Aprende a dibujar personajes manga
Proyecto y realización de Parramón Paidotribo
Dirección editorial: María Fernanda Canal
Editor: Tomàs Ubach y Mari Carmen Ramos
Ayudante de edición y archivo iconográfico: Núria Barba
Textos: Sergi Càmara
Realización de los ejercicios: Estudi Shinobi, Lydia Tudela
Corrección y revisión final: Roser Pérez
Diseño de la colección: Toni Inglès
Fotografía: Nos & Soto
Maquetación: Estudi Toni Inglès
Primera edición
© 2019 ParramónPaidotribo
Derechos exclusivos de edición para todo el mundo
www.parramon.com
ISBN: 978-84-342-1458-3
ISBN EPUB: 978-84-342-4386-6
THEMA: AGZ, AFF, AKLC1
Sumario
Los estilos del manga
E s indiscutible que el manga se ha ganado un lugar importante en Occidente, y que las numerosas colecciones de historieta japonesa, así como su producción a nivel audiovisual en formato anime, ya forman parte importante de las formas de entretenimiento y, por qué no decirlo, del panorama cultural de gran parte del público occidental.
En un principio, no fueron fáciles sus inicios fuera de su Japón natal debido a que los contenidos de algunas de sus historias escandalizaron a algunos sectores que sólo veían en el manga “historias cargadas de erotismo y violencia”. Lo cierto es que el tiempo y la progresiva penetración del manga en el mercado han demostrado que existe manga para todos los gustos, para absolutamente todos los públicos. Y lo más importante, y que demuestra su influencia creciente, es el hecho de que muchos autores occidentales han adaptado a su estilo personal algunas de las características distintivas del manga, no solo en el sentido puramente estético, sino también en su aspecto narrativo.
Por eso, en esta obra os mostramos, de un modo sencillo y en forma de prácticos ejercicios, las características gráficas fundamentales de los personajes de los cuatro géneros que componen el eje central del estilo manga: el kodomo, el shonen, el shojo y el seinen. La raíz sin duda, de la cantidad innumerable de subgéneros destinados, respectivamente al público más infantil, al juvenil con historias especializadas para chicos y para chicas y al público adulto. A lo largo de los ejercicios que componen este libro, iremos descubriendo las diferencias entre cada género, las técnicas de trabajo de los mangakas profesionales y un método sencillo para llegar a dominar -con el tiempo y grandes dosis de práctica- aquel estilo con el que nos sintamos más cómodos y más nos apetezca expresarnos.
Así pues... afilad vuestros lápices y que el trayecto por esta apasionante singladura os sirva como enriquecimiento personal y, principalmente, como diversión y entretenimiento. ¡Suerte!
Antes de empezar
Los materiales que necesitas en un principio son pocos. Basta con algunos lápices, una goma y un papel corriente para plantear los primeros esbozos y la construcción global del personaje. Luego, para entintar, necesitarás una plumilla, tinta china y un trapo. Finalmente, para el coloreado precisarás un surtido de lápices de colores y, a ser posible, un ordenador que cuente con algún programa de creación de gráficos.
La búsqueda de documentación antes de dibujar una historia manga es muy útil para conocer el tema. La mayoría de situaciones en las que se centren tus historias transcurrirán en entornos cotidianos, de modo que no será preciso buscar documentación compleja y podrás dejar volar libremente tu imaginación. Aun así, conviene ver algunos detalles y construir bien una situación.
La técnica de la aguada requiere dos pasos fundamentales: la preparación del papel y la de la tinta. Respecto al papel, lo estiras para que soporte los lavados con agua sin deformarse. El modo más fácil consiste en rociar ambos lados de la hoja y dejar que absorba el agua durante un minuto. Luego, lo fijas a la madera con cinta adhesiva de papel, y lo dejas secar hasta que el papel encoge y muestra una superficie firme.
En cuanto a la tinta, el famoso tratado sobre la pintura de Cennino Cennini, de 1437, ofrece la proporción en que debe emplearse: “Dos gotas de tinta en una cáscara de nuez llena de agua”. Esta es la fórmula que se toma como punto de partida.
Por último, un correcto reparto de la luz y la sombra en el dibujo, así como la reflexión y la planificación previas es todo lo necesario para hacer un buen trabajo de aguada.
El dibujo del natural es recomendable para todos los dibujantes en cualquier estilo que trabajen, pero en especial, para los que profundicen en estilos de dibujo realista. En algunos centros artísticos es posible tomar apuntes del natural de modelos profesionales, pero también existe la posibilidad de que amigos vuestros se presten a ello. Lo importante es adquirir una buena base de dibujo y trabajar, con la ayuda del modelo, las poses necesarias para los personajes de vuestras viñetas.
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