1. Dos cerebros son mejor que uno
(Especialmente si están dentro del mismo cráneo)
Supongamos que le digo:
- Usted tiene en realidad dos mentes distintas, no una.
- Su educación formal en el bachillerato elemental, bachillerato superior o quizás colegio universitario estuvo centrada en desarrollar solo una de esas mentes. La otra ha sido casi completamente ignorada.
- Una clave para convertirse en un mejor aprendiz es utilizar con eficacia ambas mentes… y
- El desarrollo de la mente que hasta ahora había desestimado le abrirá la puerta a un mundo en el que podrá:
- Concentrarse y distraerse.
- Memorizar el material casi sin esfuerzo.
- Desarrollar la confianza en su capacidad de aprendizaje y eliminar las tensiones y ansiedades del aprendizaje.
- Aumentar su imaginación para eliminar sus problemas y pensar creativamente.
Diría que probablemente eres un charlatán de tercer grado y deberías ser embreado, emplumado y enviado fuera de la ciudad en un vagón de tren del 55.
Ya veo, Nurf, que has aparecido pronto en este capítulo. Tu reacción no me sorprende. Es la misma que tienen muchos lectores antes de terminar el libro. Hace falta un poco de fe para aceptar estos hechos. Pero son ciertos. Y si deseas ayudarte a ti mismo, este libro te demostrará cómo conseguir algunos de estos notables resultados.
Sin embargo, en primer lugar tenemos que dar los fundamentos de la información. Necesitas familiarizarte con términos como conversación interior, conciencia, hemisferio dominante, estados activos y pasivos de la mente y pensamiento secuencial versus pensamiento simultáneo. Estas ideas no son difíciles, pero requieren unos minutos de explicación.
CONVERSACIÓN INTERIOR
Empecemos por entrar en la cabeza de Nurf para recoger lo que está murmurando:
¡Dos mentes bajo un mismo sombrero! Va a hacer un buen libro para espantar las moscas de mi plato del desayuno. No me extraña que el sistema educativo americano esté de problemas hasta el gorro.
Ahora que ya hemos entrado ilegalmente en la cabeza de Nurf admitamos que esta conversación también puede estar teniendo lugar en su cerebro. Todos hablamos con nosotros mismos. En nuestro interior realizamos un diálogo constante. Estas conversaciones, a las que llamo conversación interior, tienen un propósito definido. Nos ayudan a clasificar los sentimientos y pensamientos que tenemos sobre el mundo que nos rodea.
De acuerdo, hablo conmigo mismo. ¿Pero quién escucha? Yo solo, y yo soy una persona, no dos.
Cuenta de nuevo, Nurf. Hay posibilidades de que el HABLANTE y el OYENTE que hay en el interior de tu cerebro representen entidades diferentes. Seguro que no siempre están de acuerdo. Más adelante veremos que tienen personalidades muy distintas. ¿No recuerdas ninguna ocasión en que el HABLANTE hacía todo lo posible para persuadir al OYENTE sobre una decisión particular, con la que el OYENTE no estaba de acuerdo? Y, en consecuencia, la decisión nunca «parecía» correcta.
Probemos nuestro primer experimento. Nuestro objetivo es desconectar al HABLANTE. Busque un lugar tranquilo y cómodo en donde nadie le moleste. Siéntese, o túmbese, y relaje su cuerpo.
Procure que la constante conversación interior de su mente se acalle hasta que finalmente desaparezca. Deje que su mente se quede en blanco, como una pizarra vacía. Inténtelo durante dos minutos. (Le esperaré.)
Se acabó el tiempo. ¿No le funcionó? No me sorprende. Pocas personas pueden hacer este ejercicio simple sin considerable práctica y entrenamiento en las técnicas meditativas. Salvo en el estado de sueño es difícil hacer callar al HABLANTE.
Intentémoslo de nuevo, pero esta vez concéntrese en repetirse en silencio para sí mismo una palabra especial. Utilicemos una palabra suave y agradable como por ejemplo «murmullo». Repítala en silencio una y otra vez. ¿Le salió un poco mejor? Con la concentración es más fácil excluir todo lo demás y poner la mente en blanco.
¿QUIÉN ESTA HABLANDO, QUIÉN ESTA ESCUCHANDO?
Su cerebro está dividido en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Están conectados por un haz de fibras nerviosas llamadas el corpus callosum. Opera como un cable de teléfono que envía miles de palabras por minuto en una y otra dirección, manteniendo los dos hemisferios en comunicación constante.
Los científicos creen que el lado izquierdo del cerebro alberga las funciones corticales superiores.
Bravo muchacho. Fenker, vas a impresionar a todo el mundo con tu educación.
Lo siento, Nurf. Se me escapó. Funciones corticales superiores quiere decir simplemente lenguaje, habilidad verbal, razonamiento lógico y pensamiento analítico. Se cree que cada una de estas funciones está relacionada con el hemisferio izquierdo o el HABLANTE. EL HABLANTE domina nuestra percepción del mundo con su constante habilidad verbal.
Se cree que el hemisferio derecho, aunque menos entendido, es el responsable del razonamiento espacial, la visualización y la creatividad. También es el OYENTE, la parte del cerebro que «escucha» el constante diálogo del HABLANTE.
Oye, Fenker. ¿No estarás inventando una gran parte de todo esto?
Muchas gracias, Gorbish. Continuemos ahora… Como los dos lados son normalmente activos en cierta medida, describimos usualmente el hemisferio que está controlando su actividad consciente en cualquier momento como el hemisferio dominante. Además, asociado con un hemisferio particular que es dominante hay un estado único de mente o conciencia.
Hay muchos de esos estados. Su estado de conciencia normal, cotidiana, de vigilia, es probablemente el que le resulta más familiar. En este estado, la vida es una serie continua de actividades: comer, leer, caminar, hablar, ver la televisión, etc. Su conciencia o atención están dirigidas hacia estas actividades. Por otra parte, el HABLANTE suele estar atareado en controlar, guiar o evaluar lo que está sucediendo.
Hay otro estado de mente que es más pasivo. Está asociado con la «sensación» de los alrededores: atendiendo a los sonidos, gustos, olores, tactos y mucho pensamiento verbal. Es típicamente un estado relajado en el que usted es ante todo un receptor de información sobre el mundo, en lugar de un actor o manipulador.
El estado activo de mente, su conciencia normal, se produce cuando el hemisferio izquierdo es el dominante. Inversamente, el hemisferio derecho es el dominante en los estados más pasivos que receptivos de conciencia.
De acuerdo, Fenker, cerebro izquierdo: HABLANTE, activo, dominante. Cerebro derecho: OYENTE, pasivo, receptivo. ¿No vas a llegar nunca al centro de la cuestión?
Nos estamos acercando, Nurf. Voy a enseñarte por qué este estado pasivo es importante para el aprendizaje. El primer paso consiste en demostrar la importante conexión que hay entre tus «dos cerebros», y para ello tienes que entender el lenguaje de cada uno.
SECUENCIAL VERSUS SIMULTÁNEOS
El lenguaje del cerebro izquierdo no es problema. Es la lengua común y ordinaria que utilizamos todos los días con palabras, frases y normas gramaticales que le proporcionan su estructura. Conoce bien este lenguaje, porque, como ya dije antes, el 95% de su educación normal la ha utilizado para leer, escribir, hablar y razonar.
El pensamiento del cerebro izquierdo es lógico, ordenado y secuencial. Creamos las frases palabra a palabra y los párrafos frase a frase. Combinamos estas unidades de lenguaje trozo a trozo hasta que forman un pensamiento o idea completo.
Ahí está el problema, cuando tratamos de aprender un material nuevo o complejo o tratamos de tomar una decisión difícil y personal. Hay tanta información que perdemos el sentido de la frase. Tratamos de adecuar las ideas y los datos de un modo lógico y, ¿qué sucede? Que por su complejidad, los pensamientos se convierten en un revoltijo en lugar de fluir ininterrumpidamente hasta una conclusión.