Anne-Katrin Hagen
Aprendizaje
para el salto
Adiestramiento sobre barras
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
Traducción de Parangona, RealitzacióEditorialS.L.
Diseño: Ravenstein, Verden.
Fotografías del interior de Chr. Krumm, AndreasBlast.
Diseño gráfico de la cubierta: ©YES.
Fotografías de la cubierta: ©JohnKelly/GettyImages, ©IngramPublishing/GettyImages, ©NathanBilow/GettyImages, ©GeorgeDoyle/GettyImages, ©DavidMadison/GettyImages, ©Microzoa/GettyImages
Ilustraciones de Ester von Hacht.
© Editorial De Vecchi, S. A. U. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-68325-115-6
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
¿Por qué practicar con barras?
Adiestrar al caballo con barras es importante, ya sea para la doma, la monta o para su participación en eventos y exhibiciones. Los ejercicios con barras preparan al caballo y refuerzan sus músculos, en especial los del dorso. Favorecen la flexibilidad y la elasticidad, y ayudan a mejorar el ritmo del caballo. El trabajo con cavaletti también es una buena preparación para la exhibición de saltos. Al trabajar con diversos recorridos de salto bajo, se ayuda a afianzar el asiento del jinete y a desarrollar una mejor percepción del ritmo en el galope y en un circuito. Asimismo, ayuda al jinete a calcular mejor las distancias hasta un salto y entre los diferentes saltos.
El trabajo con cavaletti y barras es agradable tanto para el jinete como para el caballo. Aporta variedad al entrenamiento cotidiano, especialmente durante el invierno, cuando no siempre es posible salir de paseo.
Un jinete necesita un asiento equilibrado y debe saber utilizar las manos con independencia del movimiento del caballo.
Conocimientos hípicos necesarios
Si usted monta a caballo con tranquilidad, no se asusta por un despegue al galope repentino y no se agarra con fuerza con las piernas o se cuelga de las riendas, tendrá pocas dificultades para comenzar el adiestramiento con barras.
Salir de paseo es la mejor forma de conocer la reacción del caballo ante un imprevisto. Es necesario anticiparse, para evitar que un susto repentino o un leve tropiezo contra una raíz causen una caída. Sin embargo, solamente podrá comenzar a saltar cuando domine el asiento con soltura.
Esto significa que usted será capaz de utilizar todas las ayudas (señal que el jinete da al caballo a través de la voz, espuela, brida, etc.) de forma independiente y sin apoyo de nadie. Debe contar con un asiento equilibrado y poder utilizar las ayudas mediante las riendas sin que le afecten los movimientos del caballo.
El tipo de caballo adecuado
Si no ha saltado nunca, lo mejor es que busque un caballo experimentado, bien adiestrado, que salte voluntariamente y con confianza. Aun así, un caballo que conoce su trabajo debe ser montado con regularidad por un jinete experto con el fin de mantener el nivel de entrenamiento e impedir que se anquilose. Incluso el caballo saltador más seguro puede perder la confianza si no recibe la información apropiada de su jinete antes y después del salto. Un buen saltador puede negarse a saltar en el futuro tras malas experiencias, como haber sido montado por un principiante, por un jinete que sujeta el bocado en un salto demasiado largo, fruto de un paso descompasado, o bien si el animal se hace daño al golpear una traviesa. No se desanime al empezar a saltar pequeños obstáculos, pero recuerde que hay que disfrutar del salto a caballo con sentido de la responsabilidad. Piense que el caballo está más expuesto a sufrir daños al saltar que al trabajar en el suelo. Una vez que un caballo se ha «enfadado», resulta muy difícil volver a seducirlo para que salte.
Tanto el jinete como el caballo disponen del equipo adecuado para el salto. El jinete lleva un casco duro, un protector corporal, guantes y botas de montar; y el caballo, brida y martingala, silla de salto y protectores de caña.
El equipo necesario
Es obligatorio usar un casco rígido, que cumpla el estándar más moderno, y ajustarlo correctamente. Deje que su proveedor especialista le ayude; de modo que, en caso de caída, no se vaya hacia atrás y le dañe el cuello, o que se caiga hacia delante y le pueda romper la nariz o herírsela. Un flequillo largo o una trenza gruesa o cola de caballo metidos en el gorro no ayudan a que éste, por costoso que sea, quede bien ajustado. El cabello largo debe sujetarse a la espalda o con una red, y el flequillo debe meterse dentro del casco.
Un protector corporal puede ser útil, especialmente para los principiantes. Cuando se empiezan los saltos pequeños, lo mejor es usar botas de caña alta, botas Jodhpur o botas chap. Sea cual sea el calzado que escoja, las suelas deben ser suaves con poco tacón; evite llevar calzado ajustado con tiras de velcro o con cordones que se podrían enredar. Nada se debería enrollar en los hierros de los estribos –en caso de caída, el pie debería salir inmediatamente del estribo–.
Consejo
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Aumentar la seguridad no es un signo de miedo ni de no saber montar. Incluso los jinetes más experimentados pueden caerse.
Hay que recordar que las zapatillas deportivas resultan totalmente inadecuadas e incluso potencialmente peligrosas.
También es aconsejable llevar guantes. Muchos caballos son más fuertes en el salto que en su trabajo en llano. Puesto que las manos se llevan cerca del cuello del caballo, puede notar que los nudillos le rozan contra esta parte del animal. Con guantes podrá evitar este inconveniente; además, piense que no podrá aplicar las ayudas correctas con unas manos doloridas. En función del caballo, es posible que también necesite espuelas y una fusta de salto. Pregunte a su instructor en caso de duda.
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