Angus Miller - Guía para Padres y Madres ¿Cómo educar sin perder la calma? entendiendo el cerebro de tu hijo, consejos para el su alimentación y estrategias para potenciar su desarrollo mental y emocional

Guía para Padres y Madres

¿Cómo educar sin perder la calma?

Aprende a entender el cerebro de tu hijo, recibe consejos para el cuidado de su alimentación y estrategias para potenciar su desarrollo mental y emocional.

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Angus Miller

Copyright © 2020 Angus Miller

Todos los derechos reservados.

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DEDICATORIA

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Con cariño para todos los padres y madres que inspiraron este escrito, ya que educar a un hijo es un delicado arte lleno de amor.

Con afecto Angus Miller

Índice

C apítulo 1. LA COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS

Capítulo 2. LAS LUCHAS DE PODER EN LA RELACIÓN

Capítulo 3. EL AMOR

Capítulo 4. LOS ELOGIOS

Capítulo 5. NORMAS DE CONVIVENCIA Y COMPORTAMIENTO

Capítulo 7. LOS ERRORES

Capítulo 8. TOMAR DECISIONES PROPIAS

Capítulo 9. LA COLABORACIÓN EN LA CASA

Capítulo 10. LA COLABORACIÓN EN LA ESCUELA

Capítulo 11. EL CEREBRO DEL NIÑO

Capítulo 12. DESARROLLO INTELECTUAL DEL NIÑO

Capítulo 13. DESARROLLO EMOCIONAL DEL NIÑO

Capítulo 14. MOLDEAR EL CEREBRO DEL NIÑO

Capítulo 15. LA ALIMENTACIÓN

Capítulo 16. INFLUENCIA DE LA CONDUCTA DE LOS PADRES

Capítulo 17. INFLUENCIA DE LAS CONDICIONES ECONÓMICAS

Capítulo 18. DIFICULTADES QUE SE PUEDEN PRESENTAR EN LA ADOLESCENCIA

Capítulo 1. LA COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS

L a comunicación es la base para formar un hogar sano, donde reine el amor, respeto y apoyo entre sus miembros. Su importancia radica en que por medio de ella las personas pueden recibir o dar información a otras personas y pueden expresar lo que sienten o piensan de manera verbal o no verbal.

Ser padres es una labor que requiere mucha responsabilidad y, sobre todo, paciencia para explicar constantemente a los niños los motivos de cada situación o resolver las dudas que puedan tener. Por esa razón es importante cultivar una buena comunicación con ellos, prestarles atención y aclararles las dudas que tengan, así no se deja en el aire esa inquietud ni se crean falsas ideas en su mente; a partir de la comunicación tenemos la base para desarrollar y transmitir otro valores y principios a los niños, como la confianza, respeto, amor, honestidad, autonomía, entre otros. Además, se podrá guiarlos de mejor manera durante su crecimiento, se podrá saber si tienen alguna dificultad y principalmente a través de una comunicación fluida se refuerza la relación padre e hijos hasta llegar al punto de también ser amigos.

Es normal que los niños sean curiosos cuando están pequeños, suelen ser como una esponja y absorben toda la información que está a su alrededor. Por ese motivo, es muy importante que los padres o los adultos con los que comparta constantemente durante su crecimiento estén pendientes de que ellos reciban la información correcta para evitar que crezcan con ideas erróneas. El primer lugar donde los niños buscan obtener información es con sus padres y estos, son los responsables directos de sembrar valores y principios que les ayude en el futuro a ser unos adolescentes y adultos productivos que contribuyan con el crecimiento no solo de su país sino de las personas que los rodean.

Es importante hablar con ellos desde que están pequeños sobre todo tipo de temas, así se logra que haya confianza para hablar de sus vivencias diarias sin restricciones y se evita que busquen aclarar esas dudas con otras personas que no los guíen por el mejor camino o que acudan a la tecnología, donde no existen filtros para que ellos puedan diferenciar cuando una información es real y cuando es falsa.

Q ue haya buena comunicación es la mejor herramienta que tienen los padres para guiar a sus hijos, pero hay algunas barreras que no permiten que exista fluidez en la comunicación ni confianza, por eso es importante que los padres aprendan a identificar y derribar esas barreras para mejorar la relación con sus hijos.

Uno de los principales obstáculos es la diferencia generacional entre uno y otro, cada uno tiene en su mente ideas y diferentes formas de ver la vida, lo que dificulta el entendimiento entre ambos. El contexto social actual de tus hijos no tiene nada que ver con el que tuviste tú, tratar de imponerles comportamientos y pensamientos que tuviste o que eran comunes en tu época, promoverá que se genere distanciamiento entre tú y tus hijos.

Cuando los horarios de actividades tanto de los padres como de los niños son incompatibles, se genera otra barrera comunicativa porque comparten poco tiempo durante el día, ya no se realizan comidas en conjunto con la familia y esto deja pocos momentos para comunicar las vivencias que han tenido unos y otros durante el día. Si a esto se le suma, que ahora los padres no sólo deben competir por la atención de los niños con el televisor sino con los teléfonos celulares, computadoras y/o cualquier dispositivo que tenga acceso a internet, hace más importante llegar a acuerdos y establecer horarios para realizar actividades que ayuden a formar hábitos de convivencia que promuevan una relación fluida entre los miembros de la familia.

El cansancio que genera el trabajo, la educación de los niños, las tareas diarias de la casa, las actividades en la escuela, entre otros; pueden hacer que ambos lleguen al final del día con cansancio acumulado y que en los momentos en que se deba tener conversación sobre un tema importante, ninguno tenga suficiente descanso y estén irritados; si es así, lo más recomendable es posponer esa conversación para otro momento en que ambos estén más relajados.

La buena comunicación entre padres e hijos tiene inconvenientes cuando los padres se sienten superiores a los hijos y no consideran importante la opinión que puedan tener estos sobre algún tema. También se generan conflictos cuando los padres sólo se enfocan en resaltar las cualidades y habilidades que tienen ellos, quitándole valor a las que tienen sus hijos. No prestar atención o escuchar solamente lo que conviene genera problemas de comunicación entre padres e hijos, de la misma forma que lo genera dirigirse a los niños de forma despectiva, en tono de burla, ironía o con lenguaje ofensivo. Interrumpir a los chicos constantemente o tratar de imponer sus ideas son acciones de los padres que evitan que los niños comuniquen sus ideas libremente.

E n la sociedad predomina la idea de que, en las relaciones entre padres e hijos, los padres siempre tienen la razón, son los que dan las órdenes y los hijos deben obedecer; pero eso impide que haya fluidez en la comunicación y se va deteriorando la relación. Se debe fomentar una buena comunicación entre padres e hijos desde temprana edad, para conseguir esto es importante tomar en cuenta algunos aspectos.

Primero que todo, los padres deben ser conscientes de que cada niño es único, que piensa, siente y tiene una perspectiva diferente del mundo; por esa razón deben respetar la opinión de ellos sin tratar de imponer las suyas como si fuesen la verdad absoluta, pero enseñándoles a interpretar y resolver ellos mismos las situaciones que puedan enfrentar en sus actividades diarias. Es posible que en muchas ocasiones los padres no estén de acuerdo con la forma de pensar o actuar de los niños; sin embargo, es en ese momento cuando será importante que demuestren interés a lo que ellos dicen y respeten las decisiones que tomen. No se trata de hacer las cosas cómo y cuándo ellos digan, sino de que los padres les enseñen a analizar la situación y tomar decisiones propias.