Viví como cristiano durante un tiempo y cuando leí la Biblia no pude entender correctamente qué decían las Escrituras. Sin embargo, la Biblia me estaba diciendo que a mi fe le faltaba algo. El Señor me estaba diciendo a través de Su Palabra lo que le faltaba a mi fe, y era el hecho de que tenía que recibir la remisión de todos mis pecados. Y además, tenía que creen en la justicia del Señor. Después, empecé a darme cuenta de por qué me sentía tan incómodo en mi corazón y era por culpa de mis pecados; y así el Señor me dio el deseo de buscar la salvación con esto en mente. |
Entonces, un día, mientras me preguntaba qué significaba este versículo de las Escrituras: “Permíteme hacer ahora, pues conviene así que cumplamos toda justicia” (Mateo 3:15), tuve la oportunidad de entender las Escrituras completamente. Me di cuenta, con la ayuda de Dios, de que el Señor cargó con todos los pecados del mundo sobre Su cuerpo y recibió mis pecados y los de toda la humanidad mediante el bautismo de Juan, y después eliminó todos estos pecados al morir en la Cruz y con Su resurrección. En el momento en que entendí esta Palabra de Dios completamente, pude ser librado de mis pecados. Por eso me he dedicado a predicar este mensaje de la justicia del Señor, que salva perfectamente a todos los que creen. |
Sermones sobre Hebreos (II)
¿Conocen la intención del autor del Libro de Hebreos?
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Í NDICE
Prólogo
¿Tienen la misma fe que los antecesores de la fe en el Libreo de Hebreos o están viviendo con un tipo de fe diferente? Los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu tienen la misma fe que los antecesores de la fe de los que hablan el Nuevo y Antiguo Testamento. Como los antecesores de la fe en la Biblia obtuvieron la fe en la Palabra de Dios, los que creemos en estos tiempos de incertidumbre tenemos la misma fe en el Evangelio del agua y el Espíritu, que es la justicia de Dios. Por tanto, debemos vivir con fe en la justicia de Dios. Todavía debemos saber que creer en la verdadera remisión de los pecados es tener fe en el Evangelio del agua y el Espíritu, explicado explícitamente en la Biblia. Solo entonces podemos experimentar el verdadero gozo como un verdadero cristiano.
Cuando predico sobre el Libro de Hebreos, le doy gracias a Dios porque hay muchos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu y son las personas que siguen a Jesús con la misma fe de los antecesores de la fe. Por tanto, estoy muy agradecido a Dios. El Señor nos dice que demos gracias siempre. Debemos ser el tipo de gente que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu que nos dio el Señor y darle gracias siempre. ¿Creen en el Evangelio del agua y el Espíritu que el Señor nos ha dado? Me gustaría pensar en si han recibido o no la remisión de los pecados y que están preparados para recibir al Señor.
Esta era actual es la era en la que la gente busca desesperadamente el Evangelio del agua y el Espíritu. La gente sufre y sus mentes y emociones sufren por los desastres naturales y sus muchos pecados. Pero nada en este mundo puede resolver sus pecados o curar sus corazones rotos. Por tanto, la humanidad se pregunta qué hacer. Al saber esto, les pido que crean en el Evangelio del agua y el Espíritu hoy para que puedan recibir la remisión de los pecados aceptando el Evangelio del agua y el Espíritu en sus corazones.
¿Está agonizando su alma por sus muchos pecados y temen el futuro? Si es así, deseo sinceramente que acepten la palabra bendita de la promesa que les ha dado el Señor. Si hacen esto por fe honestamente, entenderán la fe de los antecesores de la fe en el Libro de Hebreos y la intención del autor del Libro de Hebreos, que fue escrito para su generación.
Quiero exhortarles. Deseo que acepten en sus corazones el Evangelio del agua y el Espíritu. Así que oro para que reciban todas las bendiciones del cielo. También oro para que vayan al mismo lugar donde estarán los que tienen la misma fe que nuestros antecesores.
Paul C. Jong
May, 2011
La Palabra de salvación
testificada en varios tiempos
y en varias maneras
< Hebreos 1:1-3 >
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”.
El Libro de Hebreos nos muestra de diferentes maneras cómo los profetas pudieron soportar y vencer la persecución. Así que, cuando estudiamos el Libro de Hebreos, podemos aprender acerca de los detalles de la Biblia, tanto del Antiguo como el Nuevo Testamento. Por tanto, el Libro de Hebreos es muy importante, pero lo que la mayoría recuerda de Hebreos es solamente el capítulo 11, que describe a la gente de fe. Sin embargo, la razón por la que el Libro de Hebreos es tan indispensable para nosotros es que fue escrito para los judíos que se habían convertido al cristianismo.
En otras palabras, la mayoría de ellos eran fuertes seguidores del judaísmo que se dieron cuenta de que Jesucristo era su Salvador; lo aceptaron por fe y así fueron salvados. Como todavía estaban confundidos por su antigua fe, el mensaje de Hebreos debería considerarse muy importante para nosotros también. Con respecto a lo que hemos aceptado, aunque demos testimonio de lo que creemos en Jesús, la cuestión es si Jesús es nuestro Señor y Dios personal o no. En otras palabras, el Libro de Hebreos es la preciosa Palabra de Dios que nos permite darnos cuenta de que el Señor es nuestro Salvador y que ha resuelto el problema de nuestros pecados, en vez de creer en Jesús porque otras personas creen en Él y además demuestra la preeminencia de Jesucristo.
De la misma manera en que hubo personas que se convirtieron del judaísmo al cristianismo, hoy en día hay muchas personas que se han convertido en el cristianismo de otra religión. En vez de ir a la iglesia por cuestión de hábito o deber y decir sin creerlo que Jesús es nuestro Salvador, deberíamos darnos cuenta de que nuestras almas deben encontrar a Dios sinceramente de manera concreta a través de la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu y de que debemos esforzarnos por hacer una confesión de fe sincera para decir que Jesucristo es nuestro Salvador.
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