Published in 2018 by The Rosen Publishing Group, Inc.
Copyright © 2018 by The Rosen Publishing Group, Inc.
All rights reserved. No part of this book may be reproduced in any form without permission in writing from the publisher, except by a reviewer.
Names: Gerber, Larry.
Title: ¡Citado!: Identificar la información creíble en línea / Larry Gerber, translated by Alberto Jiménez.
Description: New York : Rosen Central, 2018. | Series: Cultura digital y de la información | Includes glossary and index. | Audience: Grades 5–8.
Identifiers: ISBN 9781499439656 (library bound) | ISBN 9781499439779 (pbk.) | ISBN 9781499439830 (6 pack)
Subjects: LCSH: Internet research—Juvenile literature. | Internet searching — Juvenile literature. | Computer network resources-Evaluation--Juvenile literature. | Electronic information resource literacy—Juvenile literature.
INTRODUCCIÓN
Con tanta información al alcance de la mano, cuesta imaginar una época en que la investigación se realizaba sin ayuda de Internet. Hace más de veinte años, ciertos hechos y datos que ahora se consiguen en segundos tardaban horas, días, en extraerse de libros y registros. Todo investigador que se preciara debía ir a una o más bibliotecas para buscar libros, semanarios, periódicos y revistas académicas.
La ayuda de los bibliotecarios era incluso más importante que ahora para encontrar las fuentes debidas. Pero hacer la investigación propiamente dicha llevaba horas de hojear páginas y tomar notas, a mano, porque los procesadores de texto que hoy utiliza la mayoría de los estudiantes no existían.
Todavía era más difícil buscar grabaciones de vídeo y audio, de sucesos históricos por ejemplo. Las copias físicas en viejos formatos como la cinta VHS, o incluso el rollo de película, debían primero localizarse y después obtenerse, o al menos seguirles la pista a fin de solicitar el permiso para verlas.
Otro proceso que hoy damos por hecho era encontrar fotos, o al menos copias en buen estado. Las fuentes fotográficas y audiovisuales se almacenaban en muchos sitios distintos, y se necesitaban equipos enteros de profesionales para catalogarlas y controlar su uso; eso si existían buenos registros para empezar. En muchos casos, hasta los documentos históricos se almacenaban de cualquier manera en archivos olvidados, y algunos desaparecían o se degradaban con el paso del tiempo.
Conseguir información —ya sea impresa o en línea, en la biblioteca o en otro lugares parte del arduo, y divertido, trabajo del investigador.
¡Cuánta diferencia suponen unas décadas! Internet abrió todo un mundo de posibilidades de investigación para los aficionados y, lo que es más importante, para investigadores serios de todas las edades. Lo mejor es que la información es más completa y resulta más fácil de obtener que nunca. Hay registros digitales de muchas fuentes importantes, como imágenes, documentos y películas, en numerosas redes, y se accede a ellos en millones de sitios de Internet.
Pero información no es igual a hecho, no es igual a “verdad”. Todo aquel que esté familiarizado con los acontecimientos actuales sabe que en línea hay muchas ideas e ideologías opuestas, y que a veces es difícil descubrir qué intenciones ocultas tienen las fuentes. Incluso las agencias de noticias respetables se equivocan a veces. Políticos, intelectuales, periodistas, famosos… todos tienen sus opiniones, planes e intereses.
Encontrar hechos, datos e información creíbles en el mar de contenidos en línea es una habilidad que todos los buenos investigadores deben dominar. ¿Cómo distinguen entre propaganda y noticias? ¿Cómo saben cuál es la información relevante para investigar los temas que les interesan? ¿Cuál es la manera correcta de citar las fuentes? Empecemos por ver cómo se identifica la información creíble en línea.
Capítulo 1
Extraer la verdad
as fuentes que utilizamos al investigar incluyen las de numerosos medios de comunicación y nos proporcionan información. Una información veraz es un hecho. Pero ¿qué queremos decir en realidad con lo de medios y fuentes?
Los medios incluyen televisión, libros, periódicos y películas; hasta una nota manuscrita o un smartphone son medios, porque ambos transmiten información. Sin embargo, Internet es un medio muy distinto, aunque a veces contenga y entregue varios medios juntos (como textos, vídeos y redifusión multimedia). En este sentido, la red puede considerarse como una especie de “supermedio”.
Las fuentes son los puntos de partida de la información. Pueden ser cosas, pero lo normal es que sean personas o grupos de personas. Cuando un amigo llama para decir que la fiesta empieza a las 8:00 pm, el medio es el teléfono, la fuente es el amigo.
Si queremos saber la población estadounidense actual, el medio es Internet; la fuente, la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Aunque muchos medios impresos, como los periódicos, parecen creíbles, los investigadores deben comprobar todas las fuentes.
La principal cualidad de una fuente es la credibilidad. Cuando decimos que una fuente es creíble, significa que podemos creer en su información. Para juzgar la credibilidad, hemos de tener clara la diferencia entre fuentes y medios. Si alguien pregunta: “¿De dónde procede esa información?”, está preguntando por la fuente. Decir “salió en la tele” no es una respuesta. La televisión es un medio, no una fuente.
La distinción es importante porque Internet nos sirve para buscar a través de muchos medios y encontrar fuentes. Hay que tener presente la diferencia entre páginas web y otros materiales de la red. Las páginas web están diseñadas y redactadas específicamente para usuarios de Internet, aunque también nos sirvamos de la red para acceder a páginas de revistas, periódicos y libros, o a vídeos y archivos de audio.
Las fuentes creíbles de cualquier medio suelen indicar el origen de su información para que podamos consultarlo en pro de la exactitud.
¿Qué es creíble?
Veamos un ejemplo de la diferencia entre contenido académico y otros tipos de material estándar que encontramos en la red. Si buscamos en Google “causas de las guerras”, el primer resultado será probablemente una página de Wikipedia. Al revisarla vemos que no se enumeran autores y que, aunque se citan algunas fuentes, en ciertas secciones no se indica la procedencia de la información.
Si repetimos la búsqueda con Google Académico, hallamos una lista de libros y ensayos de información comprobada, editados y casi todos revisados por expertos. Los nombres de los autores suelen figurar justo al principio. Las entradas citan las fuentes de los hechos que exponen. La entrada de Wikipedia es una página web estándar; la mayoría de los resultados de Google Académico son páginas publicadas en otro sitio además de en la red. ¿Cuál parece más creíble?