Explicación
Esta obra es recopilación de las arengas de Silo.
Cada una de ellas ha sido ambientada con breves declaraciones sobre las circunstancias que operaron en el momento de producirse, a fin de dar al lector oportunidad de aprehender el «contexto» tan importante para el análisis objetivo.
No podemos decir que los «Diálogos de Isla Negra» o «La Despedida» tengan carácter de arengas, pero de todas maneras los hemos incluido aquí porque contribuyen a poner en claro algunos puntos apenas rozados en las otras disertaciones.
En el estilo oratorio como es sabido, la mejor forma de ponerse en contacto con el mensaje no es por cierto la de leer, sino la de escuchar. Como el presente medio no es adecuado para tales fines nos permitimos sugerir que la lectura sea efectuada en voz alta. De este modo habrá una mayor aproximación al sentimiento (que también es significado), apagado en este caso por la fría letra.
Todo el material que aquí presentamos está tomado fielmente de cintas grabadas, salvo el de «La Despedida» que fue copiado al correr de la mano. Afortunadamente el Dr. Pedro J. Restrepo estaba presente ese día. Vaya para él nuestro agradecimiento por haber rescatado un documento tan significativo.
En cuanto a las tres conferencias que decidimos incluir, nos presentaron desde el primer momento varios problemas.
En primer lugar, no fueron dadas para el grueso público, sino para un reducido auditorio conocedor de temas especializados de la doctrina de Silo.
En segundo lugar, no tenían continuidad entre sí y más bien parecían desarrollos aclaratorios ofrecidos como respuestas a cuestiones planteadas en aquellos días.
En tercer lugar, al ser intercaladas entre las arengas, producían la misma ruptura que podía lograr un desarrollo matemático incluido en una compilación de poemas.
Estas y otras dificultades nos hicieron dudar acerca de la conveniencia de presentarlas en el mismo volumen, pero deseando ofrecer a los lectores todo el material que se lanzó en 1969, descuidamos finalmente las razones apuntadas más arriba y nos decidimos por publicarlo todo atendiendo simplemente a la sucesión de fechas en que fueron producidas las disertaciones.
De todas maneras, nos consideramos obligados a presentar un esquema aclaratorio de los temas fundamentales del siloísmo para que el lector no especializado pudiera interpretar las conferencias que de otro modo le hubieran resultado en extremo oscuras.
Las páginas siguientes fueron encomendadas al escritor H. van Doren quien las redactó y puso bajo el título de «Los temas fundamentales de la Escuela de Liberación».
Los recopiladores
Introducción
En el presente libro se reúnen las arengas, diálogos y conferencias dadas por Silo en 1969.
La primera arenga es un breve exordio en que aparecen esbozados casi todos los temas que irán tomando cuerpo en las siguientes disertaciones.
La segunda, estudia la situación de «fracaso» como necesaria para la toma de conciencia de todo hombre que desee ser auténtico.
La tercera considera las relaciones entre necesidad y deseo y las motivaciones del sufrimiento, explicando las formas de la violencia como asimismo los recursos para eliminarla.
La cuarta, quinta y sexta, son conocidas como «arengas prohibidas». Se refieren sobre todo a las relaciones de los hombres, a los procesos de la sociedad y de la religión y son también el canto poético y profético sobre nuestra América.
Los «Diálogos de Isla Negra» deslizan la crítica sobre las trampas que esta sociedad tiende a los hombres para atraparlos en sus engranajes.
«La Despedida», reivindica el espíritu dionisíaco pero humanizándolo, traduciéndolo a un conmovedor estilo de ruda sencillez.
En cuanto a las conferencias, sus títulos son de por sí explicativos, pero el rigor utilizado en el tratamiento de los temas nos ponen delante no ya del poeta, del moralista o del reformador social, sino delante del especialista en el uso de las herramientas lógicas.
Termina uno de leer este libro con la sensación de que debe comenzar a estudiarlo.
El escritor van Doren, se encarga en las primeras páginas de ayudar a la clarificación de problemas abstrusos surgidos de las explicaciones que Silo dió a círculos reducidos de personas.
Esta recopilación es una suerte de compromiso ideológico. El tiempo seguramente se encargará de desdoblar y desarrollar esta síntesis.
Los Temas Fundamentales de la Escuela de Liberación
Temas Fundamentales
No estamos en condiciones de rastrear la procedencia (hasta sus orígenes) de la línea ideológica que Silo desarrolló en la Escuela. Parece no obstante, que ya otros habían emprendido su trabajo con una orientación similar.
Hay quienes afirman que la Escuela es una sola y la misma de siempre. Que la Escuela está en los orígenes de toda gran religión, ya que los fundadores salen de ella y adaptan las enseñanzas con sentido popular pero respetando los principios fundamentales. Que la Escuela siempre se ha dividido en numerosas órdenes de especialización, desarrollándose unas más que otras de acuerdo a las necesidades de sus integrantes. Que en fin, con el correr del tiempo muchas de estas órdenes se han ido desviando hacia el formalismo ritual y el ocultismo sin sentido, cortando poco a poco su contacto con la fuente.
Masonería, Rosacrucianismo, Teosofía, etc., serían ejemplos de diversas órdenes de la misma Escuela (para citar a las más recientes y dejando de lado si conservan o no su contacto original). Los grandes fundadores: Rama, Zoroastro, Moisés, Buda, Cristo, serían maestros a quienes la Escuela les dió la misión de popularizar la enseñanza.
Todo esto desde luego, no puede probarse.
Pero aún cuando los orígenes no sean remotos, aún cuando las grandes religiones y las grandes sectas estén desconectadas y no tengan la misma raíz, debemos reconocer un conglomerado de doctrina y técnica común a todas ellas.
Está claro que las diversas religiones y sectas tienen puntos de divergencia, grados de profundidad y seriedad dispares, organizaciones distintas y fines que en ocasiones aparecen como opuestos.
Por otra parte la validez de una enseñanza espiritual no está necesariamente ligada a la tradición. Hay quienes opinan justamente lo contrario.
Para los investigadores, el nacimiento de las religiones y de la Escuela permanece oscuro. Aun cuando sus orígenes sean discutidos, la Escuela tendrá una cantidad de temas traducidos al lenguaje de la época, que nos permitirá comprender sus pretensiones.
No es fácil apresar un cuerpo de doctrina que está dirigido a la realización espiritual de los individuos. Tratemos por lo menos de ordenar los puntos más importantes que Silo desarrolló a los que se disponían a ingresar en la Escuela.
Disposición de quien desea iniciar el Trabajo
Aquel que entra a la Escuela, tiene bien en claro los siguientes puntos:
1.º Que no es libre para tomar ninguna decisión. Que todo lo que cree elaborar y elegir, es producto de las determinaciones del medio que lo rodea y de las propias necesidades de su maquinaria psicofisiológica. Debe tener presente la fórmula: «El hombre no puede hacer nada sino que todo le sucede».
2.º Que no debe buscar fines, ni declaraciones de principio, ni cosas semejantes. Si hay una finalidad, es la de enseñar métodos de liberación que permitan al ser humano, dejar de obrar mecánicamente. Sólo un hombre no mecánico puede trazar planes y orientarse hacia fines con significado.
3.º Que a la Escuela se va a aprender y no a enseñar o a discutir. Lo primero que debe aprender es a escuchar.
4.º Que no puede saltear ningún paso de los que se le indiquen sin peligro de arruinar todo lo que ha ganado y destruir toda posibilidad futura.
5.º Que la impaciencia es su peor enemiga.