Edición en formato digital: marzo de 2017
Título original: The Novel Cure. An A-Z of Literary Remedies
En cubierta: ilustración de © Dover Pictura, William Morris Designs
e ilustración de © iStock.com/kentarcajuan
Diseño gráfico: Ediciones Siruela
© Ella Berthoud y Susan Elderkin, 2013
Published by arrangement with Canongate Books Ltd.,
14 High Street, Edinburg EH1 1TE
© De la traducción y edición, Clara Ministral Riaza
© Ediciones Siruela, S. A., 2017
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Ediciones Siruela, S. A.
c/ Almagro 25, ppal. dcha.
www.siruela.com
ISBN:978-84-17041-61-8
Conversión a formato digital: María Belloso
Para Carl y Ash
y en recuerdo de Marguerite Berthoud y David Elderkin,
que nos enseñaron a amar los libros...
y a montar las estanterías
Í NDICE
I NTRODUCCIÓN
biblioterapia (del gr. biblíon, libro, y therapeía, asistencia) f. prescripción de novelas para las dolencias de la vida (Berthoud y Elderkin, 2014)
Este libro es un manual de medicina, solo que algo diferente de los demás.
Para empezar, en él no se hace distinción entre dolor físico y dolor emocional; en sus páginas es tan fácil encontrar un remedio para la pérdida del apetito como lo es hallar la cura para la pérdida de la esperanza. También incluye situaciones habituales en las que puede encontrarse el lector, como tener muchas cosas que hacer, estar buscando a tu media naranja o pasar por la crisis de los cuarenta. Los episodios más difíciles de la vida, como perder a un ser querido o criar a tus hijos solo, también aparecen recogidos. Tanto si tienes hipo como si tienes resaca, si sufres de miedo al compromiso o si tienes la sensación de que te falta sentido del humor, para nosotras se trata de una dolencia que merece un remedio.
Pero además hay otra diferencia. Nuestros medicamentos no son cosas que vayas a encontrar en la farmacia, sino en las librerías, las bibliotecas o descargándotelas con tu lector de libros electrónicos. Somos biblioterapeutas y las herramientas de nuestro oficio son los libros. Nuestra botica contiene bálsamos beckettianos, torniquetes tolstoianos, los calmantes de Calvino y las purgas de Proust y Perec. Para crearla, hemos recorrido dos mil años de literatura en busca de las mentes más brillantes y las lecturas más reconstituyentes, desde Apuleyo y El asno de oro, del siglo II , hasta los tónicos contemporáneos de Jonathan Franzen y Haruki Murakami.
La biblioterapia ha gozado de popularidad durante décadas en forma de libros de autoayuda. Pero los amantes de la literatura llevan usando las novelas como bálsamos —consciente o inconscientemente— desde hace siglos. La próxima vez que necesites algo que te estimule, o que requieras ayuda con algún embrollo emocional, recurre a una novela. Nuestra creencia en que las obras de ficción ofrecen la mejor biblioterapia, además de la más pura, está basada en nuestra propia experiencia con nuestros pacientes y reforzada por una enorme cantidad de casos de los que tenemos conocimiento. A veces lo que funciona es el argumento de la novela; otras veces es el ritmo de la prosa lo que tiene un efecto calmante o estimulante sobre el alma. En ocasiones es una idea o una actitud sugerida por un personaje que se encuentra en un dilema o un aprieto parecido. Sea como sea, las novelas tienen la capacidad de transportarte a otra vida y hacerte ver el mundo desde otra perspectiva. Cuando estás enfrascado en una novela, incapaz de despegar la mirada de sus páginas, estás viendo lo que ve un personaje, tocando lo que toca, aprendiendo lo que aprende. Quizá creas que estás sentado en el sofá de tu salón, pero las partes más importantes de tu ser —tus pensamientos, tus sentidos, tu espíritu— se encuentran en un lugar completamente distinto. «Para mí leer a un autor no es solamente entender lo que dice, sino ponerme en marcha con él y viajar en su compañía», dijo André Gide. Nadie regresa de un viaje como ese siendo la misma persona.
Sea cual sea tu dolencia, nuestras recetas son muy sencillas: una novela (o dos) que deberás leer a intervalos regulares. Algunos tratamientos te curarán por completo. Otros simplemente te ofrecerán consuelo, mostrándote que no estás solo. Todos ellos calmarán temporalmente tus síntomas, debido al poder de la literatura para distraernos y transportarnos. A veces es mejor administrar el remedio en forma de audiolibro, o leído en voz alta con un amigo. Como con cualquier medicamento, para obtener los mejores resultados es recomendable seguir el tratamiento hasta el final. Además de los remedios, ofrecemos consejos sobre algunos problemas relacionados con la lectura, como no tener tiempo para leer o qué leer cuando no puedes dormir, así como las diez mejores novelas para leer en cada década de tu vida y los mejores acompañamientos literarios para algunas etapas de transición importantes, como tener un hijo... o encontrarte en tu lecho de muerte.
Te deseamos el máximo placer con nuestras píldoras y pomadas literarias. Con ellas ganarás en salud, en felicidad y en sabiduría.
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Como dijo P. J. O’Rourke: «Lee siempre algo con lo que vayas a quedar bien si te mueres a la mitad».
D OLENCIAS DE LA A HASTA LA Z
«Uno se libera de sus enfermedades
vertiéndolas en los libros; vuelve a presentar
y a experimentar sus sentimientos
para así dominarlos».
D. H. L AWRENCE
A
abandono
Plainsong
KENT HARUF
Si el abandono físico o emocional se sufre a una edad temprana —si tus padres estaban tan ocupados que tuviste que criarte solo, si te decían que te fueras con tus lágrimas y pataletas a otro lado o si te endosaron por completo a otros padres (véase adopción)—, sus efectos pueden ser difíciles de superar. Si no tienes cuidado, puede que te pases el resto de tu vida pensando que la gente te va a decepcionar. Como primer paso hacia la recuperación, a menudo ayuda darse cuenta de que es muy probable que quienes te abandonaron a ti fueran víctimas del abandono ellos mismos. En lugar de pensar que ojalá lo superaran y te dieran el apoyo o la atención que tanto anhelas, dedica tus energías a encontrar a otra persona en la que apoyarte, alguien que esté mejor preparado para desempeñar esa labor.
Plainsong, la descripción de Kent Haruf de la vida en el pequeño pueblo de Holt (Colorado), rezuma abandono por todas sus páginas. Guthrie, un profesor del instituto de la localidad, ha sido abandonado por su esposa, Ella, una mujer deprimida que se hace la dormida cuando su marido intenta hablar con ella y se queda observando la puerta con una mirada «desproporcionada» cuando él sale de la habitación. Sus dos hijos pequeños, Ike y Bobby, se quedan desconcertados cuando su madre desaparece de sus vidas sin ninguna explicación. La anciana señora Stearns ha sido abandonada por sus parientes, ya sea porque han muerto o porque la tienen desatendida. Y Victoria, una joven de diecisiete años embarazada de cuatro meses, ha sido abandonada primero por su novio y después por su madre, que, castigando indirectamente al hombre que muchos años antes las abandonó a las dos, le dice: «Tú te has metido en esto sola, jovencita. Ahora tendrás que apañártelas por ti misma» y la echa de casa.