PRÓLOGO
Ya hace más de cuarenta y cinco años que comencé a escribir la primera edición de Un paseo aleatorio por Wall Street.El mensaje de la edición original era muy sencillo: los inversores tendrían más ganancias comprando y manteniendo un fondo de inversión de índices bursátiles que intentando comprar y vender valores individuales o fondos de inversión gestionados por profesionales. Afirmé con atrevimiento que comprar y mantener todas las acciones en una media amplia del mercado de valores tenía todas las posibilidades de superar a los fondos gestionados por profesionales cuyas comisiones y gastos operativos reducen en gran medida la rentabilidad de la inversión.
Cuarenta y cinco años después, mantengo con más fuerza la tesis original, y puedo demostrarlo con cantidades de seis cifras. Por poner un ejemplo: un inversor con 10.000 dólares a comienzos de 1969 que invirtió en fondos del índice Standard & Poor’s 500 tendría una cartera por valor de 1.092.489 dólares en abril de 2018, suponiendo que hubiera reinvertido todos los dividendos. Un segundo inversor que hubiera comprado acciones en un fondo gestionado profesionalmente habría visto crecer su inversión hasta 817.741 dólares. La diferencia es abismal. A 1 de abril de 2018, el inversor del índice tenía 274.748 dólares más, un 25 por ciento superior que la cantidad final del inversor medio en un fondo gestionado.
¿Por qué una duodécima edición de este libro? Si el mensaje fundamental no ha variado, ¿qué es lo que ha cambiado? La respuesta es que ha habido cambios enormes en los instrumentos financieros disponibles para el público. Un libro que pretende ser una guía de inversión completa para inversores particulares tiene que estar actualizado para abarcar toda la gama de productos disponibles. Además, los inversores pueden beneficiarse del análisis crítico de la ingente cantidad de información suministrada por los investigadores académicos y los profesionales del mercado —haciéndola comprensible en un estilo que todos aquellos interesados en la inversión puedan comprender. Ha habido tantas quejas desconcertantes sobre la bolsa que es importante tener un libro que deje las cosas claras.
Durante los últimos cuarenta años nos hemos acostumbrado a aceptar los rápidos cambios tecnológicos en nuestro entorno físico. Ciertas innovaciones, como el correo electrónico, Internet, smartphones, iPads, libros electrónicos, la videoconferencia y las redes sociales y los nuevos avances en medicina, que van desde el trasplante de órganos o la cirugía por rayos láser hasta los métodos no quirúrgicos de tratamiento del cálculo de riñón o el ensanchamiento de arterias, han afectado materialmente nuestra forma de vida. Las innovaciones financieras han sido igualmente rápidas durante el mismo periodo. En 1973, cuando apareció la primera edición de este libro, no existían los fondos de inversión de mercado monetario, ni las cuentas NOW, ni los cajeros automáticos, ni los fondos de inversión sobre índices bursátiles, ni los fondos de inversión sobre activos exentos de impuestos, ni los fondos de mercados emergentes, ni los fondos de ciclo de vida, ni los pagarés a interés variable, ni la volatilidad de derivados, ni los valores protegidos contra la inflación, ni las sociedades mercantiles especializadas en inversión inmobiliaria (REIT), ni los valores garantizados con activos, ni las estrategias de «smart beta», ni los planes de jubilación individuales (IRA), ni los planes de ahorro 529 para la universidad, ni los bonos cupón cero, ni los futuros y opciones financieras y sobre productos, ni las nuevas técnicas de contratación, como la cobertura de cartera («portfolio insurance») y la negociación de alta frecuencia («high-frequency trading»), por mencionar solamente algunos de los principales cambios ocurridos en el mundo financiero. Gran parte del material nuevo de este libro se ha incluido para explicar estas innovaciones financieras y para mostrar de qué manera se puede beneficiar usted de ellas como consumidor.
Esta duodécima edición proporciona además una descripción clara y fácilmente accesible de los avances académicos en la teoría y práctica de la inversión. El capítulo 10 describe el interesante campo de las finanzas conductistas y subraya las importantes lecciones que los inversores deben aprender de los estudios conductistas. El capítulo 11 plantea si las estrategias de inversión de «smart beta» son realmente inteligentes y si las estrategias de paridad de riesgo son demasiado arriesgadas. Además, se ha añadido otra sección para presentar estrategias prácticas de inversión para inversores jubilados.