• Quejarse

Alexandra Roma - Capturé tu mirada en una fotografía

Aquí puedes leer online Alexandra Roma - Capturé tu mirada en una fotografía texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2016, Editor: Grupo Planeta, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Alexandra Roma Capturé tu mirada en una fotografía
  • Libro:
    Capturé tu mirada en una fotografía
  • Autor:
  • Editor:
    Grupo Planeta
  • Genre:
  • Año:
    2016
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Capturé tu mirada en una fotografía: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Capturé tu mirada en una fotografía" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Alexandra Roma: otros libros del autor


¿Quién escribió Capturé tu mirada en una fotografía? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Capturé tu mirada en una fotografía — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Capturé tu mirada en una fotografía " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Índice

Te damos las gracias por adquirir este EBOOK

Visita Planetadelibros.com y descubre una nueva forma de disfrutar de la lectura

¡Regístrate y accede a contenidos exclusivos!

Próximos lanzamientos

Clubs de lectura con autores

Concursos y promociones

Áreas temáticas

Presentaciones de libros

Noticias destacadas

Capturé tu mirada en una fotografía - image 1

Comparte tu opinión en la ficha del libro

y en nuestras redes sociales:

Picture 2Picture 3Picture 4Picture 5Picture 6

Explora Descubre Comparte

Para Esther, mi editora, mi hada madrina.

Gracias por cambiar mi mundo

Prólogo

El mundo gira tan deprisa que en ocasiones no somos capaces de seguir su movimiento. A veces necesitamos detener el tiempo y evadirnos de la realidad. Dejar a un lado las rutinas del día a día y alejarnos de la gente que nos rodea para estar con nosotros mismos. Silenciarlo todo y escuchar nuestra propia voz acallada con el ruido. Encontrarnos en pequeñas acciones insignificantes para el resto, pero que a nosotros nos relajan.

Mi padre, por ejemplo, suele realizar labores de albañilería cuando tiene un rato libre. Disfruta colocando un ladrillo encima de otro, pintando paredes desconchadas hasta inundarlas de color o montando los muebles de nuestros conocidos que se han independizado y han acudido a la económica tienda IKEA. Mi madre, por el contrario, se evade de la realidad y encuentra su propia salida a los problemas a través de las películas monótonas y repetitivas de Antena 3 los sábados por la tarde. Se conoce la mayoría, e incluso he llegado a pensar que se sabe los diálogos de memoria, pero eso no supone ningún impedimento para ella. Esas historias trágicas y predecibles la llevan a un lugar oculto en el que recarga la energía necesaria para afrontar las labores domésticas y sus hábitos entre semana.

En mi caso, recurro a la fotografía. No soy una experta ni he expuesto ninguna de las imágenes que he tomado a lo largo de mis años de afición. No me considero una artista bohemia ni tengo intención de elevar esta faceta mía a algo más que un hobby. Me gusta que sea mi secreto. Un momento mágico en el que sólo estamos la cámara, el mundo a través de la lente y yo.

No me centro en retratos o en paisajes. Cuando llevo mi mochila con la Nikon colgada al hombro, cualquier cosa puede ser susceptible de quedar inmortalizada con un clic. A veces, quedo atrapada en movimientos o gestos de animales; otras, dos personas anónimas caminando de la mano captan mi atención. En ocasiones incluso los objetos inertes se vuelven los protagonistas cuando la luz incide en ellos de un modo llamativo, casi mágico. Las grandes ciudades y los paisajes de ensueño no encuentran espacio en el disco duro donde guardo todas esas estampas. Sólo las pequeñas e insignificantes vistas y acciones. De hecho, cuando vuelvo a verlas una vez que llego a casa, puedo deducir mi estado de ánimo por las imágenes que he tomado. No lo hago de una manera consciente pero, si estoy feliz, suelo buscar objetos, espacios y protagonistas coloridos, con movimiento y alegres y, si estoy triste, todo parece más gris y estático. También hay días en los que mi vaso está medio lleno o medio vacío. Ésas son las ocasiones en las que más puedo sorprenderme con lo que mi subconsciente elige fotografiar. Si fuera una artista, serían los momentos idóneos para decir que ha bajado una musa a ayudarme de los cielos bendiciéndome con un enorme talento.

Era uno de esos días. Había terminado mi contrato de becaria en una productora. Durante el tiempo que había estado en la empresa, no todo había sido como lo imaginaba en la realidad idealizada de la profesión que tenía en la cabeza. Una fantasía con la que había soñado muchísimas veces mientras estudiaba, pero la teoría siempre es bastante diferente de la práctica. Mi labor se había reducido a algo menos que a la de una secretaria de todos y cada uno de los miembros del equipo. No obstante, yo no era dramática. Bueno, un poquito, pero tendía a quitarle hierro a las cosas. Por este motivo, el mundo no se me había caído encima por la noticia que recibí, ya que a lo largo de mi vida había aprendido que había muchas cosas más serias por las que preocuparse.

Que no me renovasen era una opción. Así estaba el mundo. Daba igual que hubiera trabajado más horas que nadie, asumiendo funciones que no me correspondían y por las que recibía una buena bronca si algo salía mal, mientras tenía que ver cómo otros se llevaban el mérito si todo iba perfecto. Sólo era una persona, y me habían dejado claro que todas éramos prescindibles, que jugaban con nuestras ilusiones para hacernos creer que, si nos esforzábamos, tendríamos una oportunidad, y nos daban una patada en el culo una vez dejaban de poder abusar de nosotros como mano de obra barata, sufriendo en nuestras propias carnes esa mentalidad del empresario de que ante todo había que reducir costes. Ésa era la generación que me había tocado vivir. No conocía otra. Pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor o ir al pub más cercano y pillarme un pedo de colores para contarle al camarero lo injusto que era el mundo no me serviría de nada. Tenía que adaptarme para sobrevivir.

Si había un término que podía definir mi estado de ánimo era decepción . Por eso, nada más llegar a mi pequeño piso, en lugar de encerrarme y maldecir el día en que la palabra crisis había entrado a formar parte de mi vocabulario habitual, había cogido la Nikon para experimentar qué tipo de fotografías podían salir con ese sentimiento al que no estaba tan habituada.

Había ido en la línea 1 del metro hasta la parada de Buenos Aires y allí había comenzado a andar hasta el parque que yo llamaba «Las Siete Tetas» desde que era una adolescente. Sabía que tenía otro nombre más bonito y profesional, pero para mí siempre sería el que frecuentaba a los catorce años cuando pasaba todos los sábados por la tarde allí con mis amigas haciendo botellón con un cartón de vino para diez personas.

Las Siete Tetas era un parque cubierto de un césped verde brillante que contrastaba con los tonos marrones de los edificios de alrededor. Estaba compuesto por montañas ovaladas, con una forma similar a la silueta de unos pechos —de ahí su nombre—, con diversos árboles en su periferia que invadían algunas zonas pavimentadas. Había senderos entre las diferentes «tetas», por los que la gente andaba, iba en bicicleta o paseaba a sus mascotas, y áreas infantiles donde los más pequeños disfrutaban de la limitada libertad que ofrecía Madrid.

Mi «teta» favorita era la única en la que había una cafetería y a la que entraba por una zona de columpios en la que siempre, daba igual la época del año que fuera, había niños jugando al fútbol y tenías que pasar con cuidado de que no te diesen con la pelota. El color y el tamaño eran exactamente iguales que en las demás. Entonces ¿por qué me gustaba más que el resto? La respuesta estaba clara. Cuando llegabas al punto más alto de su cima, la inmensidad de Madrid asomaba a tus pies y, por un instante, te sentías la reina del mundo, como si lo estuvieras coronando. Podías ver desde las torres KIO hasta el pirulí, pasando por el Palacio Real. Además, al estar tan alto, las montañas de la sierra asomaban imponentes detrás de la capital, como si la custodiaran. Unas veces, con tonos blancos en su pico, otras teñidas de verde, y algunas con un tono amarillento, según la estación del año.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Capturé tu mirada en una fotografía»

Mira libros similares a Capturé tu mirada en una fotografía. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Capturé tu mirada en una fotografía»

Discusión, reseñas del libro Capturé tu mirada en una fotografía y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.