Gladys Ortiz Henderson - Investigación cualitativa y cuantitativa en educación y cultura digital: Métodos y perspectivas

Gladys Ortiz Henderson
Santiago Alonso Palmas Pérez

La ciencia social es una construcción social de una construcción social.

Pierre Bourdieu (2003:153)

Este libro tiene como objetivo dar a conocer las investigaciones que se realizan en el Área de Investigación Estudios sobre Cultura Digital del Departamento de Estudios Culturales de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma; así como de proyectos de investigación cuyas temáticas son afines a ésta. El área de investigación se fundó formalmente en 2018 con la finalidad de desarrollar proyectos colectivos de carácter científico relacionados con la educación, la comunicación y la cultura digital. Los proyectos que se han desarrollado a lo largo de estos años abarcan distintas temáticas, objetos de estudio y marcos teóricos, además sus metodologías y herramientas de análisis son también diversas. Este volumen, por lo tanto, es una muestra de cómo se pueden abordar problemáticas sociales y culturales contemporáneas a partir de perspectivas y métodos varios, con miradas que ponen el acento ya sea en los datos empíricos cualitativos o cuantitativos, tomando en cuenta las fortalezas, oportunidades y retos que se presentan en cada una de estas inmersiones a la realidad social.

Este libro se compone de tres partes y cada una de éstas contiene los resultados de tres recientes investigaciones. En las siguientes líneas se presenta un resumen de estas investigaciones con una breve explicación de las aproximaciones teóricas, conceptuales y metodológicas que siguieron las y los investigadores. En ciencias sociales la perspectiva, la ruta de investigación y el lenguaje que se emplea son cruciales para arribar a ciertas conclusiones, por lo tanto, se pretende que los trabajos que se muestran en las siguientes páginas puedan servir como guía, apoyo o punto de partida para quienes se interesen en el desarrollo de proyectos de investigación en educación, comunicación y cultura digital. Como señalan Bourdieu, Chamboredon y Passeron (2004), siguiendo a Max Weber, el objeto de estudio es creado por el punto de partida y es en las relaciones conceptuales entre problemas donde se descubren nuevas perspectivas y métodos.

En la primera parte del libro, titulada “Investigaciones en cultura digital”, se analizan aspectos relacionados con la cultura digital, entendida —siguiendo a Bell (2001)— como el conjunto de actitudes, prácticas, modos de pensamiento, valores e historias —materiales, simbólicas y vivenciales—, que surgieron a partir del arribo de las tecnologías digitales; es decir, a partir del cambio analógico a digital de los artefactos que nos rodean. En este bloque se presentan tres investigaciones en escenarios digitales distintos, con marcos teóricos y metodologías particulares. La primera es una investigación de carácter sociológico con una mirada etic, es decir, desde afuera, de fenómenos sociales y culturales contemporáneos que se han producido a partir del surgimiento del capitalismo electrónico-informático. La segunda investigación, de origen psicológico-antropológico, se aproxima a los significados compartidos por un grupo de jóvenes en torno a un concepto, en su acepción digital y no digital. La tercera es un estudio de las interacciones en las redes sociales digitales que, desde el marco explicativo de las ciencias sociales, orienta sobre el flujo de opiniones e influencias en espacios digitales como Twitter. El primer trabajo es un ensayo, el segundo y tercero son investigaciones empíricas, que utilizan el método cualitativo del grupo de discusión y el análisis de redes sociales.

El ensayo sociológico es una forma de conocimiento de la realidad que estudia algún fenómeno o problemática social y que se realiza a partir de documentos e investigaciones desarrolladas previamente. Asimismo, se emplean conceptos o teorías para desarrollar deducciones de manera ordenada, lógica y estructurada. El objetivo de realizar un ensayo es llegar a un conocimiento nuevo a partir de la documentación e investigaciones recabadas, así como de la aplicación de los elementos teóricos o conceptuales que orienten la premisa con la que se inicia este ejercicio. En el ensayo es de suma importancia las reflexiones de quien escribe, así como su originalidad, coherencia y libertad en la forma de escritura. Si bien los orígenes del ensayo se remontan a los trabajos de Michel de Montaigne y Voltaire en la época del Renacimiento (Gil-Albarellos, 1998), en las ciencias sociales ha sido un género muy utilizado para analizar y comprender múltiples problemáticas desde diferentes disciplinas; recordemos, por ejemplo, las obras de Simone de Beauvoir, Octavio Paz, Fernando Savater y Noam Chomsky. Entre los integrantes de la Escuela de Frankfurt, el ensayo fue utilizado como la forma de escritura por excelencia para difundir las premisas de la teoría crítica a un mayor número de personas, por tener un formato reducido y un lenguaje sencillo (Jay, 1989). Theodor Adorno (1962) escribe sobre las características del ensayo e indica que éste tiene una construcción más abierta que la escritura científica, los conceptos se entretejen entre sí de manera compleja y no sigue un método en particular, además el acento radica en la forma de exposición del propio ensayo.

Un ejemplo de ensayo sociológico, como forma de conocimiento de la realidad, desde una perspectiva crítica, es el primer capítulo titulado “Impactos de la hegemonía del capitalismo electrónico-informático en la economía, educación y política (ensayo sociológico)”. Gustavo Lins Ribeiro analiza los cambios que la hegemonía del capitalismo electrónico-informático ha suscitado en la vida económica, académica y política, con el objetivo de situar los problemas que la sociedad enfrenta actualmente. En primer lugar, analiza cómo en el capitalismo electrónico-informático; es decir, aquel que se basa en la digitalización como punto neural de la vida humana contemporánea, las palabras se transforman en mercancías gracias a los motores de búsqueda; además, examina cómo las personas utilizan Google y Facebook con la creencia de que son gratuitas, cuando lo que hacen es dar a estas empresas su información personal para que éstas les vendan servicios y bienes de consumo. En segundo lugar, la pandemia por Covid-19 en el nivel mundial estableció nuevas formas de trabajo en los entornos educativos, muchas de las cuales se van a quedar, como es el caso de los webinarios y las conferencias virtuales; sin embargo, llama la atención de cómo, ante la fascinación por la pantalla, se está perdiendo la capacidad de atención y de lectura por parte del estudiantado, a tal grado de que la lectura de libros completos es cada vez menos común. Finalmente, analiza cómo los procesos electorales ya no pueden ser entendidos sin los efectos de internet, sus robots, algoritmos y el bigdata; hoy en día los actores políticos han entendido cómo los mensajes de Tweets pueden influir de un modo a otro a los votantes por lo que utilizan bots y trolls para manipular; el autor se pregunta si la democracia sobrevivirá a la erosión de una sociedad cada vez más polarizada, división que se origina en las redes sociales digitales a través de la difusión de noticias falsas y la desconfianza. En este capítulo, Lins Ribeiro argumenta cómo hoy más que nunca las ciencias sociales y la cooperación académica son imprescindibles para develar las contradicciones y consecuencias del capitalismo electrónico-informático y poder “decir la verdad a los poderosos”.

En ciencias sociales existen diversas aproximaciones y métodos para acceder a los significados compartidos por las personas; es decir, a la cultura. Si bien la noción de cultura tiene distintas acepciones, tal y como lo comenta Cuche (2002), para Cliffort Geertz es la trama o urdimbre de significados que el ser humano ha tejido (2001: 20). Una forma de acceder a estos significados culturales es a través del estudio de las representaciones sociales, teoría elaborada desde la psicología social por Serge Moscovici, quien retoma el concepto de representación social del sociólogo Émile Durkheim. Las representaciones sociales son las imágenes con las que damos sentido a la realidad, es una forma de conocimiento que surge de la interacción y la comunicación entre los seres humanos; son una guía para actuar y un marco con el que interpretamos lo que nos rodea. Es una forma de construcción social de la realidad que, en términos de Berger y Luckman (2003), da sentido al mundo a través del conocimiento práctico, dentro del incesante movimiento social. Las representaciones sociales se han estudiado empíricamente desde metodologías cualitativas o cuantitativas, así como con distintos enfoques, ya sea el procesual o el estructural (Vergara, 2008).