Ingrid Coronado - Mujerón: Conquístate, ámate y enciende tu poder femenino

La decisión más importante
de tu vida

Tengo 50 años de casada y, sin estar exenta de pasar por valles y dificultades, puedo afirmar que he tenido una relación muy plena y feliz. Estoy segura de decirlo gracias a una sola cosa: seguí mi corazón. En la inmadurez de los 15 años, cuando conocí a Pablo, mi mente argüía que no era el tipo “ideal”, el más popular ni el más simpático de las fiestas; sin embargo, dentro de mí siempre sentí y supe que con él encontraría seguridad, respeto y amor, y así ha sido.

Con el tiempo y la madurez logré distinguir que la voz que me guiaba era la del corazón, la cual, por cierto, nunca falla. Además, los años de experiencia me han confirmado que nuestras relaciones definen nuestro nivel de felicidad; así de sencillo y complicado y, en especial, cuando se trata del vínculo de pareja.

Estoy totalmente convencida de que la decisión más importante que tomamos en la vida, querida lectora, es con quién formamos una relación, tal vez una familia, si ésa es la intención; o con quién decidimos permanecer en pareja durante el tiempo que el encanto dure.

En algún momento todos transitamos o transitaremos un camino de búsqueda para encontrar a la persona que a nuestro corazón le parezca la “ideal”. En ese pasaje experimentamos, sufrimos, nos ilusionamos y nos equivocamos. Y es por eso que MujerÓN se vuelve relevante.

Sin duda, como verás en estas páginas, Ingrid nos muestra —con enorme honestidad, valentía y ejemplos reales— que ha recorrido dicho camino y ha aprendido las lecciones. Con un lenguaje sencillo y cercano nos invita a abrir los ojos mediante su experiencia para hacernos conscientes de que si una relación se mueve dentro de los parámetros del egoísmo, el resentimiento, la venganza o cualquier otra expresión del temor, tendrá una energía muy baja, lo que producirá sentimientos que drenan la vitalidad y el bienestar, debilitan e inhabilitan para funcionar de manera adecuada en el mundo. ¿Quién puede ser feliz así?

Por otro lado, la autora nos enseña que, si una relación fluye dentro del amor, la generosidad y la compasión provocarán alegría, ligereza y complicidad en el gozo; algo que los seres humanos anhelamos.

Partamos de la base de que en toda relación transitamos por la gama completa de emociones. Aunque a veces no podamos nombrarlas con exactitud, son parte del viaje y aprendizaje. Sin embargo, Ingrid hace hincapié en que podemos aceptar al otro, siempre y cuando nos aceptemos con nuestras fallas y errores y tengamos disposición para superarlas.

Venimos a este mundo a crecer, desarrollarnos y ser felices. Todas las relaciones, buenas o malas, como describe Ingrid, nos enseñan a ser mejores personas. Cuando son difíciles o complicadas, se vuelven nuestras mejores maestras, aunque en el momento no las podamos ver así.

De la misma manera, este libro nos invita a ser nuestra mejor pareja, a trabajar en nosotras mismas, crecer, nutrir nuestro interior, apasionarnos por lo que hacemos, amar la vida y contagiar el entusiasmo por ella. Convertirse en un mujerÓN es crear un espacio simbólico para que el amor, la prosperidad y la salud fluyan con mayor facilidad.

Si bien las relaciones transitan por distintas fases, las personalidades maduran con el tiempo y las almas evolucionan en la eternidad. Cuando sus miembros deciden pasar amorosamente por todas las fases de la conexión hasta convertirse en una pareja espiritual, se enamoran del alma del otro y de su espíritu. Se descubre entonces el amor profundo. Esto significa no sólo la disposición a ver más allá de lo que los cinco sentidos reportan y aceptar con humildad lo que a cada cual le toca aprender, sino ceder con amor gozoso las propias exigencias en aras de la otra persona.

A lo largo de los años, esa unión llevará a cruzar los valles de las dificultades unidos, para andar el camino tomados de la mano y fortalecidos.