P rimera parte. L os líderes
S egunda parte. D os personas que lideran desde el alma
T ercera parte. D iez principios del liderazgo
Convertirse en líder es la elección más trascendente que uno puede tomar: es la decisión de salir de la oscuridad para llegar a la luz.
J amás hemos necesitado el liderazgo iluminado tanto como lo necesitamos hoy. Seguro que esta idea ha sido repetida una y otra vez a lo largo de la historia, pero en la segunda década del siglo XXI, la humanidad representa una amenaza terrible para sí misma, para su propia existencia pues, insensatamente, rasgamos el tejido básico que conforma nuestro medio ambiente. Ya no podemos esperar a que el gobierno actúe, por buena que sea su intención, ni tampoco podemos dejar la tarea a otros; nosotros debemos proveer las soluciones para los grandes problemas de nuestro tiempo. Incluso cuando acudimos a nosotros mismos, debemos superar el constante clamor del ego, yendo más allá de las herramientas de la lógica y la razón para acceder a ese lugar que se halla en nuestro interior, un lugar pleno de quietud y calma: el recinto del alma.
Podemos comenzar por plantearnos las cuestiones básicas que dan significado a nuestras vidas. ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo puedo sintonizar con los delicados requerimientos que me hace el alma, para hallar el propósito de mi vida, para hacer la diferencia? Al responder a estas preguntas tan bien como podemos, cada uno de nosotros debe asumir el rol de líder, asumiendo primero la responsabilidad de dirigir nuestra propia vida para luego interactuar con otras personas —en el trabajo, en el hogar y en cualquier otro lugar. Conforme seguimos acudiendo al alma en busca de directrices, eventualmente descubriremos que otras personas nos buscan para encontrar guía, atraídas por nuestra capacidad de tratarlas con dignidad y de satisfacer hábilmente sus necesidades desde un lugar más alto.
Mi propósito al escribir este libro es dar a todos las habilidades y las intuiciones necesarias para ser líder, y no cualquier clase de líder, sino un líder inspirado. En el nivel más profundo, un líder es el alma simbólica del grupo. Su papel es satisfacer las necesidades de otros y, conforme cada necesidad es satisfecha, liderar al grupo para satisfacer necesidades cada vez más sublimes, elevando el potencial del grupo en cada etapa. El poder básico del líder inspirado no proviene de otras personas, sino de su propio ser, y el camino que transita es guiado por su propia alma. Sus bastiones son la creatividad, la inteligencia, el poder de organización y el amor.
Todos los que tienen alma —es decir, todos, conforme a mi definición— tienen el potencial de ser líderes inspirados. Cuando se cambia internamente para acceder a la ilimitada sabiduría del alma, te conviertes en líder sin necesidad de buscar seguidores. Al dar forma tangible a tu visión de un mundo mejor, los seguidores te hallarán. Deseo fervientemente que, tras la lectura de este libro, incontables lectores como tú descubran su grandeza y actúen en consecuencia. Un número indeterminado de estos líderes se convertirán en figuras públicas, y una cantidad todavía mayor desempeñará un papel de liderazgo en el trabajo, en casa y en la comunidad. Sea cual sea el lugar en que ejerzas el liderazgo, no tengo dudas de que este momento de la historia requiere líderes inspirados.
Como verás en las siguientes páginas, el liderazgo al que me refiero en este libro no cumple con la definición tradicional. De acuerdo con la vieja definición, el liderazgo es atributo de pocas personas. En un grupo, la persona elegida para liderar puede ser el más popular, el más confiado o el más desalmado. Con estos parámetros, no todos pueden ser líderes. Cuando los fuertes o los desalmados se apropian del escenario mundial, somos dirigidos por reyes y generales, autócratas y dictadores, por primeros ministros y presidentes hambrientos de poder. La historia trafica con la confección de mitos, basados en el carisma personal, que procura evocar un aura de destino. Pero esas medidas del liderazgo son fallidas. Ninguno de los atributos mencionados indica que un líder efectivamente mejorará la vida de quienes lo siguen. Las probabilidades de que un liderazgo tal derive en miseria, conflicto y opresión, son bastante altas. Las viejas definiciones de liderazgo exaltan el poder y el uso del poder siempre ha estado directamente relacionado con el abuso de sí mismo.
Debido a que los líderes han llegado a ser completamente impredecibles, y dado que muy pocos grandes líderes han surgido de las filas de aquellos que han arrebatado el poder, se nos ha hecho creer que quizá existe una mano invisible dirigiendo las cosas, seleccionando qué líder será en verdad grande. Pero estamos ante más manipulación. Las características que conforman a los líderes inspirados no necesitan estar rodeadas de misterio. De hecho, son premisas simples: los grandes líderes son aquellos que responden a sus propias necesidades y a las necesidades de los demás desde niveles más altos del espíritu con visión, creatividad y un sentido de unidad con las personas a quienes lideran.
Tú puedes ser este tipo de líder. El camino está abierto para ti. El único requisito es escuchar a tu guía interior. Una vez que transites por este camino estarás en vías de convertirte en un visionario exitoso. Un visionario exitoso hace que su propia visión se manifieste en el mundo. Las semillas invisibles plantadas en el silencio de nuestra conciencia, se vuelven realidades tangibles y visibles. Al desenvolverse, tú administrarás su desarrollo con pasión y energía. Tus propósitos serán claros para los demás. Los resultados que logres beneficiarán a todos —a ti, al grupo que lideras y al mundo entero. En un planeta amenazado en todos los frentes por el deterioro ecológico, todo lo que logres ha de ser sostenible, lo cual significa que ha de apoyarse en la conciencia. Ésta es una parte esencial de cualquier visión del futuro que provenga del alma.
Cuando hablo del alma, no me refiero al alma definida por ninguna religión en particular, aunque todas las grandes tradiciones espirituales reconocen su existencia. Creo que el alma es una expresión del campo de la conciencia universal. Tu conciencia particular o alma, es como una ola en un mar ilimitado, una ola única por un momento antes de retornar a esa entidad mayor de la que ha surgido. A nivel del alma, estás íntimamente conectado con todo lo que existe en el universo, con el silente dominio de donde surge toda la materia y la energía.
En este contexto, no ha de sorprendernos que el alma adquiera cualidades que son esenciales a la creación: creatividad, inteligencia, poder de organización y amor. Si esta noción te resulta difícil de aceptar, quizás estés de acuerdo conmigo en que las viejas formas de vida tienen un límite y en que ha llegado el momento de intentar algo nuevo. Si descubres que, al acudir al alma en busca de liderazgo con los princiopios que describo en este libro, eres capaz de incrementar la creatividad, la inteligencia, el poder de organización y el amor en tu vida y en el mundo en general, puedes elegir entre dar el crédito al alma o no hacerlo. Al alma no le importará, y quienes comparten el mundo contigo estarán agradecidos sin importar los términos que uses para describir tu nueva forma de ser.