E scribí este libro bajo la inspiración del Espíritu Santo, con el propósito de que recibas la revelación que yo he vivido y sigo viviendo sobre el gran amor de Dios y el poder de vestirse de sus promesas. El gran Yo Soy, el Creador, el gran “enamorado” de la humanidad, cumplió su gran promesa de salvación y, con ella, tiene infinitas promesas para nosotras y está siempre dispuesto a cumplirlas en honor a su nombre. Él me vistió de esas promesas y yo no concibo mi vida y la vida de los míos sin aferrarme a ellas, sabiendo que quien prometió, de seguro cumplirá.
Dios quiere vestirte de sus promesas a ti también. Basta con que tomes la decisión de seguirle, ampararte en Él con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Si en algún momento aceptaste a Jesús como tu Salvador personal, pero estás apartado de Él y, como hizo Adán, te escondes por la vergüenza de tus pecados, te recuerdo aquel momento cuando te diste cuenta de que no podías hacer nada sin Él. Te invito a que regreses al Padre, que no te ha olvidado. Dios está dispuesto a recibirte y a ofrecerte su amor y sus promesas, si tú te amparas de corazón bajo sus alas, le obedeces y te comprometes a seguirle con fidelidad, a creer en Él y creerle a Él.
Si por el contrario, hasta hoy no has tenido una relación personal con el Señor y reconoces que necesitas el amor y el perdón de Dios... si necesitas cambiar el rumbo de tu vida y quieres experimentar los beneficios y las promesas de vivir al abrigo y amparo de Dios, te invito a que aceptes el regalo de salvación que te ofrece Dios por medio de Jesús, reconociéndolo como el Señor y Salvador de tu vida. Si este es tu deseo, ahí donde estás, cierra tus ojos y habla con Dios. Recuerda que Jesús ya pagó el precio para que tuviéramos acceso directo a Dios. Dile que lo amas y lo necesitas. Confiesa y pídele perdón por todos tus pecados. Reconoce y confiesa a Jesús como el Salvador y Señor de tu vida. Pídele que escriba tu nombre en el libro de la vida, y que te selle con el poder del Espíritu Santo. Si hiciste esta oración, quiero darte la bienvenida a la gran familia de Dios.
Te invito a que escojas un momento cada día para recordar sus promesas, repetirlas, declararlas y reclamarlas sobre tu vida y la de tu familia, según tu situación.
SI NECESITAS SANIDAD
Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.
—ISAÍAS 53:5, NVI
“¡Socorro, Señor!”, clamaron en medio de su dificultad y él los salvó de su aflicción.
Envió su palabra y los sanó; los arrebató de las puertas de la muerte.
—SALMO 107:19-21
Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión.
—SALMO 103:2-4, NVI
Oh SEÑOR, si me sanas, seré verdaderamente sano; si me salvas, seré verdaderamente salvo. ¡Mis alabanzas son solo para ti!.
—JEREMÍAS 17:14
Te devolveré la salud y sanaré tus heridas —dice el SEÑOR.
—JEREMÍAS 30:17a
SI NECESITAS PAZ...
¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!.
—ISAÍAS 26:3
“No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes”.
—FILIPENSES 4:9
Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.
—ROMANOS 5:1
En paz me acostaré y dormiré porque solo tú, oh SEÑOR, me mantendrás a salvo.
—SALMO 4:8
Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.
—JUAN 14:27
SI ESTÁS PASANDO UN PROBLEMA FAMILIAR...
Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.
—SALMO 55:22
Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
—EFESIOS 4:31-32
Tendré cuidado de llevar una vida intachable, ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar.
—SALMO 101:2
Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.
—PROVERBIOS 3:5-6
Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me mantendrá cerca.
—SALMO 27:10
SI TU CÓNYUGE O TUS HIJOS NO LE SIRVEN A DIOS...
Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.
—JOSUÉ 24:15
Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa.
—HECHOS 16:31
SI ESTÁS PASANDO POR NECESIDAD FINANCIERA...
Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.
—FILIPENSES 4:19
No serán avergonzados en tiempos difíciles; tendrán más que suficiente aun en tiempo de hambre.
—SALMO 37:19
Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan.
—SALMO 37:25
Pues el Señor su Dios es Dios compasivo; no los abandonará, ni los destruirá, ni se olvidará del pacto solemne que hizo con sus antepasados.
—DEUTERONOMIO 4:31
El Señor te dará prosperidad en la tierra que les juró a tus antepasados que te daría, te bendecirá con muchos hijos, gran cantidad de animales y cosechas abundantes. El Señor enviará lluvias en el tiempo oportuno desde su inagotable tesoro en los cielos y bendecirá todo tu trabajo. Tú prestarás a muchas naciones pero jamás tendrás necesidad de pedirles prestado. Si escuchas los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy y los obedeces cuidadosamente, el Señor te pondrá a la cabeza y no en la cola, y siempre estarás en la cima, nunca por debajo.
—DEUTERONOMIO 28:11-13
SI LUCHAS CON ACEPTAR O RECONOCER QUIÉN ERES EN CRISTO...
Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.
—EFESIOS 2:10
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
—1 PEDRO 2:9, NVI
Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.
—SALMO 55:22
¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?
—ROMANOS 8:31
El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección.
—SALMO 18:30
SI ESTÁS CREYENDO POR COSAS GRANDES EN TU VIDA, MINISTERIO, FAMILIA O NEGOCIO
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros.
—EFESIOS 3:20, NVI
Porque para Dios no hay nada imposible.
—LUCAS 1:37, NVI
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