Desde su más tierna infancia, Lorna Byrne (Dublín, Irlanda, 1954) ha tenido el don de ver a los ángeles y hablar con ellos. Después de haber criado a sus hijos, se ha dedicado a hablar sobre las enseñanzas que ha recibido. Actualmente vive en su Irlanda natal. Desde la publicación de Ángeles en mi cabello ha difundido por todo el mundo un mensaje de esperanza y amor universales. Sus libros se han traducido a treinta idiomas y se han publicado en más de cincuenta países. También es autora de Un camino al cielo, Un mensaje de esperanza de los ángeles, Amor desde el cielo y Ángeles entre mis dedos.
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PLEGARIAS DEL CORAZÓN
Oraciones para pedir ayuda y bendiciones, rezos de amor y gratitud
Título original: PRAYERS FROM THE HEART. Prayers for Help and Blessings, Prayers of Thankfulness and Love
© 2018, Lorna Byrne
Traducción: Enrique Mercado
Fotografías de portada: Shutterstock.com
Fotografía de la autora: © Jason Clarke
D.R. © 2019, Editorial Océano de México, S.A. de C.V.
Homero 1500 - 402, Col. Polanco
Miguel Hidalgo, 11560, Ciudad de México
www.oceano.mx
Primera edición en libro electrónico: enero, 2019
eISBN: 978-607-527-780-6
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o trasmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo y por escrito del editor.
Libro convertido a ePub por Capture, S. A. de C. V.
Dedico este libro, con paz y amor
en mi corazón, a todos mis lectores
Capítulo 1
Cambiemos nuestra relación
con Dios por medio
del poder de la oración
Escribo ahora mi primer libro de plegarias y estoy rodeada de ángeles; los Ángeles de la Oración están aquí también. Cuando me asomo por la ventana, veo a veces una cascada interminable en torno a mi casa y dentro de esta habitación, que sube en lugar de bajar: una cascada de Ángeles de la Oración. Sé que Dios los ha puesto muy cerca de mí porque en este libro de plegarias escribiré muchas oraciones para todos.
Desde que publiqué mi primer libro, Ángeles en mi cabello, personas de todo el mundo me han pedido que escriba un libro de plegarias, que escriba oraciones sobre casi todo lo imaginable. Sé que muchos de nosotros necesitamos una oración particular para diferentes cosas en nuestra vida, con objeto de que nos ayude a salir adelante en medio de los altibajos de la existencia.
Aun en un buen momento podrías descubrir que te cuesta trabajo lograr lo que quieres, aquello que crees que debes conseguir. Estás a medio camino de la montaña que escalas en tu vida, pero cuando miras al frente, ves todavía una cuesta enorme por subir. No obstante, si por un momento miras atrás, verás que ya llegaste muy lejos, y podrás concentrarte otra vez en el camino de tu vida.
Los malos momentos suelen ser aquéllos en que nos desanimamos porque no hemos logrado lo que queríamos o lo que creíamos merecer. Te ves al pie de esa montaña, incapaz de dar un paso al frente. Rezar puede ayudarte entonces. Puede darte la fortaleza que necesitas, el aliento que te hace falta para dar el paso siguiente en el camino de tu vida. Este sendero da muchas vueltas, sube y baja en ocasiones, mientras te conduce a lo largo del viaje de tu existencia.
Todos necesitamos orar. Digas lo que digas —creas o no en esto—, siempre habrá un momento en tu vida en el que necesites rezar. Y todos precisamos de ello, pese a que a veces estemos tan abatidos que nos sintamos incapaces de orar. Por eso debemos pedir por nuestros semejantes: porque a veces sencillamente no podemos hacerlo por nosotros mismos. Tal vez sintamos demasiado dolor, físico y emocional, y no podamos recitar las plegarias que necesitamos para que nos ayuden en ese momento particular.
Otra cosa que la oración hace por nosotros es recordarnos que debemos gozar cada paso que damos en el camino de la vida, y no apresurarnos. Rezar nos recuerda que debemos vivir al máximo y disfrutar cada momento, los buenos y los malos, los no tan buenos y los no tan malos. Toda la vida es como si estuviéramos en una balanza, como si nuestra felicidad pendiera de un hilo. Pero en medio de nuestros altibajos siempre debemos tratar de disfrutar cada momento, aun entre lágrimas.
Necesitamos plegarias para todas estas cosas. Oraciones para soportar la congoja y el dolor que experimentamos. Necesitamos oraciones que nos ayuden a avanzar por la vida, a sentir felicidad y alegría. Cuando rezamos, nuestra alma, nuestra energía, se pone en contacto con Dios, lo cual nos da paz y esperanza, valor y fortaleza.
Todas las plegarias de este libro las recibí de Dios, en ocasiones por medio de los ángeles. A menudo, mientras escribía este libro había un arcángel a mi lado, el Arcángel Miguel u otro, y a veces era uno de los ángeles que están presentes en mi vida todos los días. Por supuesto que mi ángel de la guarda estuvo conmigo todo el tiempo.
La oración beneficia a quienes sufren temor, angustia y depresión. El estado de ánimo y dificultades emocionales de una persona tienen también un aspecto físico. Tanto nuestro cuerpo como nuestra mente requieren el poder de la oración, el contacto con nuestra alma que el rezo nos da. El poder de la oración puede ayudarnos a descubrir esa conexión y darnos fuerza para vencer todas esas dificultades mentales y emocionales, aunque, como veremos, también puede contribuir a nuestra curación física.
Un individuo debe pedir por sí mismo. Sé que ésta es una parte muy importante pero, como ya dije, es igualmente significativo que los demás pidan por él, para que tenga la fuerza que necesita para lidiar con su sufrimiento y sepa que saldrá de su apuro. Muchas personas me han contado que padecían una muy grave aflicción, algunas de ellas al grado de haber pensado en suicidarse, y que un día descubrieron que se dirigían a Dios. Se dieron cuenta de que rezaban, y a partir de entonces tuvieron más fe en su interior. Pudieron ver la luz de la esperanza frente a ellas. La oración contribuye a disipar esa nube, ayuda al individuo a ver la vida que tiene por delante.
C ÓMO ORAR MEJOR
Lo único que hago es ponerme a orar. Basta con que se me ocurra para que empiece a rezar. Pero muchas personas me preguntan cómo orar, o cómo hacerlo mejor.
Di dentro de tu cabeza que te tomarás un momento, un minuto siquiera, y guarda silencio. No es indispensable que digas nada, sólo practica vaciar tu mente.
No creas que necesitas un lugar específico. El mundo ha cambiado mucho. Hoy la gente no cesa de ir de un lado a otro. Incluso podrías rezar mientras vas a alguna parte.
Cualquier lugar es bueno para rezar. Pero en algunos, el velo entre este mundo y los mundos espirituales es muy fino. Algunos de ellos, como las iglesias o lugares santos, o los sitios sagrados en bosques, cuevas o cimas de montañas, se han usado desde hace mucho tiempo como centros de oración. Se han convertido en lugares sagrados, espacios de silencio, de oración y meditación, y cuando entramos en ellos, notamos que hay paz y quietud. En su mayoría, son lugares tranquilos. Se han impregnado del amor y espiritualidad de las personas que estuvieron ahí antes. Cuando me acerco a estos sitios, veo que ese amor y espiritualidad emana de ellos.
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