Tener éxito es muy fácil. ¿Qué tal si te digo que tienes la clave para ello justo a la vista? ¡Sí, literalmente! Solo mira a tu alrededor con mucha atención: ¿con quién convives? ¿Con quién trabajas? ¿Está tu entorno repleto de energía positiva? ¿Con quién pasas tu tiempo libre?
Esta última pregunta es el punto más importante. Apunta el nombre de las cinco personas con quienes compartes la mayor parte de tu tiempo libre. ¿Quiénes son? ¿Qué cualidades especiales tienen?
Esto nos lleva a mi primera tesis: estoy absolutamente convencido de que estas personas tienen influencia sobre tus metas y tu lucha por el éxito. Es difícil de creer, pero es así. Desde un punto de vista figurado, somos prácticamente la suma de las cinco personas con las que más convivimos. Pero ¿cómo se explica esto? ¿Por qué es así? Pues resulta que nuestro cerebro inventó un mecanismo intrigante: permíteme presentarte a tus neuronas espejo.
Estos instrumentos maravillosos están localizados justo detrás de tus ojos y te garantizo una cosa (sin haber tenido el placer de conocer a tus neuronas espejo personalmente): ¡lo ven absolutamente todo! Y este hecho tiene un fundamento científico, pues son células neurales que cuando observamos cualquier situación desatan en nosotros sentimientos y patrones de comportamiento como si estuviéramos viviéndola nosotros mismos.
¿No es increíble? La prueba más sencilla de la existencia de estas células es el conocido fenómeno de los bostezos, que sin duda todo el mundo ha experimentado alguna vez. Estás en el transporte público o en el automóvil, ves que alguien bosteza y te resulta imposible evitar bostezar también. Quizá solo por haberlo leído estarás sintiendo la necesidad de bostezar ahora mismo. ¿Puedes notarlo? Entonces todo está bien, funcionas perfectamente.
Pero ¿qué significa esto para tu vida? ¿Observas en tu trabajo todos los días a colegas que no hacen más que hablar de tomarse unas vacaciones y lamentarse por la falta de ergonomía de sus escritorios? ¿Observas todas las tardes cómo tu amigo habitante necesita beberse tres cervezas para sobrellevar la vida y el estado general del mundo? ¿Y qué crees que sucede entonces en tu cerebro? ¡Exactamente! Tus neuronas espejo absorben los patrones observados automáticamente y despiertan el deseo de ahogarte en la cuarta cerveza de tu amigo.
Estas neuronas no solo hacen que experimentemos el comportamiento de la gente que nos rodea (su lenguaje corporal, sus expresiones faciales, etc.) como si fuera parte de nuestra propia experiencia vital, sino que además hacen que imitemos a quienes están en nuestro entorno. ¡Y no te dejan ninguna opción! Sin darte cuenta, imitas inconscientemente el comportamiento de tu entorno inmediato.
Sin duda, esto puede tener sus ventajas. Antes, en la Edad de Piedra, este mecanismo tenía mucho sentido y hacía posible la supervivencia de los seres humanos. Quien se comportaba de manera distinta al resto del grupo tenía la muerte asegurada. Hoy en día ya no tenemos que luchar por sobrevivir (al menos casi nunca). Sin embargo, y en esto concuerdan los científicos, nuestro cerebro apenas ha cambiado en los últimos miles de años. La tarea principal de nuestro procesador central sigue siendo: ¡protección ante el peligro! Si por ella fuera, la materia gris de tu cerebro preferiría que todo siguiera como siempre y que nunca te alejaras mucho de la cueva, ya que ahí afuera siempre acecha el peligro.
Imitas inconscientemente el comportamiento
de tu entorno.
Pero ¿qué tiene esto que ver con nuestras vidas en el aquí y ahora? Siendo honesto contigo mismo, ¿crees que me sería posible decir mucho de ti si me presentaras a tus cinco mejores amigos? Al menos sabría algo sobre tu nivel de ingresos, tus pasatiempos, si lees libros y cuáles. También si prefieres encender “el aparato exterminador de ingresos” (es decir, el televisor) o si prefieres asistir a seminarios para seguir desarrollándote. Es muy probable que tú y ellos se vistan de manera similar y que lleven un estilo de vida parecido. El que bebas y fumes, o no, también está relacionado con estas cinco personas. ¿Por qué? ¡Por las neuronas espejo! Ahí es donde tiene lugar un proceso inconsciente de adaptación e imitación. Hay una bonita anécdota relacionada con esto: ¿nunca has notado que la mayoría de los perros son parecidísimos a sus amos? Pero ¿quién es el que escoge a quién?
Puedo imaginar perfectamente que mientras lees, frunces el ceño y comienzas a recapacitar sobre las personas con quienes más convives. No te preocupes, no eres la primera persona que se pregunta por qué nunca nadie le había comentado nada sobre este fenómeno. No es casualidad que se diga: dios los cría y ellos se juntan. ¿Acaso no era así desde que ibas al colegio? Los deportistas se llevaban con deportistas, los rockeros con rockeros y los aptos para las ciencias con otros aptos para la ciencia. ¿No notabas ya entonces que los miembros de estos grupitos se vestían y actuaban todos de manera similar? Eso es algo que ocurre con todos los grupos de personas que pasan gran parte del tiempo entre ellas. Y con ello volvemos a lo que decía al comienzo de este capítulo: las personas de tu entorno inmediato influyen de manera definitiva sobre tus éxitos y fracasos.
Las personas de tu entorno influyen sobre
tus éxitos y fracasos.
Por lo tanto, es indispensable hacerse una imagen realista de nuestro propio entorno. Los casos extremos son poco comunes. Es probable que no todos tus amigos hagan ejercicio ni sean todos independientes económicamente ni grandes conversadores, balanceados o conscientes. Y está bien, no tiene nada de malo. Tampoco supongo que tus cinco mejores amigos sean todos fumadores obesos “sin culpa propia” que sacan su visión del mundo de las revistas de chismes y las páginas de teorías de conspiración. De ser así, lo más probable es que ni siquiera estuvieras leyendo este libro. Pues una cosa es segura: a la gente le gusta gente que se le parece.
Debe haber alguien que te haya regalado o recomendado este libro. Y para esa persona tú debes ser uno de esos cinco con quienes quiere tener un gran futuro en común. Deberías aferrarte a esa amistad y tomar una decisión muy importante para tu vida. Mi mujer Rita y yo ya lo hicimos. Nos decidimos a compartir nuestra vida solamente con personas que nos impulsen hacia arriba en vez de jalarnos hacia abajo. Pues desgraciadamente la causa de los problemas suele estar dentro de la cabeza y, no pocas veces, junto a ti en la cama. Ya hablaremos de esto más adelante.
Hablando claramente: ¿qué significa esto para ti? Si realmente quieres tener éxito, busca y rodéate de personas que alimenten tu mente y tus neuronas espejo positivamente. Si quieres bajar de peso, busca personas para las que hacer ejercicio no consista en ir a la esquina a comprar cigarrillos.
Somos prácticamente la suma de las cinco personas con las que más convivimos.
Una cosa es segura: a la gente le gusta gente que se le parece.