EL TRABAJO CENTRADO EN EL EVANGELIO
por Tim Chester.
© 2016 por Poiema Publicaciones, publicación electrónica.
Traducido con permiso del libro Gospel-Centred Work © Tim Chester, 2013, publicado por The Good Book Company.
Las citas bíblicas han sido tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) ©1999 por Biblica, Inc., todos los derechos resevados, agregando mayúsculas a los pronombres que se refieren a Dios. Las citas marcadas con la sigla RVC han sido tomadas de La Santa Biblia, Versión Reina Valera Contemporánea ©2011 publicada por Sociedades Bíblicas Unidas.
Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio visual o electrónico sin permiso escrito de la casa editorial. Escanear, subir o distribuir este libro por Internet o por cualquier otro medio es ilegal y puede ser castigado por la ley.
Poiema Publicaciones
www.poiema.co
SDG
Contenido
El trabajo es un aspecto importante de nuestras vidas. Muchos vamos a la fábrica, al taller, a la tienda, a la oficina o al salón de clases todas las mañanas. Otros se quedan en casa haciendo los quehaceres domésticos o cuidando a los niños. Un número cada vez mayor de personas tiene trabajos de medio tiempo.
La mayoría de las personas que tienen un empleo de tiempo completo trabaja alrededor de cuarenta horas a la semana. Algunas personas trabajan mucho más tiempo. Esto representa por lo menos un tercio de las horas que pasamos despiertos. Y cuando a eso le sumamos otros trabajos que hacemos, como los quehaceres en el hogar, entonces quizá pasamos más de la mitad de nuestro tiempo trabajando. Con toda seguridad pasamos más tiempo trabajando que haciendo cualquier otra actividad. El trabajo es un aspecto importante de nuestras vidas.
Esto quiere decir que si queremos ser personas centradas en el evangelio, viviendo vidas centradas en él, tenemos que pensar con detenimiento en qué consiste el trabajo centrado en el evangelio. ¿Qué significa vivir para Jesús en el lugar de trabajo?
Tenemos que establecer una conexión entre la mañana del domingo y la mañana del lunes. El domingo por la mañana cantamos acerca del amor de Dios y de Su poder. Pero ¿qué quiere decir vivir a la luz del amor de Dios y de Su poder en un lugar de trabajo que muchas veces es hostil y ejerce presión sobre las personas? ¿La persona que canta alabanzas a Dios los domingos es la misma persona el lunes cuando se enfrenta a un problema complicado, a un cliente incómodo o a un colega difícil?
De esto es de lo que trata este libro, de darle al mundo del trabajo un enfoque centrado en el evangelio. Lo puedes leer por tu cuenta. Los capítulos, al ser cortos, tienen la intención de que puedas leerlos con facilidad cada mañana mientras te desplazas hacia tu lugar de trabajo todos los días. También puedes leerlo dentro de un grupo pequeño, o a lo mejor en un grupo en casa o en compañía de algunos de tus compañeros de trabajo. Los estudios de la Biblia y las preguntas de reflexión ofrecen oportunidades de entrar en diálogo con las demás personas del grupo.
LA LEYENDA
PARA CADA CAPÍTULO
Un concepto clave para centrar nuestras vidas en el evangelio.
Una situación basada en la vida real que resalta problemas o frustraciones en la vida cotidiana.
Un pertinente pasaje bíblico con algunas preguntas que te ayudan a procesarlo.
Una presentación del principio clave que enseña la base teológica y sugiere aplicaciones contemporáneas.
Algunas preguntas útiles para la reflexión en grupo o de manera individual.
Algunas ideas o ejercicios que te ayudan a pensar cómo puedes aplicar el principio a tu propia situación personal o colectiva.
El trabajo puede ser divertido, satisfactorio y emocionante.
Marcos vio el reloj. 4:55 de la tarde. Faltaban cinco minutos para salir. Con toda seguridad no importaría si cerraba uno o dos minutos más temprano esta noche. Vio la pila de cajas de zapatos que estaban en la esquina. Eso podía esperar hasta mañana. Algunos de los estantes necesitaban que los enderezaran, pero de nuevo se iban a volver a desarreglar. “No, fue todo por hoy”, se dijo. Volteó el letrero que colgaba en la ventana —“cerrado”— y cogió su abrigo.
María vio el reloj. 4:55 de la tarde. Faltaban cinco minutos para salir y entró otra llamada. “Hola, ¿en qué le puedo ayudar?”, contestó con voz educada. Al mismo tiempo miró a Cristina y fingió un bostezo. “Me temo que eso es lo mejor que puedo hacer…”, dijo después de pasados unos minutos. Entonces, una vez que la llamada hubo terminado, agregó: “… a las 5:00 de la tarde después de un largo día”.
A las 7:20 de la noche Marcos y María estaban sentados en la sala de Juan esperando a que el resto del grupo llegara. “¿Qué tal les fue hoy en el trabajo?”, les preguntó Juan. Ambos suspiraron. “Igual que siempre”, se quejó María. “Alcanza para pagar las cuentas”, dijo Marcos, antes de lanzarse a contar la historia de un molesto cliente. Juan estaba sentado ahí escuchando y preguntándose si debía decir algo frente a la actitud que Marcos y María estaban tomando.
Lee Génesis 1:1 – 2:2
¿Qué semejanzas hay entre el trabajo de Dios y nuestro trabajo?