Rita Lopez Forastier - Cuaderno de Recetas para los bebés y sus mamás (Spanish Edition)

«El bebé sabe lo que necesita»

Esta guía ayudará en el camino del descubrimiento de los alimentos que tu bebé irá incorporando para crecer sano y establecer una buena relación con la comida. Cuando los bebés tienen que empezar a comer, las mamás necesitan apoyo y entendimiento. Se sienten mal cuando el niño cierra la boca, gira la cabeza o se niega a comer, pero deben comprender que esto es parte del proceso de aprendizaje y requiere mucha paciencia.

Hay que respetar al bebé para que este momento sea placentero, tranquilizar a las mamás que sufren porque creen que su hijo no come correctamente y ofrecerle recetas de un mismo alimento con diferentes preparaciones; si hoy la rechaza dentro de unos días volver a intentar sin poner la etiqueta «no le gusta» sino tener paciencia para que descubra sabores y texturas diferentes.

«Confía que una alimentación natural es la clave para que tu bebé desarrolle hábitos saludables.»

Se aprende a comer como se aprende a caminar, a hablar, a leer, solo requiere mucha paciencia y amor. Estoy convencida que son los ingredientes fundamentales: nunca pueden faltar.

Ser mujer, ser mamá, ser abuela...

Es verdad que no es fácil ser una mamá activa, dormir poco, trabajar, hacer las compras, mantener la casa, la ropa y además ser una buena compañera, esposa, amiga, amante, llevar una vida íntima relajada, tener las manos arregladas, el pelo bien y la piel brillante.

Aparece el sentimiento de culpa y con él nos sentimos angustiadas por no saber de qué ocuparnos primero. Este libro no es para una súper mamá, que tiene todos los premios, una mamá cómplice, bomba sexual, mejor empleada, súper profesional, aquella mujer con la que todo marido sueña.

Mi historia, podría ser la tuya, hoy ya soy abuela, disfruto de esta situación con mucha alegría y placer. Quizás por eso, con más tiempo para mí, apareció la idea de poner en este libro mi experiencia como mamá y profesional de la alimentación.

Y tomé de mi experiencia profesional la importancia de transmitir desde el primer momento el placer por la comida, ya que se va estableciendo una relación con ella desde el primer momento que nacemos y ponemos al bebé a la teta. Sé que muchos problemas que aparecen en la edad adulta -o no tanto- se pueden prevenir.

Compartir el placer de comer se ha puesto hoy mi objetivo, trasmitirlo a través de esta saga del buen comer es la manera.

Gracias a mis nietos volví a vivir la experiencia de ese primer contacto, primero con la lactancia materna, que me sigue maravillando como el primer día que tuve a mis bebés en brazos, no solo los alimentamos sino que vamos formando un vínculo a través de la teta; las miradas y las caricias van dejando huellas.

Observando a mi hija como mamá, sentí su angustia cuando no sabia cómo poner a su bebé a la teta o después cuándo y cómo darle la mamadera para reemplazar la lactancia cuando ella tenia que trabajar. Más adelante, se atenía a las indicaciones del pediatra para ir incorporando los primeros alimentos y si bien contaba con mi ayuda, la experiencia de ser mamá es única e intrasmisible. Con mi hijo varón, la mirada del hombre en la tarea de padre también fue muy enriquecedora ya que el rol de acompañar a la mamá en la lactancia, participar de cada minuto del bebé con el apoyo y contención, involucra al papá en esta maravillosa tarea que favorece la construcción de la relación familiar.

¿Cómo darle zanahorias?

¿Cómo preparar el zapallo?

Que sea rico.

¿Cuánto?

¿Si no le gusta, qué hago?

Todas estas preguntas son hechas por todas las mamás y papás. Mi cuaderno de recetas está formado por las básicas aprendidas mientras mis niños eran pequeños, otras fui probando con mis nietos, redescubriendo el placer de prepararlas con ellos disfrutando el proceso de aprendizaje a través del juego.

Al ponerlas en este libro, muchas mamás podrán ir evitando errores. En la vida real estos nos enseñan. Las experiencias y conocimientos del arte de la alimentación, aprendidos con mi maestro, el Doctor Alberto Cormillot, son muy valiosos.

Lo importante es concentrarse en lo esencial, transmitir placer en cada plato, paciencia para que el bebé descubra las texturas y reconozca los sabores de cada alimento.

En mi experiencia con personas que establecieron una mala relación con la comida, problemas de sobrepeso o bulimia, he constatado que la noción de placer es tan importante en la alimentación como los alimentos en sí.

Nunca es demasiado pronto, nunca es demasiado tarde para iniciar a un niño en el mundo de los sabores y esto le permitirá una vez adulto, incorporar una rutina de alimentación sana y con placer.

El interés en un plato, la presentación y el entorno condicionan el apetito, estar conscientes de cada bocado, hace que disfrutemos y nos animemos a probar alimentos nuevos.

Mi deseo fue ser práctica en la elaboración de alimentos naturales, variados y equilibrados. Valorizar lo hecho en casa con alegría y placer.

El conocimiento de los nutrientes fundamentales y de las técnicas básicas de cocción que hay que tener en cuenta a la hora de planificar el menú familiar, son el A-B-C de los principios más básicos, los nutrientes tienen una función en el organismo, algunos forman y regulan tejidos, como las proteínas, el agua y los minerales, (calcio, fósforo, magnesio, hierro, cinc).

Los hidratos de carbono fundamentalmente son fuente de energía, las grasas constituyen el nutriente mas calórico y el bebé necesita de ellos para funciones especificas, los ácidos grasos esenciales no los produce el organismo, por lo que requiere ingerirlos a través de alimentos. Cumplen una función muy especifica en el desarrollo neuronal, y también son los transportadores de las vitaminas A,D,E, y K.

Las vitaminas son esenciales para las funciones vitales y reguladores naturales. Las fibras, constituyen la parte de los vegetales que no podemos digerir y su función es regular la actividad intestinal.

Los fotoquímicos o fitonutrientes, tienen una función protectora, la palabra fito indica su origen vegetal, muchos de ellos son los pigmentos que dan color a las hortalizas y frutas.