Josué Rodríguez - Cómo Hablar en Público

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A veces hablamos mucho y decimos poco.
Para expresar más, conviene pensar más.
Honoré de Balzac

¿Por qué es vital hoy en día dominar el arte de hablar en público?

La comunicación se ha convertido más que nunca en un elemento fundamental de la época en que vivimos. Es vital para mantenerse al día con el rápido ritmo de cambios que está protagonizando la humanidad. Hablar en público es definitivamente una necesidad para cumplir con los objetivos que la sociedad nos impone.

La diversidad de opiniones en el mundo actual, a menudo controvertidas, ha aumentado la necesidad de hablar y expresarse en público. Las personas necesitan expresar sus puntos de vista para acoplarse a la sociedad del siglo XXI.

Su influencia es muy amplia y afecta casi todos los aspectos de la vida, tales como la forma de pensar o actuar. Se habla en público en procedimientos judiciales, en el congreso o incluso en cualquier aula educativa.

Pero hablar en público a veces puede convertirse en un verdadero desafío, no sólo para la gente normal, también para las personas de alto rango, académicos, médicos, políticos, artistas y empresarios.

Es posible que se planteen muchas dudas y temores al momento de hacer frente a una audiencia, un sentimiento a menudo acompañado por manos sudorosas, tartamudeo, momentos en blanco y lenguas que se traban. Todo esto afecta de manera importante la recepción del mensaje del orador por parte de su audiencia.

Si está leyendo esto probablemente usted ya se encuentre algo mentalizado y en conocimiento de lo que significa realizar un discurso y necesita consejos valiosos para poder afrontarlo.

O tal vez, advierte con claridad el vínculo existente entre el éxito y un habla efectiva, y está buscando la manera inteligente sacarle partido a esta poderosa arma.

Por eso he escrito este libro, para ayudarle a lograr sus metas.

Explicaremos los términos técnicos y vocabulario eficaz para hablar en público y de una manera humana, ayudarle a crecer a usted como orador.

Hay decenas de libros dedicados al tema de hablar en público. Sin embargo, pocos realmente brindan una ayuda práctica.

Existen muchas personas en todos los ámbitos y estamentos de la sociedad con la necesidad de hablar en público y desenvolverse con naturalidad en dicho proceso, pero no cuentan con el tiempo suficiente para prepararse. Nosotros le ayudaremos a preparar su discurso como un profesional, mejorar en cada exposición y vencer el temor a enfrentar a su audiencia.

Nuestro objetivo es ayudar a las personas como usted a preparar un discurso de calidad que mantenga atrapada a la audiencia con el máximo interés, un discurso interesante, claro y convincente. También responderemos las preguntas y temores de los oradores ocasionales, aquellos que deben hablar en la boda de un amigo, en un evento de la empresa o en una simple reunión familiar.

Aristóteles dijo que un orador necesita tres cualidades: sensatez, buen carácter y buena voluntad hacia sus oyentes. Ser un buen orador también incluye desarrollarse como persona.

Tanto si el discurso es corto o largo, las reglas son las mismas y se fundamentan en la preparación, preparación y preparación. El hábito de la preparación del discurso hace a los buenos oradores. Periodistas y críticos hablarán de «inspiración» cuando un discurso ha sido exitoso y sin embargo el éxito se ha basado casi siempre en la preparación.

Si puedes hablar lo suficientemente brillante sobre
un tema, darás la impresión de que lo dominas.
Stanley Kubrick

Algunas personas nacen oradores. La mayoría no lo son por naturaleza. Por lo tanto, usted no está solo cuando piensa que no le gusta hacer discursos y enfrentarse a una gran audiencia. El pánico escénico es prácticamente inevitable. Los actores siempre cuentan con un cierto nivel de estrés antes de cada actuación.

Tal vez usted piensa o ha pensado en algún momento que su carrera no implica hablar en público. Y tal vez ya se habrá dado cuenta o está a punto de hacerlo que eso es un error, no importa cuál sea su ocupación, siempre existe la ocasión en la cual hablar en público entra en escena y se torna una necesidad.

En esta sección vamos a centrarnos en la importancia de hablar en público en nuestra vida cotidiana y en algunos detalles del proceso de comunicación.

Existen cuatro tipos básicos de oradores públicos:

1. El que huye

Hace todo lo posible para evitar enfrentarse a la audiencia. En algunos casos, los evasores buscan empleos y carreras que no impliquen la realización de presentaciones públicas.

1. El que se resiste

No excluye la posibilidad, pero pone excusas cuando aparece la oportunidad o necesidad de dirigirse al público. El temor que aparece puede ser muy fuerte. En esta categoría se encuentran aquellos a los que no les agrada hablar en público, pero lo asumen cuando tienen otra opción. Cuando hablan, lo hacen con gran reticencia.

1. El que acepta

Es capaz de hacer presentaciones y de dirigirse al público, pero no es muy entusiastas. No las busca. Esta categoría de oradores de vez en cuando hace presentaciones y se sienten relativamente bien una vez están en la tarea. En general en sus presentaciones pueden ser muy persuasivos y obtener un resultado satisfactorio.

1. El que busca

Siempre buscan la oportunidad de hablar. Comprenden que la ansiedad del discurso puede resultar un estimulante durante la presentación. Estas personas suelen trabajar en su capacitación como oradores ya que disfrutan de enfrentarse a un público.

¿Qué ventajas puede representar el ser un buen orador en su vida?

Dominar el arte de hablar en público puede abrir todo un mundo de oportunidades para usted. Le puede ayudar a conquistar nuevas fronteras. Puede ampliar sus horizontes a través del desarrollo personal, la influencia, y los avances en su profesión.

Hablar en público mejora su desarrollo personal

En la «pirámide de las necesidades» de Abraham Maslow, la autorrealización personal ocupa el lugar más elevado. Realizar discursos exitosos ayudar al orador a aumentar la autoestima a través de la satisfacción personal que se experimenta en la oratoria. El orador se fortalece en cada discurso y se torna más seguro de sí mismo cuando el público responde positivamente.