Ángeles Lasso - Astrología del sol y de la luna

El largo y angosto camino serpenteaba por entre los faldeos de la montaña. Dos amantes tomados fuertemente de las manos se dirigían a consultar al maestro astrólogo de la aldea.

Con la información que él les diera, según la sabiduría de las estrellas, podrían saber si tenían un destino común, fertilidad para formar una familia y abundancia en sus vidas. Incluso, si este amor sería para siempre.

El sabio astrólogo revisaría sus notas con gran atención, haría sus cálculos para sacar, de esa forma, conclusiones, sopesaría las características de uno y otro, comprobaría la relación de los elementos de cada cual y les advertiría sobre los problemas que se manifestaban en sus cartas astrales. Remarcaría igualmente los puntos de unión, así como los de conflicto, les indicaría cuándo serían mejor recibidos los hijos que trajeran al mundo y cuál sería el momento oportuno en caso de que por fin determinara que la boda de ambos era adecuada. Finalmente aprobaría la ceremonia que sería bendecida por los astros. Pero en caso contrario, es decir, que la unión no fuera propicia, les aconsejaría no realizar esta alianza.

En la antigüedad estas visitas ocurrían de manera habitual. Hoy en día una pareja de enamorados tal vez no sabría cómo llegar hasta las montañas de los sabios. Esa hermosa costumbre, que podría evitar muchos problemas entre las parejas, se perdió en el tiempo.

Por eso quisiera invitarlos a introducirse en este libro con la misma ilusión con que esos amantes ancestrales visitaban al astrólogo. Creo sinceramente que encontrarán en estas páginas las respuestas necesarias para comprender que, a pesar de que construir relaciones no es fácil, cuando nos hacemos cargo de la esencia de las inclinaciones, así como de las pasiones de cada uno de los signos, tanto solares como lunares, podemos comprender los matices y la alquimia que se producen al combinar estas dos sabidurías. A través de esta información, lograremos introducirnos íntimamente en los secretos de las luces y sombras de cada uno de estos ciento cuarenta y cuatro tipos humanos.

Espero que estas líneas sean como aquel sendero de montaña que llevaba a los amantes a visitar a los magos astrólogos para que los guiaran en la gran aventura de compartir sus vidas.

Esta propuesta tiene como finalidad que logremos construir mejores relaciones con nosotros mismos tanto como con aquellos que nos rodean.

Uniendo Occidente con Oriente, tomaremos de ambos lo necesario en la búsqueda de alcanzar la armonía, la paz y el amor en nuestras vidas.

LA BODA ENTRE EL SOL Y LA LUNA

Cuando realizamos la unión entre la astrología occidental y la oriental, estamos presenciando una boda cósmica.

En la China ancestral, la astrología fue considerada de una manera diferente a la que se acostumbra en el mundo occidental. Para Oriente, un ciclo completo tiene sesenta años, divididos en cinco períodos de doce años cada uno, liderado cada cual por uno de los cinco elementos; mientras que en Occidente se considera un ciclo de cien años, dividido en diez décadas, con la presencia de tan solo cuatro elementos.

El año occidental dura doce meses de treinta o treinta y un días alternados, mientras que para Oriente, un año lunar está constituido por trece meses de veintiocho días cada uno.

La astrología oriental se mide según la duración del año lunar, por lo que todos quienes nacen durante ese tiempo pertenecen a un mismo signo. La occidental, en tanto, lo hace guiada por el Sol, lo cual significa que cada signo se extiende por un mes, el año solar tiene doce meses, por lo tanto, en ese período transcurren los doce signos.

Al nacer en un determinado mes de un determinado año, las personas reciben la influencia de ambas astrologías. Este cruce nos ofrece una mayor cantidad de elementos para comprender mejor cómo se conforma la personalidad de cada individuo.

La confluencia que se produce entre ambas astrologías da origen a ciento cuarenta y cuatro combinaciones que, al estudiarlas individualmente, nos permiten obtener una información muy precisa de cada uno de los signos, posibilitando una mayor comprensión de los múltiples detalles con que se presentan los caracteres humanos.

LOS ELEMENTOS

Para Occidente, los elementos rectores son cuatro:

F UEGO , T IERRA , A IRE y A GUA .

Todos los signos están regidos por alguno de ellos.

F UEGO : Aries, Leo, Sagitario

(movimiento, acción, energía)

T IERRA : Tauro, Virgo, Capricornio

(práctico, sólido, concreto)

A IRE : Géminis, Libra, Acuario

(intelecto, aspiración, receptiva)

A GUA : Cáncer, Escorpión, Piscis

(emoción, percepción, compasión)

Para el conocimiento oriental, en cambio, los elementos rectores son cinco, además de estar divididos en las dos polaridades universales: el Ying y el Yang.

Metal (positivo) Yang – Mono, Perro

Metal (negativo) Yin – Gallo, Jabalí

Agua (positiva) Yang – Ratón

Agua (negativa) Yin – Búfalo

Madera (positiva) Yang – Tigre, Dragón

Madera (negativa) Yin – Liebre

Fuego (positivo) Yang – Caballo

Fuego (negativo) Yin – Serpiente, Cabra

La Tierra, en tanto, es considerada el sustento de todos los demás.

LOS PLANETAS

En la astrología occidental, los signos están regidos por planetas que les aportan sus tendencias, así como sus características.

Aries: Regido por M ARTE – «Impulso»

Tauro: Regido por V ENUS – «Aceptación»

Géminis: Regido por M ERCURIO – «Adaptabilidad»

Cáncer: Regido por L A L UNA – «Receptividad»

Leo: Regido por E L S OL – «Voluntad»

Virgo: Regido por M ERCURIO – «Análisis»

Libra: Regido por V ENUS – «Sociabilidad»

Escorpión: Regido por M ARTE Y P LUTÓN – «Pasión»

Sagitario: Regido por U UPITER – «Expansión»

Capricornio: Regido por S ATURNO – «Rigidez»

Acuario: Regido por U RANO – «Individualismo»

Piscis: Regido por N EPTUNO – «Inspiración»

En la astrología oriental, en tanto, no se toman en cuenta los cuerpos celestes, sino más bien las influencias de la naturaleza, como las estaciones, las fluctuaciones lunares o los cambios climáticos.

LOS SIGNOS SOLARES EN EL CUERPO HUMANO

LAS CUALIDADES

En la astrología occidental existen tres cualidades diferentes:

C ARDINAL : Aries, Cáncer, Libra, Capricornio

(dinámico, autoritario, enérgico)

F IJO : Tauro, Escorpión, Leo, Acuario

(concreto, resuelto, limitado, estricto)

M UTABLE : Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis

(móvil, adaptable, armonizador, polifacético)

LOS TRIÁNGULOS DE AFINIDAD

En la astrología oriental, a su vez, nos encontramos con los signos divididos en cuatro Triángulos de Afinidad.

L OS I NICIADORES : Ratón, Dragón y Mono.

L OS R EALIZADORES : Búfalo, Serpiente y Gallo.

L OS R ENOVADORES : Tigre, Caballo y Perro.

L OS S OÑADORES : Liebre, Cabra y Jabalí.

CORRESPONDENCIAS

En otro aspecto, es interesante también observar la gran relación que existe en rasgos de personalidad entre los signos solares y los lunares, los que se presentan de la siguiente manera: