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No moriré por Wanda Rolón
Publicado por Casa Creación
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No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio –electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro– sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, versión Reina-Valera, revisión 1960. Usada con permiso.
Diseño de la portada: Justin Evans
Director de diseño: Bill Johnson
Foto de portada: Yvette Francisco
Copyright © 2011 por Wanda Rolón
Todos los derechos reservados
Visite la página web de la autora: www.alaba.org
Library of Congress Control Number: 2011924527
ISBN: 978-1-61638-097-7
E-book ISBN: 978-1-61638-339-8
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Impreso en los Estados Unidos de América
Agradecimientos
E N PRIMER LUGAR quiero dar gracias a mi Dios y mi Señor por darme el privilegio de conocerle y por el regalo de vida recibido.
Gracias a Pablo, mi amado esposo, por haber aceptado caminar junto a mí de la mano del Señor. Hemos llegado hasta aquí porque eres un hombre bajo la autoridad de Dios. Nunca me has limitado sino que me has impulsado y ayudado en todo.
Gracias Mami por cuidar de mí en todo tiempo. Siempre he contado contigo. Eres un regalo de Dios. Tu amor es manifiesto en todo.
Gracias Marisol, mi hija, por honrarnos. Has sabido cumplir ese primer mandamiento con promesa: “Honra a tu padre y madre para que tus días se alarguen”. Eres una tremenda hija y sierva del Señor. Te amo. Gracias por darme tres nietos maravillosos Carola Gabriela, Joseph Steven, y Alexandra Nicole.
Gracias Danita, mi pequeña, llegaste a nuestra casa para añadir chispa y alegría a nuestra vida. Además de la bendición del nieto más pequeñito Joshua Manuel, un regalo de Dios.
A mis yernos e hijos, Steven Hernández y Víctor Rodríguez, por cuidar de esos tesoros siendo ustedes una extensión de los brazos de mi Señor.
No podía faltar un gran hijo en quien se ha cumplido cada promesa de Dios, a ti Axel Ortega, gracias por ser tan especial y honrarnos. Tu oración por mí también fue escuchada.
A toda mi familia gracias…
Alex Santana, incansable; Jeannette Rosa, intercesora; Dommys Delgado, canal de bendición; María Penagaricano, sensibilidad; Jacob Rivera, diligente; Pastor Saulo Hernández, respaldo; Damaris Laboy, apoyo; Elizabeth Torres, lealtad; Jorge Lampón, persistencia. Estos hermanos entre otros muchísimos dijeron manos a la obra a mis pastores asociados. Me faltarían páginas para mencionar a todos, pero solo les puedo decir con todo mi corazón: GRACIAS.
Quiero agradecer al Tabernáculo de alabanza y restauración la senda antigua, mi amada iglesia. Gracias a todos mis líderes por su entrega y dedicación al Señor en todos estos años y en momentos donde parecía que todo terminaba. Ustedes le creyeron a Dios y no se rindieron.
Gracias por su lealtad y fidelidad.
Gracias a todos los pastores y hermanos de tantos países que se unieron en oración para creer que el tiempo de los milagros no ha pasado. Cristo lo hizo.
Una visita muy especial que recibí mientras estuve en el hospital, fue la de los pastores Roberto y Awilda Candelario, del Centro de la Familia Cristiana, Orlando. Gracias por estar.
Agradezco a Dios por Life Link de Puerto Rico, organización a través de la cual las familias, a pesar de su dolor, donan los órganos de sus seres queridos para bendecir a otros.
Sonia Powell, gracias por ser tan especial.
Gracias Evelyn Echevarría, hoy estás en la presencia de Dios, pero fuiste un canal de bendición para mí. ¡Bendigo a tus hijos y a tu familia!
No puedo dejar de agradecer a todos los médicos y personal médico por su entrega, amor y vocación. Ustedes hacen que el dolor sea más llevadero.
A María del Pilar gracias por animarme cada día a escribir y contar esta historia al mundo.
Gracias a Onoris Calderón y a Luz Fernández, por su ayuda en la organización de este libro.
Gracias a Lydia Morales y a todo su equipo de Casa Creación por pensar que este libro será de gran bendición a miles de personas.
A todos los que nos han apoyado, ya sea con su oración y acompañamiento a lo largo de este camino. Gracias…
D OY GRACIAS AL Señor por darme la oportunidad, como apóstol y padre espiritual de la apóstol Wanda Rolón, de escribir este prólogo. Estoy muy agradecido y feliz de que ella sea mi hija espiritual. Wanda es una mujer con una gracia especial del Señor para este tiempo, que conoce la auto? ridad y sabe vivir en sumisión, lo digo con propiedad, porque como hija me rinde cuentas.
Es una mujer con autoridad porque sabe vivir bajo autoridad. Ha pagado un precio altísimo para establecer el Reino de Dios en su país, Puerto Rico. Fue perseguida, maltratada y criticada por ser una pionera. Hoy es una mujer de gran influencia en su país, tanto en el liderazgo cristiano como en esferas gubernamentales. Considero que ella ha abierto camino a muchas mujeres en Latinoamérica, y ha cerrado la boca de muchos hombres, apóstoles, profetas y pastores, que no creen en el ministerio apostólico, sobre todo en una mujer.
Wanda tiene las señales de un genuino apóstol operando en una mujer. Admiro su integridad, su transparencia y su amor por Dios. Desde que la conozco he visto que teme a Dios, le obedece y tiene pasión por Él, por las almas y por el Reino.
Recomiendo intensamente este libro porque creo que muchas personas que están en la misma situación que atravesó la apóstol Wanda: enfermedades, diagnósticos médicos terminales y mucho más, al leer este libro se sentirán animadas y desafiadas.
Cuando resumimos este proceso de tantos años de caminar en fe, de pruebas de fuego, de persecución, de ataques del enemigo, y vemos las grandes victorias que Wanda ha logrado para el Reino, nos damos cuenta que ésa es la formación del carácter de un hijo de Dios. Nuestro Padre celestial la ha formado, por eso hoy es una mujer temerosa de Dios.
Lo que ella imparte en este libro no es simple teología o teoría aprendida en una escuela, sino las experiencias de toda una vida: su infancia, su llamado, su vida de fe, su descubrimiento del enemigo, sus guerras espirituales y las veces que el diablo quiso matarla. Todo el proceso que usted leerá constituye una experiencia de vida, donde en todo se puede ver a Dios glorificado.
Lo invito a que reciba la impartición de alguien que tiene una experiencia real y personal con un Dios vivo, quien también puede liberarlo, sanarlo y levantarlo a usted. Como sucedió con Job, a quien Dios le devolvió el doble de lo que había perdido, en este libro vemos cómo Dios le devuelve a Wanda su salud y mucho más. Ahora está más saludable y rejuvenecida que nunca, y con un ministerio consolidado y de gran impacto. Este libro es una enorme bendición. ¡Léalo, recíbalo, créalo! Declaro que al leerlo usted será sano de cualquier azote.
La revelación en una persona confirma su llamado, y las experiencias lo establecen.
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