La información contenida en este libro no busca sustituir sino complementar, los consejos del pediatra de su hijo. Antes de iniciar cualquier tratamiento o programa médico, debe consultarlo con su pediatra, que tendrá en cuenta las necesidades individuales de su hijo y le aconsejará sobre síntomas y tratamientos específicos. Si tiene la más mínima duda sobre en qué medida la información contenida en este libro se ajusta al caso concreto de su hijo, hable con el pediatra del niño.
La información y los consejos que se brindan en este libro se ajustan a niños de ambos sexos, a pesar de utilizar el género masculino para efectos de uniformidad.
La Academia Americana de Pediatría se mantiene informada sobre los nuevos avances científicos y actualiza constantemente sus recomendaciones. Por ejemplo, las investigaciones que se realicen en el futuro y el desarrollo de nuevas vacunas pueden modificar las pautas de vacunación infantil. Por este motivo, es posible que el calendario recomendado en este libro sufra ciertas modificaciones. Ésta y otras situaciones posibles permiten apreciar lo importante que es que consulte siempre al pediatra, para que le informe sobre los últimos avances científicos relacionados con la salud de su hijo.
Preparativos para un nuevo bebé
E l embarazo es un período de anticipación, emoción, preparativos, y, en muchos casos, de incertidumbre. Usted sueña con un bebé sano, fuerte y brillante, y quiere proporcionarle todo lo que necesitará a fin de que crezca bien. Probablemente también tendrá miedos y dudas, sobre todo si se trata de su primer hijo, o si ha tenido algún problema en éste u otro embarazo. ¿Y si algo va mal durante el embarazo? ¿Y si las cosas se complican durante el parto? ¿Y si resulta que ser madre no es lo que había soñado? Afortunadamente, la mayoría de estas preocupaciones son innecesarias. Los nueve meses de embarazo serán suficientes para que sus preguntas encuentren respuesta, calme sus temores y se prepare para la maternidad.
Parte de estos preparativos empiezan cuando usted recibe la noticia de que está embarazada. La mejor forma de ayudar a su hijo a desarrollarse bien es cuidar de sí misma. La atención médica y una buena nutrición beneficiarán directamente la salud de su hijo. Descansar mucho y hacer ejercicio con moderación, la ayudarán a superar el estrés físico asociado al embarazo. Pregúntele a su médico sobre las vitaminas prenatales y la importancia de no fumar ni tomar alcohol.
A medida que el embarazo avance, deberá enfrentarse a una larga lista de decisiones, desde prepararse para el parto hasta decorar la habitación del futuro bebé. Probablemente usted ya habrá tomado muchas de estas decisiones y habrá pospuesto otras porque su bebé todavía no le parece “real”. Aún así, cuanto más se prepare para la llegada del bebé, más real le parecerá su hijo y más corto se le hará el embarazo.
Al final, tendrá la sensación de que toda su vida gira alrededor del bebé que está por nacer. Esta creciente preocupación es sana y completamente normal y, de hecho, la ayudará a prepararse emocionalmente para los retos que implica la maternidad. Después de todo, ¡usted va a estar tomando decisiones sobre su hijo por las dos próximas décadas! Ahora es el mejor momento para empezar.
Éstas son algunas recomendaciones que la ayudarán con los preparativos más importantes:
Déle a su bebé un comienzo sano
Prácticamente todo lo que usted ingiera o inhale mientras esté embarazada acabará llegando al feto. Este proceso empieza desde el momento de la concepción. De hecho, el embrión es mucho más vulnerable durante los dos primeros meses, cuando están empezando a formarse las principales estructuras corporales (brazos, piernas, manos, pies, hígado, corazón, genitales, ojos y cerebro). Algunas sustancias químicas, como las contenidas en el tabaco, el alcohol, las drogas o ciertas medicinas, pueden interferir en el proceso de formación del embrión, así como en el desarrollo ulterior del feto; y algunas de ellas pueden, incluso, provocar malformaciones congénitas.
Consideremos, por ejemplo, el tabaco. Si usted fuma durante el embarazo, su hijo pesará menos de lo que debería pesar. Hasta el mero hecho de inhalar el humo del tabaco fumado por terceros (los denominados “fumadores pasivos”) puede influir negativamente sobre el feto. Aléjese de las zonas de fumadores y pida que nadie fume cuando usted esté cerca. Si usted fumaba antes de quedar embarazada y sigue haciéndolo, éste es el mejor momento para dejar de fumar; no hasta que dé a luz, sino para siempre. Los niños que crecen en un hogar en el que uno de los padres es fumador tienen más infecciones de oído y más problemas respiratorios durante la infancia y la niñez temprana. Además tienen más probabilidades de fumar cuando sean mayores.
El consumo de alcohol es exactamente igual de perjudicial. Beber en exceso durante el embarazo incrementa notablemente el riesgo de aborto. También puede provocar un trastorno denominado Síndrome alcohólico fetal, que causa defectos congénitos y retraso mental. Hasta la fecha, nadie ha determinado con exactitud qué cantidad de alcohol es excesiva para una mujer embarazada, pero existen pruebas de que, cuanto más alcohol se bebe, mayores son los riesgo para el feto. Mientras no dispongamos de datos más precisos, lo más recomendable es no probar el alcohol durante el embarazo.
También deberá evitar medicinas y suplementos vitamínicos, a menos que su médico le recomiende específicamente que los utilice durante el embarazo. Esta recomendación no se refiere exclusivamente a las medicinas con receta médica que podría usted estar ingiriendo, sino a cualquier medicina que se pueda adquirir sin receta, como la aspirina, las medicinas para el resfriado o los antihistamínicos. Hasta las vitaminas pueden resultar perjudiciales si se consumen en exceso. (Por ejemplo, se ha comprobado que el consumo excesivo de vitamina A provoca malformaciones congénitas). Antes de tomar alguna medicina o suplemento vitamínico durante el embarazo, consúltelo con su médico.