La vida y su sentido
Abriendo caminos
Primera edición: marzo 2018
ISBN: 9788417321178
ISBN eBook: 9788417426637
© del texto:
Gumersindo Rego Fernández
© de esta edición:
, 2018
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Impreso en España – Printed in Spain
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Agradecimiento
Deseo agradecer al físico Ramiro Rego Álvarez su valiosa colaboración y su aporte al contenido de este libro, así como su propuesta de portada.
Introducción
En este trabajo se intenta ver si hay algún tipo de orientación y sentido en la evolución del universo y de la vida y ver la forma de desplegar las capacidades del ser humano para imprimir tal sentido, en función de las aspiraciones y deseos humanos, y en armonía con las grandes tendencias de la naturaleza. Es un tema que ha sido objeto de atención desde siempre, pero que merece ser analizado reiteradamente a la luz de los avances del conocimiento y bajo diferentes puntos de vista.
Estamos convencidos de que si hay alguna solución para los problemas que siempre preocuparon al ser humano debe insinuarse en la propia naturaleza y es muy difícil, a estas alturas, que no haya sido captada y propuesta por alguna mente privilegiada; esto nos obliga a buscar propuestas en terrenos muy variados, incluso en algunos en los que no nos encontramos cómodos, como son la mitología, las religiones y la filosofía, pero no nos queda otro remedio.
El método que seguimos trata de analizar la evolución del universo y de la vida buscando dirección y sentido, centrándonos en el hombre y en sus inquietudes y necesidades. Dedicamos especial atención a la evolución del cerebro porque pensamos que marca el rumbo a seguir por la vida y sus manifestaciones. Abordamos el problema del sentido de la vida en todos los niveles posibles, sin restringirnos a la biología, sino entrando en lo psicológico, en lo social y hasta en lo metafísico, siempre abarcando las diferentes opiniones, sin perder el espíritu crítico y manteniendo los pies en la tierra.
El trabajo consta de diferentes unidades centradas en una idea, abordando los problemas globalmente, sin poner límites previos al pensamiento, convencidos de que hay algunos temas que han de ser enfocados de este modo, porque por algo se ha dicho que «vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa» (B. Pascal), y que, si se mira de cerca, se ven más borrosas las soluciones (B. Kosko), seguramente porque la verdad está en el todo.
El hecho de que se trate de un tema ya abordado repetidas veces no debe desanimar a nadie. Schrödinger resaltó la importancia de pensar lo que nadie ha pensado sobre lo que todo el mundo ve.
Al tratar de algo general y de tal amplitud es imposible profundizar en todo como si se tratase de tesis doctorales o ponencias, lo que nos obliga a no ser dogmáticos ni querer sentar cátedra y a limitar la bibliografía a lo imprescindible.
Somos conscientes de las dificultades que se plantean al intentar aproximarse al futuro, dado el importante papel del azar en la evolución, dadas las diferentes formas de pensar a través del tiempo y dado que estamos recorriendo el camino, seguramente a gran distancia del final.
Tratamos el problema exclusivamente desde el punto de vista de la razón humana, sin tomar en consideración posibles revelaciones procedentes de instancias superiores, no porque las rechacemos, sino porque caen fuera de nuestra competencia y de la estrategia de nuestro trabajo.
Nos enfrentamos a un tema complejo sabiendo que no vamos a llegar a ninguna conclusión definitiva, pero nos conformaríamos con avanzar algo y sembrar interés por el tema.
Confiamos plenamente en nuestro trabajo y si algún lector, al finalizar su lectura, encuentra algo enriquecedor para su vida nos damos por satisfechos.
Capítulo I
Universo en evolución. Sentido y Finalidad
Dado el objetivo de este trabajo, que no es otro que analizar el posible sentido de la evolución del universo y de la vida, no cabe otro remedio que empezar haciendo algunas reflexiones sobre el orden en el universo, el posible sentido de la evolución, la existencia o no de finalidad y la frecuente bipolaridad dinamizadora de muchos componentes del universo. De no existir un sentido en la evolución, este libro no tendría más que este capítulo.
Orden y desorden en el universo
Orden
El hombre primitivo tuvo ocasión de percibir un orden en el universo; pudo observar los movimientos del sol y de la luna, los ciclos de la naturaleza y pudo ver que su propia vida sigue un orden desde el nacimiento a la muerte. Ordenamos libros en una biblioteca, Cervantes ordenó las letras del abecedario y las palabras para escribir el Qui jote y el dispositivo de trabajo que muchos usamos habitualmente se denomina ordenador.
Muchas mitologías y religiones hacen referencia a un caos inicial que fue puesto en orden por alguien. El mito cosmogónico, común en diferentes culturas, intenta explicar el origen del universo y de la propia humanidad y suele hacer referencia a alguien que puso orden en un caos primordial. Algo similar hizo el Tao, según el taoísmo (Schipper, 1995). El dios personal Ptah de la mitología egipcia creó el mundo mediante la palabra y moldeando barro (Cotterell, 1988) y según el Génesis (Gn 1 1-26), «La tierra era algo caótico y vacío» y Dios creó el mundo y la humanidad con las palabras: «Dijo Dios…» (Ubieta, 1971).
Destacados pensadores se pronunciaron a favor de la existencia de un orden en el universo. La filosofía griega intentó ver un orden en la naturaleza e intentó sustituir el mito por la razón y ver lo que permanece a pesar del cambio incesante; intentó encontrar principios y unidad dentro de la pluralidad para entender la naturaleza y poder controlarla (Bugarín Lago A. , 2009). En esta línea habría que situar a Platón, para quien un demiurgo puso las cosas en orden imitando el orden de las ideas.
Galileo afirmó que el libro de la naturaleza está escrito en lenguaje matemático. Para Leibniz (siglo xvii), el universo está formado por unidades inmateriales (mónadas) puestas en orden por Dios (Leibniz G. , 1972). Hegel pensaba que el demiurgo de Platón correspondía al pensamiento y Einstein opinaba que el mundo era inteligible porque estaba ordenado (Carreira, 2001).
La ciencia se encontró con el orden en procesos básicos de la naturaleza y de la vida. Los átomos tienen un orden natural, en función de su número atómico, orden que permitió a Mendelèiev clasificarlos y elaborar la tabla periódica, e incluso predecir la existencia de algunos. Los nucleótidos están ordenados en el ADN formando el lenguaje genético, en el que está escrita la vida.
Lo que es motivo de discusión es si tal orden es debido a una inteligencia ordenadora, o es debido al azar y a la selección natural, o se debe a ambas cosas.