Agradecimientos
Debo agradecer a varias personas e instituciones la generosa y competente ayuda que me han prestado para la elaboración de esta versión actualizada de Un paso por delante de Wall Street. Estoy en deuda con Doe Coover, agente literario; Paula Caputo, directora de marketing de Fidelity Capital; y Ellen Hoffman, de Devonshire Publishing, por su apoyo en términos generales; también con Ned Davis Research; FactSet; Dow Jones; Scott Machovina, de Fidelity Market Research; y el equipo técnico de Fidelity, especialmente a Patricia Mulderry, Denise Russell, Shawn Bastian y Krista Wilshusen, por su trabajo de recogida y verificación de datos; por último, con Airie Dekidjiev y Doris Cooper, de Simon & Schuster, por su asistencia editorial.
Desde los años sesenta he tenido la inmensa fortuna de formar parte de una familia singular, Fidelity Management and Research, conocida cariñosamente como Fido. Fido es un tinglado sentimental y pasado de moda, ubicado con gran acierto en un edificio antiguo de nueve plantas en Boston, donde la gente se lleva bien pese a sus divergencias, donde los debates sobre acciones no derivan en guerras entre cubículos de oficina, y donde los cumpleaños aún se celebran con fiesta y pastel.
Son tantas las personas que me han inspirado que debería dedicar un capítulo entero a dar una lista con sus nombres. A continuación nombro a algunos de ellos, y expreso mis sinceras disculpas a los omitidos.
Me gustaría dar las gracias a las siguientes personas, con las que he tratado durante los últimos quince o veinte años y en algún caso desde 1966: el difunto Mike Allara, Sam Bodman, Donald Burton, Bill Byrnes, el difunto Warren Casey, Sandy Cushman, Leo Dworsky, Dorsey Gardner, Joe Grause, Allan Gray, Barry Greenfield, Dick Haberman, Bill Hayes, Bob Hill, el difunto Mr. Johnson II, Ned Johnson, Bruce Johnstone, Caleb Loring, Malcolm MacNaught, Jack O’Brien, Patsy Ostrander, el difunto Frank Parrish, Bill Pike, Dick Reilly, Dick Smith, Cathy Stephenson, el difunto D. George Sullivan, John Thies y George Vanderheiden.
He recibido también una ayuda inestimable de parte de un entregado grupo de gestores de fondos, entre los que figuran el difunto Jeff Barmeyer, Gary Burkhead, William Danoff, George Domolky, Bettina Doulton, Bill Ebsworth, Rich Fentin, Karie Firestone, Bob Haber, Steve Kaye, Alan Leifer, Brad Lewis, Steve Peterson, Ken Richardson, Bob Stansky, Beth Terrana y el difunto Ernest Wiggins.
También me ha ayudado el extraordinario equipo de traders que compran y venden valores para Magellan Fund, y quisiera dar las gracias en especial a quienes hicieron posible una armoniosa transición desde un fondo pequeño a una sociedad de miles de millones de dólares: Robert Burns, Carlene De Luca O’Brien y Barry Lyden.
Más allá de Fidelity, y a pesar de todo lo que he dicho acerca de las limitaciones de los profesionales de Wall Street, he contado con la ayuda de amigos y colegas de dos colectivos distintos: los analistas de la comunidad de los corredores de bolsa, y los gestores de otros fondos. De nuevo citaré solo a unos cuantos, y presento mis disculpas a los muchos que después me vendrán a la cabeza.
Lista de analistas:
John Adams, Adams, Harkness & Hill.
Mike Armellino, Goldman, Sachs & Co.
Steve Berman.
Allan Bortel.
Jon Burke.
Norm Caris, Gruntal & Co.
Tom Clephane, Morgan Stanley & Co.
Art Davis.
Don DeScenza (fallecido), Nomura Securities.
David Eisenberg, Sanford Bernstein.
Jerry Epperson.
Joe Frazzano.
Dick Fredericks.
Jonathan Gelles.
Jane Gilday, McKinley Allsopp.
Maggie Gilliam.
Tom Hanley.
Herb Hardt, Monness, Crespi, Hardt & Co., Inc.
Brian Harra, Brean Murray, Foster Securities.
Ira Hirsch, The Fourteen Research Corp.
Ed Hyman.
Sam Isaly.
Lee Isgur.
Robert Johnson.
Joe Jolson.
Paul Keleher.
John Kellenyi.
Dan Lee.
Bob Maloney, Wood Gundy Corp.
Peter Marcus.
Jay Meltzer, Goldman Sachs & Co.
Tom Petrie.
Larry Rader.
Tom Richter, Robinson Humphrey.
Bill Ritger, Dillon Reed& Co.
Elliot Schlang.
Elliot Schneider, Gruntal & Co.
Rick Schneider.
Don Sinsabaugh, Swergold, Chefitz & Sinsabaugh.
Stein Soelberg, Baird, Patrick & Co.
Oakes Spalding.
Stewart Spector.
Joseph Stechler, Stechler & Co.
Jack Sullivan (fallecido), Van Kasper & Co.
David Walsh.
Skip Wells, Adams, Harkness & Hill.
Gestores de fondos.
James Roger Bacon, Putnam Management.
George Boltres, Tiedman, Karlin, Boltres.
Tom Cashman, Massachusetts Financial Services.
Ken Cassidy, Cassidy Investments.
Tony Cope.
Richard Corneliuson.
Gerald Curtis, Webster Management.
Peter deRoetth, Account Management.
Tom Duncan, Frontier Capital Management.
Charles Flather, Middlegreen Associates.
Richard Frucci, Putnam Management.
Mario Gabelli, Gabelli & Company.
Bob Gintel, Gintel & Company.
Dick Goldstein, Richard Goldstein Investments.
Jon Gruber, Gruber Capital Management.
Paul Haagensen, Putnam Management.
Bill Harris (retirado), Massachusetts Financial Services.
Ken Heebner, Capital Growth Management.
Philip Hempleman, Ardsley Partners.
Ed Huebner (fallecido), Hellman, Jordan Management.
Richard Jodka.
H. Alden Johnson, Jr. (fallecido), Massachusetts Financial Services.
Donald Keller, Rotten & Sullivan.
David Knight, Knight, Bain, Seath & Holbrook.
Kathy Magrath, Valuequest.
Terry Magrath, Valuequest.
Ed Mathias, The Carlyle Group.
Joe McNay, Essex Investment Management.
Bill Miller, Legg Mason.
Neal Miller, Fidelity.
David Mills.
Ernest Monrad, Northeast Investors.
John Neff (retirado), Wellington Management.
Michael Price, MFPInvestors, LLC.
Jimmy Rogers.
Binkley Shorts, Wellington Management.
Rick Spillane, Eaton Vance (ahora Fidelity).
Richard Strong, Strong Corneliuson.
Eyk Van Otterloo, Grantham, Mayo, Van Otterloo.
Ernst H. von Metzch, Wellington Management.
Wally Wadman, Constitution Research & Management Inc.
Matt Weatherbie, M. A. Weatherbie & Co. Inc.
Debo un agradecimiento especial a un hombre extraordinario que ha sido amigo de mi familia durante más de cuarenta años: el padre John J. Collins, C. de J., del Boston College. Como presidente del departamento de finanzas, me transmitió muchos conocimientos valiosos durante mi etapa de estudiante. Más tarde bautizó a nuestras tres hijas, y ha sido una fuente continua de apoyo, tanto para mí como para otros cientos de estudiantes y titulados del Boston College.
Jamás hubiera podido escribir este libro sin la dura dedicación y perseverancia de Peggy Malaspina, de Malaspina Communications. Gracias también a Jane Lajoie y a Derrick Niederman, que dedicó meses a investigar y comprobar datos para este libro. Muchas gracias a Cathy Davis y Jack Cahill, de la biblioteca de investigación de Fidelity; a Robert Hill, del departamento técnico de Fidelity; a diversas personas del departamento de investigación de valores de Fidelity y otros gestores de fondos; a Bettina Doulton, por su especial colaboración; y a mis cuatro secretarias, que con tanta generosidad han acumulado horas extras de trabajo, Paula Sullivan, Evelyn Flynn, Natalie Trakas y Karen Cuneo.
Mi agradecimiento especial a Bob Bender, editor jefe, a Simon & Schuster y a Doe Coover, de Doe Coover Agency, por su colaboración en este trabajo desde el principio hasta el final.
Por último, debo rendir el mayor tributo a John Rothchild por hacer posible este libro. Su actitud, talento, flexibilidad y extraordinaria dedicación a lo largo del último año han tenido un valor inestimable para mí.