de portada: Teresa Guzmán Romero Imágenes de portada: Istock 184040671/JanakaMaharageDharmasena Istock 642279638/iLexx Istock 914793204/Waxwaxwax Proyecto apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología D. © 2018, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México Comentarios: Tel. (55) 5227-4672 Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. (55) 5227-4672 Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio.
Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor. ISBN 978-607-16-5717-6 (mobi) Hecho en México - Made in MexicoPensando en mis padres, Carmen y JoséPara MantinaPor mis hijos, José Juan, Matías y Julián SUMARIO I. II. III. IV. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. XIII. XIV. XV. XV.
PRÓLOGO Seguramente, lo que hemos vivido no es igual a lo que hemos soñado. También es diferente de lo que nos transmitían películas, series de televisión, libros, artículos, pasquines o pláticas de sobremesa. No tenemos teletransportación, robots domésticos inteligentes y hábiles, coches personales voladores, gente viviendo en la Luna o en Marte, ni computadoras como HAL que tienen conciencia. Quienes lean este libro viven en la era de la computación, internet, smartphones, manufactura y servicios globales. Los jóvenes no conocen otros tiempos. Los más viejos hemos presenciado una transformación fenomenal de nuestra vida y de nuestro entorno.
No han ocurrido los extremos utópicos, ni los distópicos, que muchos auguraban, sino algo entre los dos. La esperanza y calidad de vida de casi toda la humanidad se ha alargado y mejorado, a pesar de que no hemos superado nuestros lastres históricos de pobreza, desigualdad, hambre, discriminación, enfermedad, violencia y guerra. Hemos creado nuevas amenazas, pero también extraordinarias esperanzas. Hoy seguimos soñando pesadillas y maravillas sobre un futuro que es cada vez más incierto. Antes de la Revolución Industrial, salvo calamidades naturales o guerras, la gente podía esperar que su vida, las de sus hijos, nietos y bisnietos continuara como la conocían. Ante el cambio tecnológico acelerado, el concepto de vida está cambiando para la mayoría de la población mundial y, pronto, para la totalidad de la humanidad.
Si nuestro presente es muy diferente del pasado, el futuro será increíblemente distinto del presente. Los cambios en todos los órdenes se suceden cada vez más rápidos y, con frecuencia, son sorprendentes, inesperados y mucho más complejos. Adaptarnos a nuevas circunstancias es complicado. Hacerlo en un mundo que cambia de forma acelerada es verdaderamente desafiante. Nuestras mentes difícilmente conciben una variación acelerada, exponencial, del entorno. Nuestras organizaciones, instituciones y mercados son aún más lentos.
Se mueven lineal y torpemente. En contraste, la ciencia y sus aplicaciones prácticas han avanzado a un ritmo acelerado. La tecnología se ha convertido en el instrumento más dinámico, poderoso y transformador en nuestras manos. Determinará nuestro futuro, como viabilidad o condena. Hoy, más que nunca, la materialización de nuestros sueños o pesadillas depende íntimamente de nuestro entendimiento de lo que enfrentamos con las tecnologías exponenciales, y de nuestra determinación y organización para actuar y usarlas en beneficio de todos. Desde niño, mi pasión ha sido la astronomía, la cosmología y las ciencias en general, que mi madre descubrió y auspició en mí.
No hice ninguna carrera en estas áreas porque creí que encontraría pocas oportunidades para desarrollarme profesionalmente en México. A pesar de estar equivocado, eso me llevó a explorar también otros mundos y a formarme una visión multifacética del entorno en el que vivía. Estudié economía y me atrajeron los problemas macroeconómicos y de política pública. La presidencia de mi padre y el diálogo constante con él me abrieron las puertas del mundo de la filosofía, de la política y del servicio y la administración públicos. Más tarde, mis 15 años en la diplomacia multilateral en Roma me permitieron conocer los problemas globales del hambre, la seguridad alimentaria y el rescate de la biodiversidad. Entré en contacto directo con el drama más inadmisible que aflige a la humanidad: la escasez extrema, la hambruna, la miseria de la violencia y la desigualdad y el deterioro del medio ambiente.
Azares de la vida nos llevaron a mi familia y a mí a mudarnos a Oxford, en el Reino Unido. Allí mis tres hijos, mi esposa y yo tuvimos la fortuna de estudiar y formarnos en su universidad, y consolidar nuestra vida en esas tierras. Tras mi doctorado en ciencias políticas y el pensamiento económico, fui cofundador y coordinador por México del Centro de Estudios Mexicanos de la universidad, que logró mucho con muy pocos recursos. El contacto permanente con Oxford me llevó a estar cerca de nuevas corrientes de pensamiento sobre el mundo presente y futuro. Mi interés por las ciencias me llevó a estudiar el cambio tecnológico y sus múltiples impactos socioeconómicos desde hace ya casi dos décadas. Libros como Global Catastrophic Risks de Nick Bostron y Milan M.
Cirkovic (comps.) que publicó Oxford en 2008, o The Singularity Is Near de Ray Kurzweil, de 2005, me indujeron a investigar más sistemáticamente el papel de la tecnología en los riesgos y oportunidades futuros que podría enfrentar la humanidad. A pesar de no ser especialista en ninguna rama tecnológica o científica, la diversidad de mi vida profesional y personal, mis lecturas y contactos, me han posicionado, singularmente, para enfocar los temas tecnológicos desde varios puntos de vista y sin prejuicios sistémicos. He desarrollado una visión holística de los argumentos científico tecnológicos y de su interacción socioeconómica y política. Mis indagaciones han sido amplias y diversas, así como mi contacto con expertos en estos temas, principalmente de la Oxford Martin School. He buscado alejarme de corrientes de pensamiento específicas y relatar sin sesgos lo que he descubierto en mis investigaciones, más allá de la candidez de los aficionados entusiastas. He buscado abarcar todo el panorama de argumentos, opiniones y visiones sobre nuestro futuro tecnológico y su impacto sobre el devenir de la humanidad.
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