Alexander Krebs - Cronicas de Anton, un vampiro

Crónicas de Antón,

Un Vampiro.

El reino de la obscuridad.

ALEXANDER KREBS

Copyright © 2015 Alexander Krebs

Todos los derechos reservados.

ISBN : 1508603979

ISBN-13 : 978-1508603979

DEDICAtoria

A Mística, mi eterna compañera. Gracias por todos esos años de silencioso entendimiento. Siempre tan fiel, siempre la única que se mantuvo a mi lado cuando ningún humano lo hizo. Por siempre serás la que se robó mi corazón.

Crónicas de Antón, Un Vampiro

El reino de la Obscuridad

Alexander Krebs

Versión en Español

Tercera Edición Marzo de 2015

Copyright 2015, Alexander Krebs

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Autor: Alexander Krebs

Portada: Ana Linares

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CONTENido

agradecimiento

Mi más sincera apreciación a la vida , porque siempre y constantemente está quitándome el piso debajo de mis pies y forzándome a salir de mi zona de confort.

Por todas las sorpresas, las deslumbrantes revelaciones y lo increíble que se convirtió en algo mucho más que creíble, en una verdad indiscutible. Y a la muerte, nuestro miedo sin fin, nuestra motivación a disfrutar la vida al máximo, nuestro no deseado mejor amigo.

1 OBSCURIDAD

Antón entró en el túnel oscuro tan rápido, que fue capaz de atravesar el calabozo donde el mitad serpiente, mitad demonio, Nagas se encontraba; devorando lo que parecían los restos de un ser humano. Todo cubierto en sangre, El Nagas se rio y habló en un lenguaje que Antón no pudo comprender. Al final del túnel, cuando se detuvo, se escuchó el crujir de un ruido mientras se paraba en unas rocas. Cuando vio al frente, observe este feroz, brutal y malvado monstruo. Antón permaneció inmóvil y esperó hasta asegurarse que la criatura no lo había oído. Pero el llanto, los lamentos y quejas de las almas atormentadas eran tan fuertes y perturbadores, que no se escuchaba otra cosa alrededor.

El enorme Rinotauro medía trece pies de altura; era algo así como un híbrido entre un Minotauro y un rinoceronte. Tenía dos grandes cuernos en su cabeza, y uno en el centro de su cara, justo sobre su boca; pesaba alrededor de unas 600 libras. En su mano derecha, sostenía in hacha de doble filo, tan grande como Antón; y en su mano izquierda sostenía un llavero grande y redondo lleno de llaves, las cuales medían alrededor de 12 pulgadas cada una. Su cuerpo era tan grande que casi cubría la caverna donde él se encontraba, la cual tenía una gran puerta de acero al frente. Antón media únicamente seis pies de altura y no pesaba más de 175 libras. El cabello largo y negro de Antón cubría su pálido rostro y su chaqueta larga y negra cubría su cuerpo casi por completo, por lo que se mezclaba bien y se perdía dentro de la oscuridad de la caverna. Antón se encontraba mentalmente exhausto, eso era todo lo que él podía ser. El Rinotauro aún no se percataba de la presencia de Antón detrás de la enorme roca. Antón únicamente pensaba en como atravesar con su espada, la cual de repente pareció tan pequeña y ridícula, a esa bestia. Antón miró al monstruo con el cual debía luchar…se miraba invencible; sus ojos eran completamente negros, como si estuviera poseído; tenía además una mandibular llena de colmillos filosos y largos; Antón únicamente tenía cuatro, y dudaba que sus colmillos pudieran llegar a causarle algún daño a la piel gruesa y dura de esa imponente criatura. Antón no tenía miedo de la criatura o de morir, pero temía por la vida de Olesya más que nada…

¿Cómo puedo empezar a narrar una historia, si no es por el principio? Pero desde luego, ¿cuándo se da por cierto el principio de algo y cuando se da por sentado que ha llegado a su conclusión…?

Desde la existencia de todos los seres: demonios, dioses, humanos y todo lo que va de por medio, la curiosidad de la existencia misma…la curiosidad de nuestros predecesores y la curiosidad de todo lo que precede todo lo que existe. El principio del principio tiene tantas teorías y especulaciones como lo hay religiones y civilizaciones.

Por ejemplo, en la India, hace mucho tiempo, las personas creían que antes que nada, existía solo Brahmán.

Brahmán no tenía ni principio ni final, no tenía forma, pero era la base de todas las formas y la material; era eterno, sin tiempo y bello más allá de cualquier descripción.

Era un ser del cual todo emergió; el cual incluía el bien y el mal, pues es imposible que exista uno sin que exista el otro.

Acuerdo a la mitología griega, en el principio solo estaba Caos, el vacío. De alguna manera, este vacío dio a luz a Gaea, La Tierra; a Tartarus, la gran región bajo la tierra, y a Eros, el brillante dios del amor y la atracción. Caos dio a luz a Erebo, la oscuridad del bajo mundo y a Noche, la oscuridad de luz sobre la tierra. Luego Erebo durmió con Noche y concibieron a Ether, la luz divina y a Día, la luz terrenal. Luego Noche produjo sola a seres tales como Condenación, Muerte, Sueño, Sueños, Némesis y una larga lista de otras atrocidades que les roban a los hombres en la oscuridad.

Uno de los mitos egipcios dice que desde el principio de los tiempos solo existía un caos acuoso llamado Nu. Atum, el rey sol de la ciudad de Heliópolis, se levantó de las aguas caóticas únicamente con sus pensamientos y voluntad.

Sin un lugar donde descansar sus pies, excepto por el caos acuoso en el que había nacido, él creó una pequeña montaña. Con la creación de la montaña, se representó la venida de la luz dentro de la oscuridad de Un. Por lo tanto, esto significa que Un fue oscuridad antes de ser luz…

Luego, la teoría a la cual todos estamos más acostumbrados es la versión del Antiguo Testamento de la Biblia:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.…”

Así que esto me hace pensar que el espíritu de Dios se movía en la obscuridad mucho antes de que existiera la luz…

Así que, como lo veo, la mayoría de los mitos de la creación están de acuerdo con que la oscuridad ha prevalecido en la tierra mucho antes de que existiera la luz. La oscuridad ya estaba allí mucho antes de que apareciera la mayoría de dioses, así que esto me hace pensar acerca de la naturaleza real de toda la concepción. ¿Si la oscuridad es el origen de nuestros dioses, qué podemos entonces esperar de nosotros mismos, si apenas somos criaturas insignificantes de la existencia…?