CAVANI, EL MATADOR
Romain Molina
Cavani, el Matador no es un libro más de fútbol: es un libro sobre un hombre, su voluntad, su trabajo y sus sueños. Desde los comienzos en la ciudad de Salto, su llegada a Montevideo, su pasaje por la selección Sub 20, que lo marcaría para siempre, y su turbulento arribo al fútbol de élite mundial —primero al italiano (Palermo y Nápoles) y después al francés—, este libro recrea, en palabras de los allegados más cercanos (familiares, entrenadores, compañeros de equipo) y finalmente del propio Cavani, la historia de una persona que trabajó para ser un jugador de fútbol.
Desde aquellas tardes chiveando en los campos de Salto —donde siempre quiere volver— a su papel como uno de los delanteros más completos del mundo, este relato es la historia de Edison Cavani, pero también es parte de la historia del fútbol uruguayo y mundial.
ACERCA DEL AUTOR
Romain Molina es un periodista francés que colabora con varios medios de comunicación, entre los que destacan la CNN y la prestigiosa France Football. Es autor de la biografía de Unai Emery.
ACERCA DE LA OBRA
«Cinco estrellas para este libro hecho por un amante del fútbol en tanto que deporte universal. Por encima de las fronteras, Romain nos hace descubrir la historia de un jugador con un trayectoria increíble, un talento fabuloso y un corazón inmenso.»
V INCENT F ABRE , A MAZON.COM
«Los libros anteriores de Romain Molina ya eran de gran calidad. Y este dibuja el retrato de un jugador habitado por su entorno íntimo, el amor que siente por “su” Uruguay y la devoción por su deporte. ¡Un bonito viaje deportivo y sociocultural! ¡Perfecto!»
J ULIEN S AVARY , A MAZON.COM
Agradecimientos
E n primer lugar me gustaría dar las gracias a mi editor Bertrand Pirel por haber permitido que me embarcara en una aventura tan demencial y desmesuradamente ambiciosa, que me ha enseñado tantísimo sobre muchos temas, además de sobre mí mismo.
Necesariamente he de dedicar unas palabras a Walter Fernando Guglielmone, que me otorgó su confianza a lo largo de todo este tiempo. No me dio ninguna consigna, aparte de «ser justo, es decir, abordar el lado bueno de Edi». He de aclarar que no leyó el libro antes de su publicación y no quiso hacerlo, al igual que todo el entorno de Edinson o el principal interesado.
También tuve que recurrir a muchas personas para las entrevistas en italiano. Muchísimas gracias a Matthieu Martinelli, del serio sitio web Culture PSG, cuyas entrevistas merecen un lugar entre los mayores referentes deportivos de Europa (The Guardian, El País). Gracias también a Nathaniel Fiquet, Benjamin Henry, Sara Zonza (recuerdos a tu padre), Marion Séjourné, Guillaume… Sin olvidar a mis lectores que respondieron a mi SOS para las transcripciones (Bertrand, Bruno, Brice, Romain, Maël, y seguro que olvido alguno). Gracias también a Mirko Ioime, al que debo una cena en Volver.
Este libro tampoco podría haberse acabado sin una colaboración intensa para encontrar a todos los testigos. Gracias a Simon Festinesi, Bruno Satin, Daniel Herrera, Eric Maggiori, Yoann Riou, Valentin Pauluzzi, Thierry Cros, Philippe Goguet, Ambre Godillon y Sendor. En cuanto a los clubes, gracias al PSG por haberme seguido el juego, especialmente a Jérôme Touboul, Yann Guerin y Alexis Thiebart. Gracias también a los responsables de comunicación del Zaragoza, Getafe, Extremadura, FeralpiSalò, Danubio, US Salernitana 1919, Nacional y La Equidad. No olvido a los directivos del Salto Uruguay y Ferro Carril, que me mostraron una amabilidad sin igual. Finalmente querría mostrar mi agradecimiento a todas las personas que han respondido a mis preguntas:
Maximiliano Galván, Carlos Hermann Mintegui, Mario Souza, Juampa Souza, Gonzalo Álvez, Carmelo Cesarini, Héctor Joffre, Valentin Luzuriaga, Ramón Vera, Marcos Vitette, Enrique Arrillaga, Carlos Pájaro Canzani, Luis Meirelles, Alexis Papasan, Luis Calcaterra, Arturo del Campo, Gustavo Matosas, Pablo Lima, Pelo Ortiz, Cristhian Stuani, Fabián Carini, Pedro Cribari, Juan José Díaz, Nahuel Miranda, Richard Hugo Birriel Abreu, Gary Kagelmacher, Dardo Pérez, Gustavo Dalto, Carlos Coronel, Marcelo Silva, Gerardo Vonder Putten, Enzo Scorza, Elías Ricardo Figueroa, Juan Surraco, Mauro Goicoechea, Emiliano Alfaro, Federico Laens, Damián Suárez, Bruno Montelongo, Mathías Cardacio, Sebastián Ribas, Gustavo Ferrín, Víctor Orta, Rafael Monfort, Alberto Benito, Beppe Corti, Rino Foschi, Guglielmo Miccichè, Francesco Guidolin, Guillermo Giacomazzi, David di Michele, Igor Budan, Stefano Colantuono, Delio Rossi, Antón Roy Fernández, Federico Balzaretti, Michel Morganella, Nicolás Bertolo, Massimo Pedrazzini, Maurizio di Renzo, Fabrizio Vitale, Markus Kaufmann, Nicolas Cougot, Walter Mazzarri, Luigi Vitale, Paolo Cannavaro, Gennaro Iezzo, Salvatore Aronica, Morgan de Sanctis, Antonio Moschella, Gennaro Donnarumma, Andrea Belfiore, Giuseppe Pondrelli, Adolfo Mollichelli, Luis Ferrer, Javier Pastore, Victor Cebron de Lisle, Thomas Meunier, Zoumana Camara, Unai Emery, Juan Carlos Carcedo, Bruno Salomon, Kalifa Traoré, Vincent, Romain Grunstein, Felipe Saad, Jimmy Briand, Alaeddine Yahia, Rolland Courbis, Dominique Bijotat, Walid Regragui, Delio Onnis, Charles Chevillard, Walter Fernando Guglielmone y Edinson Cavani.
Gracias especiales a Marcos Vitette, que me autorizó a utilizar citas de su programa, Solo OFI; a Enrique Arrillaga, que hizo lo mismo con su reportaje en Salto; y a Walter Guglielmone por la entrevista a Diego Lugano.
Gracias también a mi madre, que hizo toda la limpieza y se encargó de la cocina y las compras durante sus «vacaciones» en mi casa para que pudiera acabar el libro a tiempo…
Acabo los agradecimientos con Eduardo Galeano, cuyos libros inspiraron las noches en las que orquesté El Matador.
Keep the faith
Entrevista a Edinson Cavani
M artes 3 de octubre, Edinson Cavani está en la habitación de un hotel de Caracas. El Matador ha viajado allí con la selección uruguaya para jugar un partido decisivo para la clasificación del Mundial de 2018. Mientras espera para medirse con la defensa venezolana, me concede una hora de su cantarín acento uruguayo en el que alarga la última sílaba de cada palabra. «Cada uno es como es, ¿verdad?», comenta riéndose al final de la entrevista, preocupado por si tiene que hacer algo más o por si la conexión durante la llamada ha sido buena. Cavani en su línea, nunca parco en palabras cuando se trata de su país.
—El cantante uruguayo Pájaro Canzani dice que verte jugar le recuerda su ciudad, Fray Bentos. Según él, para entender realmente tu juego hay que saber lo que es un uruguayo del interior. ¿Qué opinas?
—Me halaga que diga algo así. Estoy de acuerdo con él, el tema del interior es muy importante y se nota en la forma de ver el fútbol. Crecer en el interior influye en la forma de darle al balón, de entender a los compañeros, los espacios. En el interior tenemos mucho más espacio, no estamos constreñidos. Gozamos de libertad para salir a respirar aire puro, ir a un campo y darle a una pelota. Entre los equipos hay mucha rivalidad, eso es muy uruguayo, pero no tenemos las restricciones que encontramos después en Montevideo. Para proseguir una carrera profesional hay que ir a la capital. Eso nos proporciona un aprendizaje mejor en ciertos niveles, especialmente físico o técnico. La capital es un paso obligado como parte de la formación. Pero creo que en el interior crecemos con libertad. Libertad de crear, de utilizar todas las partes del cuerpo, todos los movimientos… No hay nada premeditado. El camino de un niño del interior lo descubre él mismo.
—Tu hermano Walter Fernando también influyó en tu camino.
—Siempre lo he dicho y siempre lo diré, mi modelo estaba en casa. Crecí con mi ídolo. Él hacía lo que yo soñaba hacer, así que fue fácil. Observaba todo lo que hacía y le copiaba. Me marcó la seriedad con que podía llegar a tomárselo y entendí el camino que había que seguir.
Página siguiente