1. El método Ajram
Probablemente conozcas al Josef Ajram deportista, al finalista en competiciones de resistencia tan arduas como la Ultraman de Hawái y la de Canadá, la Marathon des Sables y otras muchas. Quizá te suene el Josef Ajram de Where is the limit?, una pregunta a la que suelo responder: «No sé dónde está el límite, pero sí sé dónde no está».
Si leíste el libro ¿Dónde está el límite?, ya sabrás que uno de mis objetivos es lograr transmitir a las personas que, para conseguir algo, hay que luchar por ello, puesto que no hay nada que te llegue gratuitamente y sin que des algo a cambio. Allí hablaba de tres pautas básicas que, a mí, me han sido de gran utilidad: tomarse en serio las cosas que uno hace, dedicarse en cuerpo y alma a lograr el objetivo que uno se ha impuesto y convencerse de que lo importante en la vida es terminar lo que se empieza.
Pues bien, este mismo Josef Ajram, también es un conocido bróker que participa en tertulias radiofónicas sobre el mundo de la bolsa y escribe en periódicos y blogs sobre este tema. Por este motivo, he decidido publicar este nuevo libro para dar a conocer algunos de los principios que me han permitido alcanzar el éxito, también en bolsa. Contiene las ideas básicas que transmito en cursos en seminarios de iniciación y está pensado tanto para quienes no tienen la oportunidad de asistir a uno de estos cursos, como de libro de apoyo para quienes sí habéis asistido al curso.
¡Atención!: Éste es un curso práctico de iniciación, cuyo objetivo no es que a partir del próximo lunes ya ganes dinero, sino que a partir del lunes ya no pierdas más.
Es como si te regalase unas zapatillas de deporte. El primer día no te pondrás a correr una maratón, sino que empezarás con un kilómetro y, poco a poco, iniciarás tu propio proceso hasta llegar a correr la distancia que te propongas.
Soy un especulador
Me llamo Josef Ajram, tengo treinta y dos años y hace doce que me dedico profesionalmente al mundo de la bolsa. Desde hace unos ocho años me dedico específicamente al daytrading, es decir, que la gran mayoría de operaciones que realizo son operaciones en las que compro y vendo el mismo día. Éste es el objetivo de este negocio: saber cuánto perderás o cuánto ganarás cada día.
Precisamente la diferencia entre el inversor y el especulador —nosotros—, es que el inversor espera una rentabilidad a largo plazo y nosotros buscamos rentabilidad al día.
El daytrading es un método para pobres, así que si tienes cinco millones de euros en efectivo para invertir, éste no es tu método; este método sirve para crear dinero sin tener dinero.
Trabajé durante tres años en una agencia de valores y cuando di el salto, con veintitrés años y 10.000 euros de base, tenía dos opciones:
- invertir y esperar una rentabilidad de un 10% anual, es decir, obtener 11.000 euros, que está muy bien, o
- marear este dinero, comprando y vendiendo varias veces con la misma base, buscando siempre una rentabilidad final diaria, intentar ganar 100 euros al día.
Más adelante veremos cómo actualmente todavía es más fácil realizar esto porque, si se desea, existe la posibilidad de comprar y vender por un valor diez veces superior a nuestra garantía. Es decir, si tenemos 10.000 euros podemos comprar acciones por 100.000 euros.
Así es como intentaremos crear dinero. Sin dinero. Sólo necesitamos una base y marearla.
A menudo, la gente dice: «En ocasiones he intentado aplicar este método, comprando y vendiendo varias veces, pero las comisiones me ahogan. ¿Cómo puedo solucionarlo?». Lo primero es encontrar una agencia de valores competitiva (con comisiones competitivas) y a la vez responsable, que dé confianza y sea muy eficiente (es decir, con mucha velocidad de operación), que es el otro aspecto crucial para que este método funcione. Es fundamental operar en las mismas condiciones que un profesional en lo que se refiere a comisiones y a velocidad de datos, si no ya empezaremos con desventaja.
Con este libro pretendo transmitir mis conocimientos. Me produce una gran satisfacción poder explicar lo que a mí me hubiese gustado que me explicasen cuando empecé el año 2002; lo que encontrarás a continuación es fruto de todo lo que he aprendido desde entonces, a menudo a base de darme algún que otro batacazo.
Te preguntarás por qué me decidí por el daytrading.
La respuesta es muy sencilla. Si yo hubiese sido tan bueno como Warren Buffet como para ganar 100.000 euros al año durante los últimos diez u once años, hubiese necesitado un capital inicial de un millón y medio de euros. Y si no hubiese sido tan bueno como él —que sería lo normal— y hubiese indexado este millón y medio de euros en el IBEX-35 (las 35 empresas más importantes del mercado español), mi rentabilidad hubiese sido negativa (-1%).
De ello podemos sacar una primera idea que te ha de quedar muy clara: especular en bolsa no es más arriesgado que invertir en bolsa. Al contrario, te demostraré que es mucho más arriesgado ser inversor que especulador.
Posiblemente ser especulador (trader) es uno de los negocios más seguros del mundo. Estoy convencido de ello.
Si tienes un negocio sabes que tiene un coste diario debido a unos gastos fijos importantes como las nóminas del personal, el alquiler del local, el coste del producto o de stock… Y, como inversor, lo puedes perder todo porque la inversión está sujeta a efectos que no están bajo nuestro control. En cambio, en el daytrading no tenemos ningún gasto fijo, únicamente pagamos si operamos, y el único capital que podemos perder es la garantía, que es nuestra inversión.
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Quizá no haya «un» método, quizá no exista una regla matemática que puedas aplicar a partir del próximo lunes. En las páginas siguientes explicaré lo que a mí me ha funcionado bien. Creo mucho en la especialización y te recomiendo que no quieras hacer de todo. Hay muchos productos financieros: acciones, futuros, divisas…, y te enseñaré lo que creo que es más fácil para ganar: las acciones españolas, porque el grado de información que tenemos sobre ellas es mayor.
Una reflexión antes de empezar:
el Santo Grial de la bolsa
Más del 90% de los particulares que invierten en bolsa pierden dinero. ¿Por qué? Porque la gente no tiene formación.
La gente habla de «jugar» a la bolsa. Sin embargo, no se trata de ningún juego; por ello, no jugaremos a bolsa sino que invertiremos o especularemos en bolsa. Todos sabemos cuánto cuesta ganar y ahorrar dinero, y no podemos pateárnoslo sin más, simplemente porque no sepamos qué hacer con él (y créeme, la bolsa no es tan divertida).
En España hay nueve millones de personas relacionadas directa o indirectamente con la bolsa, ya sea con acciones, planes de pensiones o fondos de inversión. Y, a partir de ahora, tú tendrás una ventaja sobre ellas, dispondrás de las herramientas básicas para que nadie te pueda tomar el pelo porque partirás de unos conocimientos sobre qué y qué no hacer con tus ahorros y tomar las decisiones más adecuadas. Tanto si acabas dedicándote al trading como si no, es seguro que sabrás diversificar mejor tus ahorros.
Sin embargo, no existen ni sistemas ni fórmulas mágicas para ganar en bolsa. Somos seres humanos que nos guiamos por estímulos y sensaciones, y hay gente que sirve y gente que no sirve para la bolsa.
¿Por qué?
Por los nervios.
Hay personas que se ponen muy nerviosas y otras que no, y los nervios son un gran enemigo. Es por ello que cada cual ha de ser honrado consigo mismo y decidir y aceptar si sirve o no (éste es otro de los objetivos del libro). Si te das cuenta de que no sirves, dedícate al plazo fijo, que no resta capital.
Si has decidido que quieres dedicarte a bolsa, has de saber que para ganar en bolsa se debe partir de tres premisas básicas: