Lorenza Armano - Los test psicológicos. Para conocerse mejor a sí mismo y conocer a los demás

Para tener éxito en la vida, cada ser humano debe comunicarse necesariamente con sus semejantes. Sin los demás, no somos nada. Quienquiera que sepa discernir la naturaleza de sus personas próximas, por enigmática que esta sea, tiene obviamente ventaja sobre aquel que, por el contrario, no lo consiga. Este último es comparable con un navegante sin brújula que navega cerca de un banco de coral.

Para satisfacer esta necesidad de conocer a los demás es necesario tener intuición, demostrar psicología y abandonarse a una verdadera búsqueda científica que se apoye, especialmente, en la observación del cuerpo, de la morfología, de la estructura psíquica y de la escritura.

Las páginas siguientes contienen diferentes test, así como indicaciones y consejos que le ayudarán en sus investigaciones.

Usted podrá, desde ese momento, realizarse autoevaluaciones, entrenarse, aprender a utilizar los diferentes útiles propuestos, familiarizarse con los ejercicios para conocerse a sí mismo pero también a los demás y, por qué no, pasar un momento en agradable compañía.

En un mundo como en el que vivimos, cada vez es más difícil conocerse y comprender el carácter de otras personas. Esta es la conclusión a la cual han llegado minuciosos estudios realizados por expertos cualificados. Los test pueden aportar muchas respuestas.

Usted encontrará en este libro situaciones estandarizadas, que permiten recoger ciertas informaciones fundamentadas sobre elementos psíquicos comunes a todas las poblaciones y que tienen que ver con la dimensión lógica, perceptiva y social de la personalidad.

La mayor parte de los test van acompañados de modalidades de cálculo de resultados y de una descripción, así como de un comentario de los resultados obtenidos.

Le recomendamos que responda con espontaneidad y serenidad (volveremos sobre estos dos conceptos en un próximo capítulo. Hacer trampa en los test significa mentirse a sí mismo: semejante actitud, aparte de ser completamente inútil, se contradice con la garantía de fiabilidad de los resultados. Le recomendamos, sin embargo, que no dé a estos resultados mayor importancia de la que merecen: se trata de simples útiles analógicos, que pueden ser usados para un mejor conocimiento de sí mismo y de los demás, y no de verdades de fe.

Muchos se creen persuadidos de juzgarse bien, pero un buen juez, si creemos en las investigaciones del gran psicólogo americano Allport, debe contar con ciertas facultades que muy poca gente posee. Maduro y con experiencia en los problemas a los que debe enfrentarse, debe ser inteligente y comprender las relaciones entre las cosas.

Para conocer a los demás, la psicología moderna nos ofrece la elección entre dos vías: una exterior y otra interior.

La primera reposa sobre la fisonomía y sobre una serie de informaciones surgidas de la estructura física y de determinadas reacciones ante ciertos acontecimientos.

La segunda retoma los métodos de la psicología profesional: los cuestionarios, los test y el análisis grafológico.

Comprender la personalidad de sus semejantes es una necesidad urgente, cotidiana, que conviene satisfacer para evitar las fricciones, tensiones y decepciones. ¿Y quién sabe si este conocimiento de su prójimo no constituye el medio de alcanzar el viejo ideal de conocerse a sí mismo?

Hacer trampas al responder a un test no sirve estrictamente para nada. Sin embargo, en algunas ocasiones lo hacemos por autodefensa, por miedo o por ansiedad.

El ejercicio que aquí le proponemos tiene como objetivo evaluar sus tendencias y sus reacciones en lo tocante a los test psicológicos. Se trata de una prueba clave para determinar el grado de fiabilidad de sus respuestas en los siguientes test.

El juego consiste en poner una cruz en la casilla SÍ o NO.

Responda a las once preguntas siguientes: