Filippo Cattaneo
EL ROTTWEILER
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
ADVERTENCIA
Este libro es sólo una guía introductoria de la raza. Para criar un perro es necesario conocer a fondo su temperamento y tener nociones generales de psicología y comportamiento animal, que no están contenidas en la presente obra. Se advierte que si se orienta mal a un perro, este puede ser peligroso.
Por otra parte se recuerda que, lógicamente, sólo un profesional acreditado puede adiestrar a un perro y que cualquier intento de hacerlo por cuenta propia constituye un grave error. Es obvio que bajo ningún concepto debe permitirse que los niños jueguen con un perro si el propietario no está presente.
Agradecemos a los criaderos Tersicore, de Cristina Cellie, en Settimo Torinese (Turín), y Dei Tre Denti, de Francesco Lenti, en Cumiana (Turín), a la asociación cinófila Garu, de Grugliasco (Turín), y a los señores Giuseppe Scozzese, de Ivrea (Turín), y Nadia y Mauro Nereo, de Nole Torinese (Turín) la atención brindada para la realización del reportaje fotográfico.
Texto de la segunda parte de Florence Desachy y Claire Dupuis.
Traducción de Gustau Raluy Bruguera.
Diseño gráfico de la cubierta de Design 3.
Fotografías de Paola Visintini, FD y COGIS.
Dibujos de Alberto Marengoni.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2018
© [2018] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-64461-540-9
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
INTRODUCCIÓN
Un perro puede ser una carga, pero también un magnífico compañero de juego para los niños, fiel e inseparable, capaz de asumir la responsabilidad de proteger a la familia y de sorprendernos día a día. A medida que vayan transcurriendo los meses y los años nos daremos cuenta de que tener un perro ha sido una decisión acertada.
El perro, además de ser un gran amigo para los niños —y para toda la familia—, proporciona más de una ocasión de aprender, porque deberemos saber respetarlo si deseamos que sea algo más que un simple objeto decorativo.
Los adultos deberemos dedicarle una parte de nuestro tiempo, ya que la casa estará un poco más sucia y habrá que sacarlo a pasear, como mínimo, por la mañana y por la tarde. Sin embargo, nuestra vida se verá enriquecida por la relación con un ser más sencillo y previsible que nosotros, que nos permitirá conocer mejor el mundo que nos rodea. Nos daremos cuenta de que el barro y el agua existen, y reencontraremos el placer de pasear por el bosque o de leer el periódico sentados a la sombra de un árbol.
L OS ORÍGENES
Nos encontramos en el corazón de la Edad Media, cuando en Rottweil —una pequeña ciudad alemana situada a pocos kilómetros de Schaffusa, centro de cría y comercio de ganado—, un gran perro de aspecto molosoide cruza la ciudad en compañía de su dueño, llevando en el cuello un saquito de piel con la recaudación del día. Así aparece retratado en algunos grabados de la época el antepasado de nuestro rottweiler. Otras fuentes describen el color: negro con manchas fuego muy intensas; negro, igual que el perro guardián de la casa y del campamento de los romanos —que ocuparon la provincia de Germania con numerosas expediciones militares—; negro y fuego, igual que los perros de cabaña suizos, descendientes probablemente de los poderosos perros que los celtas habían traído consigo en sus migraciones hacia el este.
Entonces, ¿sus orígenes eran celtas o romanos? Es difícil afirmarlo con exactitud. El cinólogo alemán R. Strebel, en su libro Los perros prehistóricos y sus relaciones con los perros actuales, publicado en Berlín en el año 1901, considera que el rottweiler desciende de un antiguo perro bávaro, que hoy en día estamos en condiciones de afirmar que muy probablemente descendía a su vez de los perros de los celtas. En efecto, en unas excavaciones que se han realizado recientemente cerca de Munich, en un asentamiento del siglo V a. de C., posteriormente destruido por los romanos en el año 15 d. de C., han sido hallados, entre otras cosas, restos de perros que hacen suponer que se trataba de animales de combate, aptos para la caza mayor, y que debían haber acompañado a los celtas en sus migraciones.
Nadie puede negar que los antecesores del rottweiler fueron producto de cruces entre el perro de los celtas y el perro de defensa de los romanos, hecho que deja las otras hipótesis en el terreno de lo fantasioso.
En cambio, lo que sí sabemos con toda certeza es que el perro que llevaba la bolsa con el dinero era un poderoso molosoide que, además de custodiar la recaudación del día, guiaba y protegía el ganado desde las afueras hasta el mercado de Rottweil. También acompañaba al carnicero que compraba y sacrificaba el ganado, y por esto en Alemania se le conocía con el nombre de Metzgerhund, «perro del carnicero», término en absoluto peyorativo, en contraste con el black devil de origen anglosajón.
El perro del carnicero conoció sus mejores días hasta los primeros años de nuestro siglo, años en que se impuso el transporte del ganado por ferrocarril y se prohibió el desplazamiento por carretera. Hubiera desaparecido de no ser por la intervención de algunos cinófilos que apreciaron sus cualidades e iniciaron la cría selectiva. Al ser un perro tranquilo, robusto y muy fiel, no tardó en ser empleado por la policía y los ejércitos alemán y austriaco. Pero, dado que la fama de los perros suele ir ligada a la reputación de los hombres, las acciones poco ejemplares de estos ejércitos en la segunda guerra mundial dieron mala prensa a estos perros, que cayeron en manos de criadores sin escrúpulos y de personas inmaduras que buscaban el desahogo de su frustración en la agresividad del perro.
La cría del rottweiler ha seguido dos líneas paralelas: por un lado una cría seria que buscaba desarrollar la fidelidad para favorecer la aptitud para la defensa personal, mientras que por otro lado ha habido una selección basada principalmente en la agresividad y el ímpetu físico. Afortunadamente, la segunda tendencia está cada vez más al margen de la cinofilia oficial, pero no debemos pasar por alto esta consideración cuando decidamos adquirir un cachorro de rottweiler.
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