Todo lo que necesitas saber sobre el virus del Zika
Dr. Christopher Maloney, N.D.
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Traducido por Ana Rodríguez Díaz
“Todo lo que necesitas saber sobre el virus del Zika”
Escrito por Dr. Christopher Maloney, N.D.
Copyright © 2016 Dr. Christopher Maloney, N.D.
Todos los derechos reservados
Distribuido por Babelcube, Inc.
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Traducido por Ana Rodríguez Díaz
Diseño de portada © 2016 C J Maloney
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DEDICATORIA
Dedicado a todas las víctimas del Zika en Brasil y a todas las madres temerosas.
A aquellos que buscan, que puede que encuentren, y que utilizan el conocimiento para permanecer a salvo del Zika.
CONTENIDOS
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RECONOCIMIENTOS
Quiero dar las gracias a los incansables investigadores de la Organización Mundial de la Salud, los CDC y todas las instituciones relacionadas. Sin ellos, no sabríamos nada sobre el virus del Zika. También me gustaría dar las gracias a mis pacientes, mis colegas y mi familia por aguantarme. Por último, te doy las gracias a ti por informarte sobre el virus del Zika.
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DESCARGO DE RESPONSABILIDAD
Debido al carácter preliminar de la investigación y a la naturaleza cambiante de los virus del Zika, cualquier idea presentada en este libro podría ser incorrecta. Por favor, consulta con tus profesionales sanitarios más cercanos para obtener información actualizada y confía en ellos a la hora de tomar decisiones relacionadas con tu salud.
PREFACIO
E l virus del Zika está a la última. Da la impresión de que todos los días escuchamos algo nuevo sobre bebés con la cabeza pequeña (microcefalia) y personas afectadas por parálisis. Es aterrador, y el Zika parece haber salido de la nada; sin embargo, ha ido creciendo lentamente sin que se le diese mucha publicidad. Puede que sea menos peligroso de lo que se sospecha, pero que se vuelva más peligroso si no cambiamos nuestra manera de enfrentarnos a su expansión.
Mi objetivo en este libro es explicar qué es el virus del Zika, cómo nos infecta y por qué necesitamos cambiar nuestra forma de pensar respecto a su propagación. Cuando llegues al final del libro sabrás qué debes hacer para evitar coger el Zika, entenderás cómo se desarrollan los casos más graves y serás capaz de proteger a tu familia y a tus seres queridos.
En el momento en que se publica este libro, el mundo se está preparando para dirigir su mirada hacia Brasil y sus Juegos Olímpicos de 2016. Por su parte, el gobierno de este país pulverizará una cantidad de insecticida suficiente para cubrir toda la selva del Amazonas durante los próximos meses.
Sin embargo, incluso si se lograse eliminar hasta el último mosquito del Amazonas, algunos de sus visitantes aún se llevarían a casa el Zika; no por un mosquito, sino por un encuentro con un extraño infectado. Luego, ya en su país de origen, la persona contagiada echará la culpa a los mosquitos. Los investigadores del Zika no suelen obtener respuestas directas de los afectados, ni siquiera cuando hacen las preguntas adecuadas. ¿Por qué? Porque es mucho más fácil decir que te ha picado un mosquito que confesar que era tarde, habías bebido y no recordabas cómo se dice “preservativo” en portugués (es igual que en español). Ahora, tanto tu compañero como tú estáis en cuarentena porque habéis cogido el virus del Zika.
Durante los últimos cincuenta años, a pesar de los esfuerzos por controlar a los mosquitos, el Zika ha ido propagándose por todo el mundo siguiendo los pasos del dengue, la fiebre amarilla y el virus del Nilo Occidental. Todas estas enfermedades pertenecen a la misma familia de virus, y todas ellas se asocian a los mosquitos como medio de propagación, pero lo cierto es que también pueden transmitirse por contacto de humano a humano.
Es necesario reconsiderar la idea de que los mosquitos son el medio principal de propagación del virus del Zika. Si nos centramos solamente en esa vía de transmisión, dejaremos abiertas otras y correremos el riesgo de que surjan brotes epidémicos en lugares donde “no debería existir el Zika”.
Pongámonos manos a la obra para conseguir que, realmente, el Zika no esté en lugares donde no debería estar. Transmite tus conocimientos a tu familia y amigos. Haz que sepan cómo mantener su seguridad. Sobre todo si vais a ir a las Olimpiadas.
¿DE DÓNDE HA SALIDO?
En un anochecer de la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, en alguna ciénaga de Uganda, se está llevando a cabo un extraño ritual. Unos niños de la zona escalan lentamente una torre de seis pisos situada en la jungla, ante la atenta mirada de unos investigadores blancos. Permanecen de pie, esperando en silencio, con sus cuerpos actuando como cebo para cualquier criatura que aceche en la oscuridad. ¿Qué película de terror es esta?
Esta película de terror es la estación de investigación de Uganda y los investigadores están catalogando las especies de mosquito, así como la hora y la altura en la que atacan. Los investigadores utilizaron a niños de la zona como cebo, una práctica habitual en aquella época aún colonial (Uganda no se independizó hasta 1962). La torre está a pleno rendimiento. Seis pisos de niños esperando a ser picados y, a su lado, unos investigadores protegidos con mosquiteras y preparados para atrapar y catalogar a los mosquitos.
En realidad, los niños tienen suerte. En uno de los niveles de la torre está el mono Rhesus 766, picado sin piedad una y otra vez por las cuarenta especies de mosquito que habitan en la ciénaga. La desgraciada criatura está sirviendo de cebo para la investigación sobre la fiebre amarilla.
Con el tiempo, el mono 766 cae enfermo y los investigadores le toman muestras de sangre para confirmar que se trata de la fiebre amarilla, pero no lo es. Nadie sabe qué es. La zona pantanosa donde contrajo la enfermedad se conoce como “descuidada”, o ziika en el idioma local, así que los investigadores quitaron una de las dos incómodas íes y llamaron Zika a este nuevo virus. Suena mejor que “virus descuidado”, pero significa lo mismo.
Con el paso de los años, el Zika cayó en el olvido. Como le pasaba al humorista Rodney Dangerfield, nadie le respetaba. Se convirtió en un miembro de segunda dentro de la familia de la fiebre amarilla, el dengue y el virus del Nilo Occidental, que incluía un total de setenta virus. Los síntomas son casi idénticos, solo que el Zika es más leve. Es como el hermano pequeño del dengue, más débil, lento y no tan agresivo, así que nadie le prestaba atención.
El Zika no estaba vigilado; si se daba alguna epidemia ocasional en África, solo se enterarían unos pocos investigadores. Una epidemia con síntomas similares a los de la fiebre amarilla se documentó en Nigeria en 1954 como virus del Zika, pero después se olvidó. Otro brote en la Indonesia de los años 70 dejó un registro de al menos treinta hospitalizados, pero la comunidad médica lo desestimó porque se estaban produciendo miles de casos de dengue y otros miembros de su familia. El Zika no es una prioridad de la salud pública. Así pues, cuando las noticias sobre el Zika nos dicen que antes de la actual epidemia solo se tenía noticia de catorce casos en humanos, no están teniendo en cuenta los informes más antiguos. Si pasamos por alto los anteriores brotes epidémicos del Zika y lo tratamos como si fuera una enfermedad nueva, solo conseguiremos que cunda el pánico (quizá innecesariamente).
¿Cómo llegó entonces el virus del Zika a convertirse en la última amenaza mundial? Para responder a esto, necesitaremos comprender cómo evolucionan y cómo nos infectan los virus de esta familia.
¿QUÉ ES?
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E l Zika forma parte de una familia de virus. Algunos puede que ya los conozcas: la fiebre amarilla, el dengue, el virus del Nilo Occidental o el impronunciable chikungunya. Esta familia recibe el nombre de flavivirus y engloba las diferentes especies de un mismo tipo de virus. Todas ellas habitan en mosquitos, humanos y otros animales, se transmiten por medio de la sangre y compiten por ver quién consigue infectar cada parte del mundo.
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