A MI MAMÁ Niurca; a mi hermana Sahily; a mi sobrino Fabián; a los tíos Ibis, Leonor, Marisela, Fabrizio, Osvaldo, Néstor, Marlén y Ana; a los abuelos Esther, Gonzalo, Correa y Lydia; a los primos Iliana, Ovidio, Romy, Gustavo, Betsy y Ulises; a Yolanda, Estradelia, Tania, Reizel, María Julia, Nora, Vicky y Vivian, por estar con nosotros en esta odisea.
A mis amigos y equipo de People en Español , por ser pacientes con mis obsesiones, especialmente Chiara, María, Nicole, Angel, Isis, Miguel, Kika, Elvis y Carole, que vivieron mis tribulaciones para convertirme en papá.
A María Antonieta Collins, a Laura García y a Norma Niurka, por estimularme a escribir En busca de Emma.
A Mirta Ojito, por sus sabios consejos.
A la tía Esther María por haber tenido la paciencia y la dedicación de leer estas páginas por primera vez.
A Cecilia Molinari por su exquisita precisión como editora.
A Rene Alegria, porque creyó en este proyecto apasionadamente y me abrió las puertas para convertirlo en realidad.
A Johanna Castillo por sus recomendaciones editoriales.
A Omar Cruz, el mejor fotógrafo, por su increíble paciencia con Emma y por las hermosas imágenes que tomó para la portada de este libro.
A Herman Vega, por seleccionar la mejor foto para la portada.
A Becky, quien me abrió el camino para llegar a la agencia de madres gestacionales.
A Greg, padre de gemelos, a quien seguí paso a paso para buscar a Emma.
A Diana y Melinda, de Surrogate Alternatives, que me pusieron en contacto con Mary, la madre gestacional.
A Darlenne y a Becca, de A Perfect Match, que me facilitaron a la donante de óvulos.
A los doctores Samuel Wood, Linda Anderson y Catharine Adams, verdaderos genios detrás de Reproductive Science Center, que me ayudaron a crear a Emma, así como a todo su equipo, en especial Angela Scroop y Suham Rojas.
Al abogado Thomas Pinkerton y su equipo, por ayudarme a transitar por los intrincados vericuetos legales.
Al paciente doctor Hamilton Steele, que trajo a Emma al mundo.
A la doctora Lisa Pérez-Grossman, por ser una amiga y por ayudarnos con Emma desde el día en que nació. A todo su equipo, por su dedicación, en especial Lianet.
A la donante, por haber aportado la mitad necesaria para crear a Emma.
A Mary, por su gentiliza y ternura. Por haber incubado a Emma por nueves meses.
A Gonzalo, porque juntos buscamos y encontramos a Emma.
ARMANDO LUCAS CORREA nació en Guantánamo, Cuba. Comenzó su carrera como crítico de teatro y danza en los ochenta, después de obtener un título en Teatro y Drama del Instituto Superior de Arte de La Habana. Fue editor de Tablas , una publicación cubana sobre las artes escénicas, y corresponsal para la revista española El Público . Como asesor de drama, trabajó en una trilogía teatral americana con el grupo de teatro El Público y dio clases analíticas de drama a estudiantes de guión en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños. En Cuba publicó la obra de teatro Examen final . En 1991 llegó a Miami, donde trabajó como periodista en El Nuevo Herald . Luego, en 1997, se mudó a Nueva York y fue contratado como escritor para la recién inaugurada People en Español , de Time Inc., donde desde 2007 es el director editorial. Actualmente vive en Nueva York.
Emma:
Te voy a contar una historia.
Unos días antes de que nacieras, mientras esperábamos felices tu llegada, algo mágico me ocurrió. Una luz entró por mi chakra corona (el chakra que tú conoces) y desperté. Me inicié al mundo espiritual, empecé a descubrir algo que yo no conocía, comencé a encontrar a Dios.
Por esa luz mágica comprendí lo maravillosos que somos todos los seres humanos, lo que podemos lograr a partir del Amor, el Amor Incondicional, el Amor Universal. El Amor es la puerta que nos conduce hacia la felicidad, la paz interna. Tú eres una creación del Amor de tus papás, y por eso eres tan excepcional.
También por esa luz entendí que cuando un bebé nace, lleva adentro un Ser Divino, su Alma, que escoge a la familia con quien desea vivir esta experiencia física en el planeta Tierra (el planeta donde vives), y por lo tanto escoge el cuerpecito que le va a servir de refugio. Por eso, te estamos muy agradecidos por habernos seleccionado como familia.
Percibí que los bebés nacen con mucha sabiduría y que pueden ayudar a sus padres con su conocimiento. Tus papás lo comprenden, y te dan la oportunidad de que lo desarrolles a plenitud.
Mantén la conexión con tu Ser Divino Interior y, de esa forma, siempre estarás cerca de la Energía de la Fuente, creadora de los mundos, y tu vida será tan maravillosa como lo desees.
Esta es la historia que te quería contar.
A tu nacimiento, al igual que al de tu primo Fabián, los considero un regalo que Dios me dio.
Abuelita Niurca
Emma bella:
Cuánta alegría, ternura y paz me ha dado ese nombre que lleva una personita tan especial, tan dulce, risueña y feliz: tú, mi nieta.
Llegaste a mi vida sin jamás pensarlo. Has sido un regalo de Dios. Al saber que venías al mundo me sentí consternada, no entendía cómo podía acontecer tu nacimiento. Después pensé en la felicidad que ibas a darle a tus dos papás y comprendí que tu llegada sería para ellos y todos los que te queremos una gran felicidad.
Siempre llevaré dentro de mi corazón el caluroso recuerdo de los treinta días que estuve a tu lado. Me tomabas por el brazo y me llevabas de la mano temprano en la mañana a la cocina para que te preparara el desayuno. Con qué gusto pasábamos ese rato las dos juntas. Cantábamos canciones de niños que tú apenas lograbas articular.
Quizás mis años futuros no me permitan disfrutar de tu crecimiento, ya que has llegado en el ocaso de mi vida a darme calor, ternura, dulzura, al recordar los momentos vividos junto a ti.
Cuando pase el tiempo y ya no esté entre todos ustedes, espero que algún día pienses en esta abuela que te ha querido y recordado siempre. Si ves en una noche estrellada una luz, soy yo que te miro y te bendigo.
Tu abuelita Cuqui de Cuba
Mi princesita:
El día que naciste fue muy esperado. Por mucho tiempo te vimos crecer en fotografías y películas. Papá nos enseñaba tu día a día en la barriguita de Mary. Entonces el amor también creció y se hizo tan grande que ahora no podemos ver dónde termina.
Pienso mucho en ti y algunas veces me sorprendo jugando contigo. Aprovecho para decirte lo mucho que te quiero y me pregunto cómo atraer tu atención al menos por un ratico.
¿Si decidiéramos juntas qué hacer para divertirnos?
Correr por el parque, eso nos gustaría. Pero sería todavía mejor si nos acompañaran Fabi y tu abuela Niurca. ¿Qué tal si le decimos a Papi y a Papá que vengan? Le pediría a tía Ibis que traiga a Simpson —¡entonces sí que nos vamos a divertir! Llevamos una pelota o globos, un papalote, nos acercamos al lago y le damos pan a los patos. A ellos les encantaría que les dieras pan, y claro, de ese pan comeremos nosotras también.
¿Sabes qué podemos hacer después? A ver, piensa qué te gustaría. Preparar un picnic en la hierba, hacer té, llevar galleticas.
Podemos hacer muchas cosas divertidas como jugar dominó, o quizás armamos un rompecabezas.
Mientras, te propongo comenzar a leer un libro muy largo, tan largo que podría llegar a esconderse detrás del sol. Iremos página por página y demoraremos mucho en terminarlo, así que tendremos que organizar varios picnics para juntas disfrutar de ese libro que se titula En busca de Emma . ¿Viste? Se llama igual que tú, y yo creo que nos va a gustar.