Gene Simmons - Yo, S.A.

CONTENIDO

© 2018, HarperCollins México, S.A. de C.V.

Publicado por HarperCollins México

Tampico No. 42, 6º piso.

06700, Ciudad de México.

Yo, S.A. Construye un ejército de uno, libera a tu propio dios del rock. Triunfa en la vida y los negocios.

Título original: ME, INC. BUILD AN ARMY OF ONE, UNLEASH YOUR INNER ROCK GOD, WIN IN LIFE AND BUSINESS

Copyright © 2014, by Gene Simmons.

Copyright © 2014, HarperCollins Publishers, 10 East 53rd Street, New York, NY 10022.

© Por el prólogo: John Varvatos

Traducción: Pilar Obón.

Diseño de forros e interiores: Víctor Montalvo.

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Epub Edition November 2018 9786078589234

ISBN: 978-607-8589-18-0

Primera edición: noviembre de 2018.

Impreso en México

POR JOHN VARVATOS

C recí en un suburbio de Detroit. Mis padres y sus cinco hijos en un bungalow de 92 metros cuadrados, tres habitaciones y un baño pequeño. En este humilde escenario, aprendí la importancia de la familia. También aprendí acerca de la importancia de la independencia, y el duro trabajo necesario para obtenerla.

Repartir periódicos, limpiar piscinas, podar los céspedes, servir gasolina lo que fuera necesario para ganar algo de dinero para esculpir mi propia identidad en estos estrechos alrededores. Hasta donde recuerdo, fue la música la que me proveyó del espacio emocional que necesitaba y la ropa la que me dio una ventaja. Mis ganancias se iban a las tiendas de discos y a las tiendas de ropa de mi localidad.

Cuando cumplí 15 años, conseguí un empleo en una tienda para hombres, vendiendo ropa y aprovechando el descuento para los empleados. Mientras que los demás vendían una sola camisa, yo armaba atuendos y guardarropas enteros para mis clientes, y ganaba enormes comisiones. A los dieciocho fui a la universidad y estudié el propedéutico de Medicina. Pedí préstamos de estudiante y continué avanzando en mis estudios vendiendo ropa para hombre. El plan de estudios del propedéutico se convirtió en un título de maestro de ciencias. Ganaba bastante más vendiendo ropa de lo que podía ganar como maestro, así que decidí quedarme en la moda.

A los 25 me asocié para abrir una tienda de ropa para hombre, y durante los siguientes tres años me obsesioné por aprender todo lo que pude acerca de cómo dirigir un negocio, ser un comprador y un vendedor, y crear una marca. Mientras hacía esto, llamé la atención del presidente de Ralph Lauren, quien me ofreció empleo a la cabeza de su división de ventas en el Medio Oeste. Un año y medio después, me pidieron que me mudara a Nueva York para dirigir las ventas de toda la división de ropa masculina. Fue en este entorno creativo que, a los 29 años, se me prendió el foco y descubrí mi verdadera vocación. Quería diseñar la ropa que había estado vendiendo todos esos años.

Me tomó riesgos y varios recortes de salario seguir este llamado. Cinco años después, era el jefe de diseño de todas las marcas para hombre de Calvin Klein. Pocos años más tarde, regresé a Ralph Lauren para dirigir el departamento de diseño para hombres –uno de los más grandes empleos en el diseño global de ropa masculina.

En 1999, cuando andaba por los cuarenta, dejé esta maravillosa marca para comenzar mi propia compañía, John Varvatos. Con un equipo fantástico, hemos creado una de las principales marcas de diseñador en el mundo. El camino estuvo, y sigue estando, lleno de golpes y moretones, pero las recompensas valen la pelea. He podido seguir y ejecutar muchas de mis pasiones: trabajar con los mejores artistas de rock del planeta, tener mi propio programa en la radio satelital Sirius XM, diseñar un auto para Chrysler y publicar mi primer libro sobre la moda y el rock-and-roll. Nadie dijo nunca que iba a ser fácil. Trabajo duro, pasión, visión y seguir elevando el estándar son parte de permanecer en la cima. Mantenerme fiel a mi visión y a mi marca, es la regla de oro.

Aunque el camino de Gene Simmons ha sido muy diferente al mío, compartimos varias similitudes y veo en él a un alma gemela. Ambos hemos construido marcas que tienen identidades únicas y un claro ADN. Ninguno de los dos ha olvidado nunca de dónde viene. E igual de importante: nuestra pasión y compromiso son más fuertes que nunca. Estos valores están en el núcleo de Yo, S.A., y esa sabiduría duramente aprendida y aquí expresada es un mapa de caminos hacia el éxito del que cualquiera puede beneficiarse.

John Varvatos se ha convertido en un nombre popular. Sus diseños están en todas partes. Mi hijo, Nick Simmons, se lo encontró en un evento, y me transmitió el mensaje de que Varvatos daría la bienvenida a la oportunidad de trabajar con KISS. Poco después, KISS voló a Nueva York para una sesión fotográfica y para tocar en un show al que sólo se podía asistir con invitación. ignoraba, antes de conocer a John, que él tenía un gusto excelente –no solo en la ropa, sino en los vestuarios. La foto de arriba es John Varvatos el 1 de enero de 2000.

L a primera pregunta que puedes hacer es: “¿Este tipo quién se cree que es? ¿Y por qué una estrella de rock escribe un libro de negocios?”

Buena pregunta. Sigue leyendo.

Antes de comenzar, déjame señalar que este libro está diseñado en dos secciones separadas.

Una sección “YO”. Como en YO, S.A.

Y una sección “TÚ”. Como en TÚ, S.A.

Hay un poco de “YO” en “TÚ”, por supuesto, y un poco de “TÚ” en “YO”. Tal y como es en la vida. No somos tan distintos.

Al final de cada capítulo en la sección “TÚ” también notarás eso a lo que me gusta referirme como “El arte de más”, que toma las experiencias y consejos que comparto en este libro y los reduce a trece principios para el éxito. ¿Por qué trece principios? En primer lugar, no creo tanto en la suerte como en el trabajo duro –pero también soy un fanático del clásico de Sun Tzu, El arte de la guerra, que está dividido en trece capítulos. Así que puedes considerar esos principios y este libro un Arte de la guerra para ganar batallas en la vida cotidiana.

Eres libre de saltarte mi sección (YO), y comenzar a leer tu sección (TÚ). O puedes leer el libro desde el principio –de pasta a pasta. Ambas formas están bien. Sin embargo, van unas palabras de advertencia: por favor, no uses mis experiencias como una plantilla o un atajo para evitar el trabajo duro y la autoeducación que necesitarás para ser un emprendedor exitoso. Mis experiencias y mi travesía han sido solamente míos. Tuve que educarme a mí mismo. Y tuve que resolver el laberinto que estaba frente a mí, para elevarme a la cima.

Tendrás que hacer lo mismo por ti para elevarte a la cima.