GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS
DRA. NURIA VIVER
Nuria Viver es licenciada en Medicina y especialista en Medicina Tropical, además de licenciada en Traducción e Interpretación. Ha trabajado en medicina hospitalaria y en atención primaria y pasó varios años en Guatemala con la ONG Médicos sin fronteras. Como autora y traductora de libros sobre temas de salud, posee una amplísima bibliografía.
DR. FRANCISCO MARÍN
Francisco Marín es médico de atención primaria, Máster en Fitoterapia y experto universitario en Nutrición. Ejerce como médico en el Centro de Atención Primaria Disset de Setembre, en Barcelona, y coordina el Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Asimismo, colabora habitualmente con la revista Saber Vivir, donde escribe sobre los problemas de salud que nos acontecen en el día a día.
PRIMERA EDICIÓN VINTAGE ESPAÑOL, FEBRERO 2020
Copyright © 2019 por Dra. Nuria Viver y Dr. Francisco Marín
Copyright de las ilustraciones © 2019 por Pedro Sierra
Todos los derechos reservados. Publicado en los Estados Unidos de América por Vintage Español, una división de Penguin Random House LLC, Nueva York, y distribuido en Canadá por Penguin Random House Canada Limited, Toronto. Esta edición fue publicada originalmente en España por RBA Libros, Barcelona, en 2019. Publicado por acuerdo con RBA Libros, S.A., España.
Vintage es una marca registrada y Vintage Español y su colofón son marcas de Penguin Random House LLC.
Información de catalogación de publicaciones disponible en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
Vintage Español ISBN en tapa blanda 9780593081747
Ebook ISBN 9780593081754
Ilustraciones de la cubierta: © formalnova/Shutterstock; © saemilee/DigitalVision Vectors/Getty Images
www.vintageespanol.com
v5.4
ep
CONTENIDO
1
INTRODUCCIÓN A LOS PRIMEROS AUXILIOS
2
BIBLIOTECA DE PRIMEROS AUXILIOS
3
CONSEJOS ÚTILES
1
INTRODUCCIÓN A LOS PRIMEROS AUXILIOS
En ocasiones, y cuando menos se espera, puede producirse un suceso que ponga en riesgo la vida de alguien: un accidente de automóvil, un desmayo, una crisis epiléptica, etc. Y, en numerosas ocasiones, sucede lejos de un hospital y de personas que saben lo que tienen que hacer. Por este motivo es tan importante saber reaccionar en los primeros momentos, para salvar la vida del afectado o garantizar su evolución favorable.
En algunas de esas situaciones quizá resulte difícil actuar de forma correcta, pero si se tienen algunos conocimientos básicos —sobre todo en los casos graves— será más probable acertar con las medidas que deben tomarse y ejecutarlas con la rapidez y la seguridad necesarias antes de que lleguen los servicios médicos.
Por otro lado, los primeros auxilios no siempre se aplican a personas cuya vida corre peligro, o que presentan un problema muy grave que requiere de una actuación rápida; la mayoría de las veces se trata de pequeñas heridas, sangrados nasales leves o moderados, torceduras, dolores de muela o de cabeza, etc. Es decir, son trastornos que no revisten gravedad, pero sí requieren una actuación urgente. Ponerla en práctica puede solucionar el problema sin necesidad de requerir la presencia de los servicios médicos.
Otras veces, los primeros cuidados servirán para preparar al accidentado o al enfermo de manera que pueda ser trasladado a un centro médico en las mejores condiciones posibles para recibir tratamiento.
Ejemplo de esto último es una herida leve pero extensa. Puede requerir una sutura, pero antes deberá desinfectarse adecuadamente para evitar el peligro de infección, y también habrá que intentar que sangre lo menos posible. Y esos cuidados sí se pueden aplicar desde un primer momento.
El ejemplo que acabamos de exponer es una de las muchas situaciones que tienen lugar a diario y que precisan de atención en cuanto ocurren. Y este es, precisamente, el objetivo de este libro: aportar las claves para proporcionar correctamente esa primera asistencia, incluso cuando el problema es tan grave que puede poner en peligro la vida o la integridad física de una persona. No podemos obviar que tan importante como saber actuar es acordarse de lo que no conviene hacer.
Y esos detalles también están recogidos en este manual práctico. Los cuadros, las tablas y los dibujos que se incluyen facilitan la comprensión de las explicaciones y constituyen una fuente rápida de información que se puede consultar en caso de encontrarse ante un problema concreto.
QUÉ HACER ANTE CUALQUIER EMERGENCIA
Hay que mantener la calma, por más urgente que sea el caso. Si la persona que tiene que ayudar actúa de forma precipitada e irreflexiva se pueden causar errores irremediables.
Se debe actuar siguiendo tres pasos y hay que llevarlos a cabo en un orden determinado. Para no equivocarse, basta con recordar el acrónimo PAS, que corresponde a la inicial de cada uno de los pasos (Proteger-Avisar-Socorrer):
Proteger. Allí donde esté el accidentado o el enfermo, lo primero que hay que hacer es aplicar las medidas de protección necesarias para que no se produzca un segundo percance (que pudiera afectarlo a él o a quien lo asiste): si es víctima del fuego, deberá alejarlo del incendio, cerrar los conductos del gas…; si se trata de un accidente de tráfico, deberá avisar a los vehículos que circulan por esa vía para que no se aproximen en exceso y reduzcan la velocidad, iluminando con las luces del propio automóvil el lugar del suceso, haciendo uso de los triángulos reglamentarios, etc.
Si se sospecha que la persona pueda tener una enfermedad contagiosa (hepatitis B, sida, etc.) y hay presencia de sangre u otros fluidos corporales, conviene tomar precauciones como lavarse muy bien las manos antes y después de auxiliarlo, usar guantes si es posible, y que la persona que lo está ayudando se cubra cualquier herida que tenga.
Avisar a los servicios de emergencias (911). Mientras esperamos que acudan los equipos médicos, se puede hacer una valoración del estado de la persona enferma o accidentada con el fin de aportar, mediante una llamada telefónica o más tarde, cuando el personal de emergencias ya haya llegado, la información y todos los detalles disponibles que se consideren significativos. Para ello, hay que observar las funciones vitales: si está consciente, si respira y tiene pulso…, e intentar averiguar otros datos que sean de utilidad (si ha sentido un dolor opresivo en el pecho antes de desvanecerse; si se ha desmayado repentinamente; si lleva medallas o brazaletes que indiquen que tiene una enfermedad crónica como diabetes, epilepsia, etc.).
Socorrer , pero solo si los conocimientos del que presta la ayuda son suficientes para actuar, estando seguro de que no se agravará la situación del enfermo o accidentado. Sería ahora el momento de realizar una opresión para que una herida profunda no sangre; efectuar un masaje cardíaco, etc.
BOTIQUINES
El contenido de un botiquín varía en función de las necesidades de cada persona y familia, pero hay una serie de elementos que siempre deberían estar presentes.
Se pueden organizar diferentes tipos de botiquines, por lo que —además del que se guarde en el hogar— conviene disponer de otros más modestos y específicos para determinados casos concretos, según las actividades que desarrolle la familia o quienes comparten la vivienda.