• Quejarse

Leila Slimani - Canció dulce

Aquí puedes leer online Leila Slimani - Canció dulce texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2014, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Leila Slimani Canció dulce
  • Libro:
    Canció dulce
  • Autor:
  • Genre:
  • Año:
    2014
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Canció dulce: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Canció dulce" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Sinopsis

Leila Slimani: otros libros del autor


¿Quién escribió Canció dulce? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Canció dulce — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Canció dulce " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Myriam madre de dos niños decide reemprender su actividad laboral en un - photo 1

Myriam, madre de dos niños, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de selección para encontrar una niñera, se deciden por Louise, que rápidamente conquista el corazón de los niños y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama. Con un estilo directo, incisivo y tenebroso en ocasiones, Leila Slimani despliega un inquietante thriller donde, a través de los personajes, se nos revelan los problemas de la sociedad actual, con su concepción del amor y de la educación, del sometimiento y del dinero, de los prejuicios de clase y culturales. "Canción dulce" ganó el Premio Goncourt 2016.

Leila Slimani Canción dulce ePub r10 Encalomador 040918 Título original - photo 2

Leila Slimani

Canción dulce

ePub r1.0

Encalomador 04.09.18

Título original: Chanson douce

Leila Slimani, 2017

Traducción: Malika Embarek López

Editor digital: Encalomador

ePub modelo LDS, basado en ePub base r1.2

LEILA SLIMANI Rabat Marruecos 1981 - Es una escritora y periodista de - photo 3

LEILA SLIMANI Rabat Marruecos 1981 - Es una escritora y periodista de - photo 4

LEILA SLIMANI (Rabat, Marruecos, 1981) - Es una escritora y periodista de origen franco-argelino y marroquí que nació en Marruecos y, posteriormente, se mudó a Francia para continuar sus estudios superiores. En 2015, fue galardonada con el Premio Mamounia por su novela Dans le jardin de l’ogre (2014, En el jardín del ogro) en el que narra la adicción sexual de Adèle, su protagonista. Fue su siguiente obra, Chanson douce (2016), traducida al español por Malika Embarek como Canción dulce la que le hizo ganar el Premio Goncourt.

Para Émile

Miss Vezzis había venido del otro lado de la Frontera para cuidar a unos niños en casa de una familia [...] La señora declaró que Miss Vezzis no valía nada, que no era limpia y que no mostraba ningún interés. Ni por un momento pensó que Miss Vezzis tenía que vivir su propia vida, preocuparse de sus propias cosas, y que para ella estas eran lo más importante que tenía en el mundo.

RUDYARD KIPLING,

Cuentos de las colinas

«Entiéndame, caballero,¿sabe lo que significa que uno no tenga ya un lugar adonde ir?» La pregunta que Marmeladov le había hecho la víspera le acudió de pronto a la mente. «Pues todo hombre debe tener un lugar adonde ir.»

DOSTOYEVSKI,

Crimen y castigo

*

Tumbada en la cama en su apartamento del Boulevard de Strasbourg, la inspectora Nina Dorval mantiene los ojos abiertos. París está desierto en este mes de agosto lluvioso. En esta noche silenciosa. Mañana, a las siete y media, a la hora en que Louise llegaba diariamente a la casa de la Rue d’Hauteville a ocuparse de los niños, quitarán los precintos de la entrada y se procederá a la reconstrucción. Nina ha avisado al juez de instrucción, al fiscal, a los abogados. «Yo haré —dijo— el papel de la niñera.» Nadie se atrevería a llevarle la contraria. La inspectora conoce este caso mejor que nadie. Fue la primera en llegar a la escena del crimen, tras la llamada de teléfono de Rose Grinberg. La profesora de música gritaba: «Ha sido la niñera. ¡Ha matado a los niños!»

Ese día, Nina Dorval aparcó frente al edificio. Una ambulancia se acababa de ir. Trasladaba a la niña al hospital más próximo. La calle ya estaba llena de curiosos que entorpecían el paso, fascinados por los aullidos de las sirenas, la presteza de los equipos de emergencia, la palidez de los agentes de policía. Los transeúntes fingían esperar algo, hacían preguntas, se quedaban inmóviles en la puerta de la panadería o en la entrada de algún portal. Un hombre, con el brazo tendido, tomaba una foto del edificio. La inspectora ordenó que lo alejaran de allí.

En la escalera, se cruzó con los servicios de emergencia que evacuaban a la madre. La detenida seguía arriba, inconsciente. En la mano tenía un cuchillo pequeño de cerámica blanca. «Sáquenla por la puerta de atrás», ordenó Nina.

Entró en la casa. Asignó un papel a cada cual. Vio trabajar a los agentes de la policía científica vestidos con sus anchos monos blancos. En el cuarto de baño, se quitó los guantes y se asomó a la bañera. Primero empezó por sumergir las puntas de los dedos en el agua turbia y helada, trazando surcos, agitándola. Un barco de piratas fue arrastrado por las olas. No podía decidirse a retirar la mano, algo la atraía hacia el fondo. Hundió el brazo hasta el codo y luego hasta el hombro, y así la encontró un agente, agachada con la manga empapada. Le pidió que saliera; él tenía que recoger huellas.

Nina Dorval deambuló por la casa, con el dictáfono pegado a los labios. Describió el lugar, el olor a jabón y a sangre, el ruido de la televisión encendida y el nombre del programa que estaban dando. No omitió ningún detalle: la puerta de la lavadora abierta por donde asomaba una camisa arrugada, el fregadero lleno, la ropa de los niños tirada por el suelo. En la mesa había dos platos de plástico rosa donde languidecían los restos de la comida. Se tomaron fotos de la pasta de coditos y los trozos de jamón de York. Luego, cuando ella se informó mejor de la historia de Louise, cuando le contaron la leyenda de esa niñera maniática, Nina Dorval se asombró del desorden de la casa.

Envió al teniente Verdier a la Gare du Nord para esperar a Paul que regresaba de un viaje. Es un hombre con experiencia —pensó la inspectora—, encontrará las palabras adecuadas, sabrá tranquilizarlo. El teniente llegó anticipadamente a la estación. Se sentó, resguardado de las corrientes, y observó los trenes entrar. Tenía ganas de un cigarrillo. Bajaron pasajeros de un vagón y se pusieron a correr, en racimos. Quizá tenían que enlazar con una conexión, y él seguía con los ojos a aquella muchedumbre sudorosa, las mujeres con tacones altos y los bolsos fuertemente agarrados, y los hombres gritando: «¡Dejen pasar!». Entonces llegó el tren de Londres. El sargento Verdier hubiera podido esperar a la altura del coche en el que viajaba Paul, pero prefirió quedarse al final del andén. Vio avanzar hacia él al padre, ahora huérfano, con cascos en los oídos y un bolso pequeño en la mano. Esperó. Quería dejarle unos minutos más. Unos segundos más antes de abandonarlo a una noche interminable.

El policía le mostró su identificación. Le pidió que lo acompañara y Paul al principio creyó que se trataba de un error.

Semana tras semana, la inspectora Dorval ha seguido el curso de los acontecimientos desde el inicio. A pesar del silencio de Louise, que no despierta del coma, a pesar de los testimonios coincidentes sobre esta niñera irreprochable, se ha dicho a sí misma que conseguirá encontrar qué fue lo que falló. Se ha jurado que entenderá qué ocurrió en ese mundo secreto y cálido de la infancia, detrás de las puertas cerradas. Convocó a Wafa en la sede de la policía judicial del Quai des Orfévres, y la interrogó. La joven no paraba de llorar, no lograba articular palabra, y la inspectora acabó perdiendo la paciencia. Le dijo que le traía sin cuidado su situación, sus papeles, su contrato laboral, las promesas de Louise y su ingenuidad. Que lo que quería saber era si la había visto ese día. Wafa le contó que aquella mañana había pasado por la casa de los Massé. Había llamado al timbre y Louise solo les entreabrió la puerta. «Como si ocultara algo.» Pero Alphonse se había colado entre sus piernas y entró a ver a los niños, que aún estaban en pijama, sentados delante de la televisión. «Intenté convencerla. Le dije que podíamos salir, dar un paseo. Hacía muy buen día y así no se aburrirían los pequeños.» No quiso saber nada. «No me dejó entrar. Yo llamé a Alphonse, que se sintió muy decepcionado, y nos fuimos.»

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Canció dulce»

Mira libros similares a Canció dulce. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Canció dulce»

Discusión, reseñas del libro Canció dulce y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.