• Quejarse

leonidas osorio - El regreso del canguro

Aquí puedes leer online leonidas osorio - El regreso del canguro texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2019, Editor: leonidas osorio, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

leonidas osorio El regreso del canguro
  • Libro:
    El regreso del canguro
  • Autor:
  • Editor:
    leonidas osorio
  • Genre:
  • Año:
    2019
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El regreso del canguro: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El regreso del canguro" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

El deporte como el basquetball esta lleno de historias y leyendas, tambien la historia de los superhéroes creados por el hombre. pero la vida real esta plagada de grandes historias, que no solo rompen con lo normal, sino que nos enseñan que en un deporte tambien pueden existir héroes legendarios.

leonidas osorio: otros libros del autor


¿Quién escribió El regreso del canguro? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El regreso del canguro — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El regreso del canguro " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

I

Era un día soleado como muchos de la primavera del año 1998. La cancha de la wai era mi lugar favorito por las tarde. Una especie de grupo juvenil que realizaban múltiples actividades para niños y jóvenes después de clases.

En esos días todos se creían Michael Jordan. Obviamente, yo no era la excepción. Íbamos cada tarde sin falta la cancha de básquet con mis amigos, se llenaba de jóvenes y niños, emulábamos constantemente las jugadas de aquél súper estrella.

Hasta el día de hoy quienes practican este deporte, imitan al mejor jugador de todos los tiempos, el Air Michael Jordan.

No pasaba de los 12 años y definitivamente no era un prodigio para el Básquet. Pero me encantaba jugarlo. Llevaba asistiendo cerca de 3 años todas las tardes y siempre miraba a los más grandes que jugaban entre ellos. Algunos eran muy buenos y me encantaba quedarme ahí y disfrutar de sus jugadas. Debido a mi edad los encontraba inalcanzables, y por sobretodo admirables.

Había un joven que le decían el Jordan, porque imitaba a la perfección las jugadas de Michael y siempre se destacaba, tenía alrededor de 17 años, a las niñas del barrio las traía a todas locas. Incluso a mis amigas. Yo moría de envidia, pero lo tenía como un ídolo, así que me daba lo mismo, simplemente porque consideraba al Jordan como el mejor de todos.

Una tarde, llegue a la cancha y me puse a jugar con mis amigos en un aro. Los más grandes estaban en el otro extremo, por una situación fortuita pasé a pegarle un pelotazo al Jordan. Se dio vuelta con cara de pocos amigos y comenzó a darme improperios, retándome y diciéndome que saliera de la cancha. Que los cabros chicos ya lo tenían aburrido. Yo entre riéndome y casi llorando no dije nada y me fui al baño. Al llegar comencé a dar patadas a la taza, tenía demasiada rabia de mí mismo, y de la impotencia de no poder defenderme. En fin, esa situación me produjo un rechazo hacia el Jordan desde aquel día. Por lo que dicho incidente me produjo perder toda admiración que tenía por él. De hecho ahí en adelante fue cuando comencé a ver realmente quien era: Un joven altanero, que miraba en menos a todos y a los niños sobre todo.

No sé si se debió a mi edad, pero esa situación fortuita hizo que me diera mucho miedo volver a la cancha, incluso me afectó tanto que no quería crecer, porque me sentía incapaz de poder jugar contra esos jóvenes más grandes, por esta razón perdí un poco el interés en hacer deporte. Más bien, en jugar Básquet.

Todos los años en ese grupo de la Wai se preparaban para un partido anual, que tenía como rival un colegio cercano. Era una especie de tradición, que llevaba más de 50 años. Claro que dentro de ese tiempo existía un detalle muy importante: durante todos esos años siempre lo habíamos perdido.

Teníamos un monitor deportivo llamado Gonzalo. Él típico muchacho que cree tener más músculos que todos, constantemente usando su fuerza bruta para mostrarte como se hace deporte. Con su cara de sabelotodo y el pelo corte militar, su actitud altanera y sofocante. Esa actitud y cara que solo se puede asemejar a la de tu padre cuando te manda a hacer las tareas.

Me había estado buscando porque se venía una nueva versión del partido y estaba entrenándonos. Pero debido a lo acontecido con el Jordan no me sentía muy animado de participar, la imagen de él gritando y retándome, me seguía persiguiendo y obviamente esta situación me tenía muy desmotivado.

Igual dio con mi paradero, y fue directamente a pedirme que participara, ya que había muy pocos niños. Y me habló de lo importante de este partido y bla bla bla.

Esa tarde me quedé pensando en sus palabras, pero aun asi no me sentía muy convencido. La verdad un partido de básquet que siempre habíamos perdido, no era principalmente mi prioridad esos días.

II

En esos tiempos salir del colegio era uno de los momentos más felices, ya que te ibas corriendo a comprarte unos cubos de leche y a jugar a los juegos de la plaza.

Cuando ya veía que todos los niños se iban a sus casas y se hacía de noche, Salía a tomar la micro 373 que era la que me llevaba directo a la puerta de la casa. Claro que era una destartalada máquina que se movía más que los actuales cines 4d, la gente empujándose, algunos discutiendo, otros quedándose dormidos, como una vez que uno de ellos se fue de cabeza al suelo y no se dio ni por enterado, hasta que una señora lo movió y abrió los ojos como platos al ver que estaba en el suelo, con tremendo chichón en la cabeza.

Era inevitable no quedarse pegado en la ventana de la micro observando la cancha de básquet por la noche; Siempre vacía con el aro casi suplicando por una pelota y la cancha que anhelaba tener a niños corriendo y jugando. Pero las noches oscuras de la Wai, no eran buenas para practicar el Básquet, debido a la nula iluminación nocturna, no veías nada de nada, había que tener visión nocturna para poder achuntarle al aro.

Una de esas noches venía con mi mamá, algo me hizo aplastar mi cara a esa sucia ventana. Era una silueta de alguien lanzando al aro, pantalones cortos, de mi estatura y edad, estaba solo. Lo vi hacer unas pocas jugadas y lanzamientos. Aunque mi pasada fue rápida, noté que de todos los lanzamientos que hizo. ¡No falló ninguno!

III

A los tres días de aquella aparición, pasé caminando por el frente de la cancha, era de noche, cerca de las 11, y de nuevo divisé una silueta. Era el mismo niño, Y me quedé mirando por unos instantes.

Practicaba y practicaba una jugada, estuve ahí en la oscuridad observándolo atentamente, era tanta la curiosidad, que al otro día fui nuevamente y ahí estaba practicando sin descanso.

Fue una semana completa, todas las noches jugaba solo y practicaba sus jugadas. Nunca lo había visto antes, era una cara nueva para mí.

Uno de esos días me di el valor y entre a la cancha, pero llevé mi pelota. Eran cerca de las 10 de la noche; él me vio entrar, sonrió y me saludó.

Me sorprendió lo amistoso que fue conmigo, así que lo saludé estrechándole la mano. Me preguntó si quería que se fuera porque no era su cancha, yo le respondí que no me importaba, que todos jugaban ahí, volvió a sonreír y lanzo el balón desde la mitad de la cancha, encestando como si nada, y me dijo:

- Entonces bien, seguiré jugando

- Sergio. - Le dije botando mi pelota.

- A mi dime Canguro.

- ¿Por qué Canguro?

- Porque a todos les gusta Michael Jordan, pero a mí me gusta el Canguro Drexler de los Portland. Aunque si te soy sincero, me gusta cómo juega y me gusta su sobrenombre, además me hace diferente, ya que todos se creen Michael Jordan, o sea soy único.

Canguro se largó a reír. Y yo con él... al mismo tiempo que lancé el balón, que se me fue afuera.

Esa noche me enseño como lanzar bien, me decía que era muy fácil encestar, que debía pensar siempre en que era lo más sencillo, y que el dedo del medio debía apuntar al aro. Nunca en mi vida de basquetbolista encesté tantas veces.

Lo invité a jugar al otro día con mis amigos, me dijo que sí, nos despedimos y me fui muy contento a casa, mientras silbaba por las calles me preguntaba de adonde sería ese niño. Si nunca lo había visto.

IV

Al siguiente día llegue a la cancha y me encontré con mis amigos. Muchos me preguntaron por mi desaparición, me limité a contestar que solo estuve un poco enfermo y no ahondé mucho en más detalles. Así que al rato lo olvidaron y nos dedicamos a jugar.

Como a la hora de estar jugando apareció un niño en la puerta con su pelota en el brazo. Nunca olvidaré esa imagen; su semblante, la sonrisa a flor de piel, las zapatillas gastadas, casi rotas y ropa desteñida. Apareció de la nada como si hubiese estado esperando por años por ese momento, entró botando el balón, poniéndose frente al aro desde la mitad de la cancha, sonriendo y elevándose con su vista hacia el horizonte. Era como un sueño, vimos como la pelota viajaba girando como con un hilo invisible que la llevó directo a las mallas; en seguida ese sonido inigualable que se da solo cuando una pelota de básquet raspa las mallas. Una y otra vez se elevó, siempre con ese semblante, un lanzamiento único, sus movimientos de muñecas perfectos y elegantes...

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El regreso del canguro»

Mira libros similares a El regreso del canguro. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El regreso del canguro»

Discusión, reseñas del libro El regreso del canguro y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.