El virus del Ébola - 2014
Leah Roberts
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Traducido por Lic. Graciana Argiro
“El virus del Ébola - 2014”
Escrito por Leah Roberts
Copyright © 2015 Leah Roberts
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Traducido por Lic. Graciana Argiro
Diseño de portada © 2015 Leah Roberts
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Contenido
Introducción
Cepas del virus
Estabilidad del virus
Transmisión
Importancia cultural
Síntomas
Diagnóstico
Tratamiento
Recuperación
Brotes previos
Reservorios
Información y datos de 2014
Primer caso y sus contactos
Evolución del brote
Carencia de infraestructura en la salud pública
Rumores y otros aspectos que impiden el control del brote
Casos destacados/epidemiologías
Propagación y portación asintomática del virus
Recombinación en los virus de Ébola
Ecología del Ébola, los murciélagos, los cerdos y los artrópodos
El uso como arma biológica
Equipo de protección personal
Desinfección y descontaminación
Toallitas desinfectantes
Exposición a rayos UV
Calor
Fumigación con peróxido de hidrógeno
Vestimenta protectora, ropa de cama y vestimenta de los pacientes
Excreciones de pacientes
Instrumentos (en base a las normativas de la OMS)
Salpicadura de líquidos (en base a las normativas de la OMS)
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I ntroducción
El virus del Ébola, recientemente, ha acaparado la atención a nivel global debido a la magnitud y a la diseminación de la enfermedad en países de África Occidental, en los cuales nunca antes había estado presente. En vista de que el brote continuaba expandiéndose, muchos doctores voluntarios y trabajadores de la salud de otros países resultaron infectados, y fueron enviados de regreso a sus respectivos países a pesar de las quejas de sus compatriotas. Debido a la falta de información disponible y confiable fuera del círculo médico, los rumores, los miedos y la desconfianza alimentaron el miedo colectivo. El resultado no fue diferente al observado en África cuando la enfermedad apareció primero en Guinea, y luego en Liberia. Este libro intenta ser un recurso confiable y libre de datos innecesarios tanto para el personal médico que necesite un recordatorio, como para cualquier persona que desee informarse sobre el tema.
El virus del Ébola pertenece a la familia de los Filoviridae o filovirus. Ésta consta de los siguientes géneros: Ébola, dentro del cual existen 5 especies de virus; solo un virus de género Marburg; y un nuevo virus recientemente descubierto conocido como género Cuevavirus. La literatura del tema describe en profundidad los otros tipos de virus por lo tanto no se describirán aquí para evitar la redundancia. (Kuhn y Calisher, 2008; Olival y Hayman, 2014; OMS, 2014; Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades, 2014).
La importancia del virus del Ébola en comparación con otras enfermedades se centra en la gravedad de la enfermedad, el grado de sufrimiento humano involucrado con el proceso de la enfermedad, la comunicabilidad, y la falta de tratamientos comprobados o métodos de prevención disponibles, y las altas tasas de mortalidad. Al momento de la edición de este libro, no existen vacunas ni medicamentos disponibles para su tratamiento. Este brote progresivo, que tuvo inicio en Guinea a fines de diciembre de 2013, logró captar la atención del mundo entero. Los medios de comunicación han diseminado el miedo a todo el planeta por medio de la televisión, los diarios y, por supuesto, internet. Muchos países y estados independientes han comenzado a desarrollar un protocolo para lidiar con el virus del Ébola en caso de la eventual llegada del virus mediante algún viajero infectado. A causa de las fronteras abiertas y a la, generalmente, seguridad ineficiente es fácil comprender cómo el virus del Ébola puede ingresar a un país a través de inmigrantes ilegales, y por medios aéreos. No hay muchos lugares en la Tierra a los cuales no se pueda acceder por avión en una fracción del período de incubación. La implicancia de la pandemia del virus del Ébola esparcida globalmente ha llevado a personas que jamás se preocuparon por este virus a buscar información, a medida que las estadísticas siguen aumentando. (Atherstone, Roesel y Grace, 2014; Kuhn y Calisher, 2008).
Cepas del virus
Al momento de la edición de este libro, solo se conocen 5 especies del virus del Ébola, de las cuales 4 de ellas causan enfermedades en los humanos. Las especies son Zaire (EBOV), Sudan (SUDV), Reston (RESTV), Bundibugyo (BDBV), y Tai Forest (TAFV). En principio, el virus Tai Forest fue denominado como virus Cote D’ Ivoire, Costa de Marfil, (ICEBOV). Se estima que la variante que circula en Guinea, Liberia, Sierra León, Nigeria y Senegal, y posiblemente en otros países, es una nueva variante de la especie EBOV del virus del Ébola, pero al momento de edición de este libro se la continúa denominando EBOV (Science Daily, 2014). Los virus del Ébola tienen una cadena única de ARN negativo. Esta característica es de importancia por varios motivos científicos pero también para los métodos de desactivación del virus y de desinfección y descontaminación. Actualmente, se han descubierto cientos de cepas que demuestran la habilidad del virus para mutar y hasta recombinarse. Pero, aún no se comprenden por completo las diferencias entre los linajes en relación a la virulencia, infectividad, y otros aspectos importantes para la supervivencia del virus y la capacidad de continuar en ciclos (Kuhn y Calisher, 2008; Agencia de Salud Pública de Canadá, 2014; Gire et al., 2014).
Estabilidad del virus
Los virus del Ébola pueden sobrevivir durante varios días en forma líquida o sólida, especialmente en sustancias orgánicas como sangre, vómito o heces (Leroy et al., 2004). Se mantienen estables a temperatura ambiente y pueden ser conservados por varios días a 4 °C, o de manera indefinida a -70 °C. Los virus pueden tolerar varios procesos de congelamiento/descongelamiento y aun así ser cultivados con éxito en las células Vero. (Kuhn y Calisher, 2008).
Los mismos se desactivan al calentarlos a 60°C durante 30-60 minutos (prefiriendo utilizar la mayor cantidad de tiempo por precaución), llevándolos a ebullición por 5 minutos, a través de la irradiación gamma (1.2 x 106 rads a 1.27 x 106 rads), o mediante la radiación ultravioleta. Las directrices para la cocción y la ebullición están abiertas a interpretación y pueden ser malentendidas. Aquí se hace alusión solo al virus que es sometido a estos tratamiento, probablemente en utensilios, equipos u otros suministros no comestibles, y donde el virus no esté contenido precisamente en el tejido muscular (carne) que se prepara para el consumo. El proceso de calentamiento se describe más adelante en el apartado de “Desinfección y Descontaminación”. Durante los primeros brotes del virus, se utilizaron las ollas a presión caseras de manera exitosa para esterilizar los instrumentos (AABB, 2009; Federación de Científicos Estadounidenses, 1998; Pattyn, 1978).
Además, los virus del Ébola pueden hacerse más estables de manera intencional al utilizar una solución de estaquiosa, sacarosa y polietilenimina en cantidades de prescripción médica. Agregar los virus a esta solución puede dar lugar a los procesos de congelación y liofilización que preservan su inefectividad y otras características. Ésta solución de substancias combinadas actúa como un crioprotector que previene el daño de la congelación, como un liofilizador que previene la desecación, y como un termoprotector que protege al virus de la temperatura que oscila entre +/-40 °C. Básicamente, éste proceso mantendría la virulencia a través del proceso de liofilización, lo que puede ser de importancia para la investigación sobre la creación de una vacuna. Pero este proceso tiene una doble función: hace posible la creación de un virus más propenso a permanecer suspendido en el aire, como un arma biológica, tema a desarrollar en el apartado de preocupación por armas biológicas (Drew, 2012).
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