e-Evaluación orientada al
e-Aprendizaje estratégico
en Educación Superior
Gregorio Rodríguez Gómez
María Soledad Ibarra Sáiz
(Edits.)
NARCEA, S.A. DE EDICIONES
Han participado en la elaboración de este libro:
Autores y editores:
RODRÍGUEZ GÓMEZ, Gregorio
Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor Titular de Universidad de Métodos de Investigación en Educación de la Universidad de Cádiz. Coordinador del Máster Universitario en Orientación y Evaluación SocioEducativas. Coordinador del proyecto de excelencia Re-Evalúa (Reingeniería de la evaluación, tecnologías y desarrollo de competencias en profesores y estudiantes universitarios).
IBARRA SÁIZ, María Soledad
Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora Titular de Universidad de Diagnóstico en Educación de la Universidad de Cádiz. Directora del Grupo de Investigación EVALfor (Evaluación en contextos formativos). Coordinadora del proyecto INevalCO (INnovación en la EVALuación de Competencias. Diseño y desarrollo de procedimientos e instrumentos para la evaluación de competencias en entornos de aprendizaje mixtos/virtuales con la participación de los estudiantes en los títulos de grado).
Autores y autoras:
CABEZA SÁNCHEZ, Daniel
Ingeniero Técnico en Informática. Investigador en el proyecto de excelencia Re-Evalúa (Reingeniería de la evaluación, tecnologías y desarrollo de competencias en profesores y estudiantes universitarios). Universidad de Cádiz.
CUBERO IBÁÑEZ, Jaione
Licenciada en Psicopedagogía y Máster en Orientación y Evaluación SocioEducativas. Investigadora en el proyecto INevalCO (INnovación en la EVALuación de Competencias. Diseño y desarrollo de procedimientos e instrumentos para la evaluación de competencias en entornos de aprendizaje mixtos/virtuales con la participación de los estudiantes en los títulos de grado). Universidad de Cádiz.
GALLEGO NOCHE, Beatriz
Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora Ayudante Doctora de la Universidad de Cádiz en el área de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación. Coordinadora del proyecto de innovación “e-Evaluación entre iguales en proyectos tutorados en el Campus Virtual: Cómo pasar de la retroalimentación a la e-proalimentación”.
GÓMEZ RUIZ, Miguel Ángel
Licenciado en Pedagogía y Máster en Psicología y Educación para el Desarrollo (Especialidad en Orientación y Evaluación Educativas). Becario FPDI del área de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Cádiz. Desarrollando la tesis doctoral “Evaluación colaborativa de la e-Evaluación orientada al aprendizaje en estudios de grado”.
LEÓN RODRÍGUEZ, Álvaro Rafael
Ingeniero Técnico en Informática. Investigador en el proyecto EvalDOC (Evaluación pros-pectiva de las enseñanzas de doctorado: Propuesta de estrategias institucionales para el diseño, desarrollo y evaluación de la formación de investigadores). Universidad de Cádiz.
QUESADA SERRA, Victoria
Licenciada en Pedagogía y Máster en Orientación y Evaluación SocioEducativas. Investigadora en el proyecto de excelencia Re-Evalúa (Reingeniería de la evaluación, tecnolo gías y desarrollo de competencias en profesores y estudiantes universitarios). Universidad de Cádiz.
Índice
Prólogo
Internet está cambiando lo que aprenden los estudiantes y su forma de aprenderlo, al igual que lo hicieron otras tecnologías anteriores. Antes de Internet la escritura, y más tarde el libro, redujeron sensiblemente el valor de la tradición oral para que el estudiante conservara información compleja en su mente, y el valor del diálogo para simplificar el intercambio de información con sus profesores y compañeros; a cambio, hizo que el aprendizaje fuese una actividad más lógica, rigurosa y autosuficiente.
Más tarde la pizarra sacrificó las largas y en ocasiones bien elaboradas descripciones de objetos, lugares o procesos para permitir la representación gráfica y hacer posible el análisis de una idea escrita, compartida de forma simultánea por el profesor y por el conjunto de los estudiantes.
Y así, el uso de mapas, calculadoras, microscopios, ordenadores y otras tecnologías terminaron modificando el modo de aprender de los estudiantes y los contenidos de aprendizaje, amoldándolos a la forma y función de esas tecnologías.
Finalmente, en nuestros días, otras tecnologías como Internet con sus cualidades de interactividad, búsqueda inmediata, multimedia, hipervínculos, simultaneidad de tareas, etc., están relegando a un segundo plano la escritura a mano, la lectura comprensiva construida a partir de las connotaciones del texto (la información gracias a los hipervínculos y motores de búsqueda está cada vez más fragmentada) y el intercambio de información oral, modificando la razón de ser de las bibliotecas (que evolucionan hasta convertirse en centros de recursos de aprendizaje) y, lo que es más importante, alterando el modo de aprender de los estudiantes hasta hacerlo más superficial, menos reflexivo.
Internet ha convertido en ubicuo el aprendizaje de los estudiantes superando las limitaciones relativas al lugar y el momento en el que aprenden los estudiantes, con lo que espacio aula, el laboratorio e incluso el trabajo de campo están siendo ahora redefinidos para “acomodarlos” a la exigencia de la Red.
¿Puede permanecer inalterable la evaluación del aprendizaje cuando están cambiando sustancialmente la forma y el contenido de lo que se aprende? La respuesta que ofrece este libro deja entrever que es necesaria una rein-geniería de la evaluación del aprendizaje al uso en nuestras universidades.
Lo que esta obra recoge es que en, primer término, debe cambiarse la razón de ser de la propia evaluación, su estrategia: lo que se nos da a en-tender es que la evaluación en las modalidades de e-learning o b-learning será relevante, añadirá valor, en la medida en que se convierta en una oportunidad para que los estudiantes aprendan. La evaluación como recurso para determinar quiénes han alcanzado el estándar académico o para mejorar la enseñanza (una evaluación al servicio de los profesores) debe ponerse en cuestión en entornos de aprendizaje que intentan favorecer la autorregulación del aprendizaje por parte de los estudiantes.
En segundo término esta obra plantea la necesidad de redefinir el objeto mismo de evaluación. Puesto que el entorno de aprendizaje está modificándose, y como consecuencia los procesos desarrollados por los estudiantes para aprender y los propios resultados de aprendizaje, los centros de interés de la evaluación deben ser relegados a un segundo plano: hechos, principios, ideas, datos, habilidades o actitudes carecen de interés por sí mismos como objetos de evaluación.
En un medio como Internet que favorece el procesamiento rápido de la información y también la distracción, es mucho más interesante que la evaluación proporcione a los estudiantes la oportunidad para aprender a consolidar su atención sobre lo que leen, ven, escuchan o sienten, a asociar esos estímulos de manera significativa y sistemática a lo que ya conocen, transformarlos a fondo, profundamente, hasta integrarlos en sus memorias a largo plazo.
La autoevaluación, la evaluación entre iguales, la coevaluación y la evaluación realizada por el profesor deben ser reorientadas para que los estudiantes puedan recibir inputs que les permitan gobernar su forma de aprender y el contenido de lo que aprenden. La información que pueden recibir los estudiantes, sobre los procesos que realizan para aprender y sobre los resultados que consiguen, debe ayudarles a mejorar su atención, a gestionar mejor sus emociones y sentimientos, y a ser más reflexivos, profundos y empáticos.
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