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Edición en formato digital: octubre de 2019
© 2019, Sonia Vivas
© 2019, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.
Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona
© 2019, Montse Galbany, por las ilustraciones y el diseño de maqueta
© 2019, Leticia Dolera, por el prólogo
Diseño de portada: Montse Galbany
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ISBN: 978-84-17773-96-0
Composición digital: M.I. Maquetación, S.L.
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Porque NO es y será siempre NO.
Porque nos queremos libres.
Pero sobre todo nos queremos VIVAS
«Si algo te duele, te hace sentir mal, te produce conflicto, malestar o te da miedo, es ella, no lo dudes, es violencia.»
Un libro para marcar las líneas rojas del machismo, con el que aprender a defendernos a nosotras mismas y a detectar lo que NO podemos tolerar a nuestro alrededor. La autodefensa pasa por conocer nuestros derechos, saber cómo actuar y a quién recurrir, pero sobre todo por detectar y no tolerar y por no tener miedo, sino herramientas.
Sonia Vivas nació en Barcelona en 1978, hija de una familia obrera de emigrantes extremeños. Su padre trabajaba en la construcción y su madre limpiaba casas. De muy niña adquirió conciencia de clase y fue en esa búsqueda de sí misma donde se enamoró de la literatura.
Fue también buena estudiante, contestona y contestataria. Se graduó en Educación Social y estudió Pedagogía especializándose más tarde en ciencias forenses y derecho sanitario, accediendo así a la policía. Su trabajo desde el uniforme ha sido la lucha por la democratización de la corporación y el cambio de paradigma: pasar de proteger la propiedad privada, a priorizar la protección de las personas, o lo que es lo mismo: «Trabajar con el ciudadano en el centro».
Formadora internacional en derechos y libertades fundamentales, pionera contra los delitos de odio en Baleares, donde creó y lideró la primera unidad policial de gestión de la diversidad, articulista y escritora, se define a sí misma como: «Mujer, lesbiana, policía, catalana, demócrata y de izquierdas.»
Prólogo
La voz de Sonia es la de quien ha plantado cara al machismo y le ha sostenido la mirada, aunque eso supusiera vivir para siempre con imágenes que una preferiría olvidar.
Todas las mujeres, seamos conscientes de ello o no, hemos vivido y sufrido las consecuencias del machismo, en forma de discriminación, acoso o, en algunos casos, demasiados, violencia.
Sonia lleva años lidiando con esa injusticia, combatiéndola y enfrentándose a menudo a la frustración de no poder contenerla.
Tengo la sensación de que sus palabras nacen de ahí, de una rabia contenida que al ser trasladada al papel se transforma en esperanza.
Mientras leía estas páginas prácticamente podía sentir la voz de su autora resonar en mi cabeza, masticando las palabras, como si cada frase llevara mucho tiempo latiendo en su pecho y rumiando en su estómago, esperando el momento y la forma de ser compartida.
Vivas nos queremos pone el foco en una de las raíces del patriarcado, la sexualidad, y en como a través de la cultura de la violación y la política del miedo se crean relaciones de poder y opresión sobre una mitad de la población. Me ha parecido especialmente necesaria y reveladora la parte en la que Sonia nos da consejos sobre cómo enfrentarnos a una agresión sexual o algunos de los pasos a seguir cuando se presenta una denuncia por violencia de género; qué hay que hacer, dónde hay que ir, qué podemos y no podemos exigir cuando estamos en comisaría. Así como los apuntes de autodefensa feminista, que he leído con especial atención, deseando no tener que ponerlos en práctica nunca.
Estas páginas son un altavoz personal y honesto para la cuarta ola feminista que estamos viviendo. Una ola que no debemos permitir que amaine hasta que cristalice en políticas transformadoras que nos permitan avanzar hacia la igualdad real.
Estamos en un momento importante y delicado, durante los últimos dos años el feminismo ha ocupado un lugar destacado en la agenda social, mediática y política; hay cada vez más gente abriendo la mirada, descubriendo desigualdades que antes le pasaban desapercibidas y comprendiendo que es justo y necesario un cambio de paradigma en las relaciones hombre-mujer; pero también estamos recibiendo respuestas de desconcierto y lo que es peor, de odio. Hay quien nos quiere hacer creer que hasta aquí hemos llegado, que el feminismo ya no es necesario, que las feministas de verdad eran las de antes y nos tachan de pesadas, locas y feminazis. Por eso es el momento de resistir, de cargarnos las pilas entre nosotras, y las de los hombres que deseen acompañarnos, para no desfallecer y seguir avanzando.
Gracias Sonia por formar parte activa de esta ola, por tu trabajo, por este libro, por los consejos que nos das y las experiencias que compartes, por ser un ejemplo de sororidad y compromiso que nos alienta a seguir.
Sigamos pues.
Leticia Dolera
Capítulo 0, el antes
Ningún hombre muere con la ropa interior en la boca, ni con la ropa interior estrangulándole, ni semidesnudo y violado en un pozo, ni desnudo y entre unos arbustos. Si un hombre muere así…, es a manos de otro hombre. El problema es evidente.
Después de catorce años de ejercicio como policía en diferentes unidades de intervención, puedo decir que he visto y palpado la realidad, la cruda y pura realidad de lo que nos pasa a las mujeres en relación con la violencia que vivimos. Violencia que está en todos los ámbitos, pero que cobra especial relevancia, fuerza e impunidad dentro de la relación de pareja.