Palabras preliminares.
Estos Comentarios fueron escritos sobre la enseñanza que el Dr. Maurice Nicoll recibió personalmente de Uspenskiï, a quien conoció en 1921, y de Gurdjieff, a quien conoció en 1922. Estudió bajo Uspenskiï y luego, en 1922, fue al Instituto de Gurdjieff en Fontainebleau donde permaneció un año, después de lo cual regresó a Londres y continuó sus estudios con Uspenskiï hasta 1931, fecha en que éste le permitió enseñar el Sistema. La enseñanza del Dr. Nicoll prosiguió hasta el presente. Los Comentarios que componen esta obra fueron comenzados en los años de guerra y prosiguieron luego.
Nota preliminar.
Al encararse la versión española de la presente obra, debieron obviarse ciertas dificultades propias del peculiar estilo que el autor imprime a sus conceptos.
Estos, en muchos casos, fueron traducidos «ad-litteram» para no desvirtuar su verdadero sentido. Tal es lo que ocurre con «Observación de Sí y Recuerdo de Sí» —entre otros— que, a pesar de contarse con términos más eufónicos y menos elípticos, fueron así volcados para asegurar un fiel reflejo del original.
Salvedad similar corresponde formular con respecto a las reiteraciones de palabras, frases y conceptos enteros por parte del autor, con afán coloquialmente didáctico, cuya modificación en vías de un eventual atildamiento literario conspiraría contra el propósito auténtico de este conjunto de trabajos tan concienzuda como ajustadamente traducidos por Gabriela de Civiny.
MAURICE NICOLL, (1884-1953) nació en la casa parroquial en Kelso, Escocia, el hijo de William Robertson Nicoll, un ministro de la Iglesia Libre de Escocia. Estudió medicina en Cambridge y luego psicología en París, Berlín y Viena y en Zurich con el Doctor. C. G. Jung. Como pionero de la medicina psicológica ejerció su profesión en Londres y durante la primera guerra mundial sirvió en Gallipoli y la Mesopotamia. En 1917 fue designado especialista en enfermedades del cerebro y la médula espinal del Empire Hospital de Londres. Adquiriendo notoriedad como exponente de los nuevos tratamientos.
Entre sus principales obras se pueden mencionar:
- La flecha en blanco
- El nuevo hombre
- El tiempo vivo
- Y principalmente los cinco volúmenes bajo el título «Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Uspenskiï». Buenos Aires, Editorial Kier S. A., 1979. Estos cinco volúmenes son un tratado completo sobre la importancia de trabajar con los yoes o agregados psicológicos y sobre la necesidad de «Despertar». Igual que Uspenskiï, fue otro de los discípulos de Gurdjieff.
Libros escritos como Nicoll:
- Psychological Commentaries on the Teaching of Gurdjieff and Uspenskiï, Boston: Shambhala, 1996, and Samuel Weiser Inc., 1996
- Dream Psychology
- Living Time and the Integration of the Life
- The Mark
- The New Man: An Interpretation of Some Parables and Miracles of Christ
- Informal Work Talks and Teachings
- In Mesopotamia (under the penname of «Martin Swayne»)
Título original: Psychological Commentaries on the Teaching of Gurdjieff and Ouspensky
Maurice Nicoll, 1952
Traducción: Gabriela de Civiny
Diseño de cubierta: Baldessari
Editor digital: juandiego
ePub base r2.1
«El Sistema del Cuarto Camino» que preconiza el desarrollo armónico del hombre, actuando simultáneamente sobre sus aspectos físico, emocional y mental, a través de métodos psicológicos a veces rudos, posiblemente encuentra la más clara exposición existente a través de las páginas de este libro. Estos «Comentarios», escritos en base a propias experiencias del autor, constituyen sin duda un valioso elemento de estudio para el hombre de nuestros días ansioso de nuevas experiencias espirituales que le permitan alcanzar una nueva visión del mundo.
Maurice Nicoll
Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Uspenskiï Libro 3
Horus 03
ePub r1.4
juandiego 08.11.2019
Quaremead, Ugley, 22 de septiembre de 1945
La segunda línea de trabajo
Hay tres líneas de Trabajo:
- La primera radica en trabajar sobre usted mismo en conexión con lo que el Trabajo enseña.
- La segunda es el trabajo que se realiza junto a otras personas que están en él.
- La tercera es trabajar conforme a lo que el Trabajo tiene por objetivo.
Ocupémonos de la segunda línea de Trabajo: el trabajo en conexión con otras personas que están en él. Para empezar diré que si usted se halla en un grupo que estudia este Trabajo, y no se empeña en conocer o comprender a sus compañeros de grupo, no cumple la segunda línea de Trabajo. Nadie puede trabajar únicamente en la primera línea. Trabajar solo para usted mismo aumenta tan solo su propio egoísmo, la propia infatuación. En cuanto a la labor junto a otras personas, son muchas las cosas que se dijeron en el Trabajo sobre este particular y que es útil recordar. A veces me sorprende que la gente que ha estado muchos años en el Trabajo —o que imagina haberlo estado— no hace el menor intento para ponerse en relación con sus compañeros, excepto a través de sus prejuicios y topes esto es, solo desean conocer personas a quienes aprueban, personas que tienen los mismos topes que ellas. Esa gente no progresa en el Trabajo no cambia. En el Trabajo se suele decir que las personas a quienes se conoce en los grupos y con quienes al principio no se simpatiza, son a menudo aquéllas con quienes se simpatiza luego, pero este cambio solo tiene lugar por medio del trabajo sobre uno mismo y la valoración del Trabajo, lo cual siempre conduce a trabajar en la tercera línea. Cuando varias personas se encuentran juntas eventualmente tienden a disputar. A no ser que la fuerza del Trabajo respalde a dichas personas, se separan, dejándose dominar por diferentes formas de antagonismo. Debido a su mecanicidad, están propensas a disputar. Por eso se dice que la vida, como Fuerza Neutralizante, siempre separa a la gente y la divide en camarillas antagónicas. Pero la Tercera Fuerza que desciende por un diferente canal es, al mismo tiempo, una fuerza de unión que mantiene juntas a las personas si éstas valoran el Trabajo. Y esta disciplina, que se cumple por el sentimiento del valor del Trabajo, reúne a las personas de un modo insólito y amplía su vida, y así forman lo que llama un acumulador, vale decir, un grupo de personas que renuncian a algunas de sus reacciones mecánicas y en cierto modo empiezan a obedecer al Trabajo y de este modo transmiten sus influencias. Es algo maravilloso. Y es exactamente con esta maravilla del Trabajo que la gente se transforma y cura interiormente. Es preciso comprender que el Trabajo es una fuerza curativa y que de muchas maneras diferentes se contrapone a la vida y sus influencias —de hecho, realmente se dice en el Trabajo que éste va en contra de la vida— y con ello se ha de comprender que la influencia del Trabajo, la comprensión de lo que significa, van en contra de las influencias y valores provenientes de la vida. Basta mirar lo que ocurre hoy en día a nuestro alrededor, en este denominado tiempo de paz basta ver cómo la vida divide a la gente y fomenta nuevas disputas, nuevos antagonismos por doquier. Entonces se comprenderá porqué se dice que la vida es una fuerza disgregadora y el Trabajo una fuerza unificadora.
Página siguiente