• Quejarse

Bertolt Brecht - Cinco dificultades para quien escribe la verdad

Aquí puedes leer online Bertolt Brecht - Cinco dificultades para quien escribe la verdad texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Bertolt Brecht Cinco dificultades para quien escribe la verdad
  • Libro:
    Cinco dificultades para quien escribe la verdad
  • Autor:
  • Genre:
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Cinco dificultades para quien escribe la verdad: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Cinco dificultades para quien escribe la verdad" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Bertolt Brecht: otros libros del autor


¿Quién escribió Cinco dificultades para quien escribe la verdad? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Cinco dificultades para quien escribe la verdad — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Cinco dificultades para quien escribe la verdad " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
La primera versión de este artículo apareció en el diario parisino realizado en - photo 1

La primera versión de este artículo apareció en el diario parisino realizado en alemán por exiliados alemanes Pariser Tageblatt, el 12 de Diciembre de 1934, bajo el título «Dichter sollen die Wahrheit schreiben» (Los poetas han de contar la verdad). La versión final del ensayo de Brecht fue publicada en la revista antifascista Unsere Zeit en Abril de 1935. En 1938 el ensayo fue reeditado para su difusión clandestina por la Alemania hitleriana.

Bertolt Brecht Cinco dificultades para quien escribe la verdad ePub r10 - photo 2

Bertolt Brecht

Cinco dificultades para quien escribe la verdad

ePub r1.0

Titivillus 23.06.18

Título original: Fünf Schwierigkeiten beim Schreiben der Wahrheit

Bertolt Brecht, 1934

Editor digital: Titivillus

ePub base r1.2

INTRODUCCIÓN Quien hoy pretenda combatir la mentira y la ignorancia y escribir - photo 3

INTRODUCCIÓN

Quien hoy pretenda combatir la mentira y la ignorancia y escribir la verdad, debe superar, cuando menos, cinco dificultades. Debe tener el valor de escribir la verdad, aunque en todas partes la sofoquen; la sagacidad de reconocerla, aunque en todas partes la desfiguren; el arte de hacerla manejable como arma; el juicio de escoger aquéllos en cuyas manos resultará más eficaz; la maña de propagarla entre éstos. Tales dificultades son grandes para quienes escriben bajo el fascismo, pero existen también para los desterrados o prófugos y son válidas hasta para los que escriben en los países de la democracia burguesa.

EL VALOR DE ESCRIBIR LA VERDAD

Parece hecho obvio que quien escribe, escriba la verdad, es decir, que no la sofoque o la calle, o no diga cosas falsas; que no se pliegue ante los poderosos ni engañe a los débiles. Cierto, es bastante difícil no plegarse ante los poderosos y bastante ventajoso engañar a los débiles. Desagradar a los poseedores, significa renunciar a la propiedad. Renunciar al pago por el trabajo hecho, puede querer decir renunciar al trabajo y rechazar la fama entre los potentados, significa a menudo rechazar toda fama. Hacerlo requiere valor.

Los tiempos en que la opresión es grande son casi siempre tiempos en que se discurre mucho sobre cosas grandes y elevadas. Se necesita valor, en tales tiempos, para hablar de cosas pequeñas y mezquinas, como la alimentación y la vivienda de los trabajadores, mientras alrededor se dice que sólo el espíritu de sacrificio cuenta. Cuando se ensalza continuamente a los campesinos, es valeroso hablar de máquinas y forrajes a buen precio, capaces de facilitar aquel trabajo tan elogiado. Cuando todos los altoparlantes vociferan que es mejor el hombre sin conocimientos ni instrucción, que el instruido, se necesita valor para preguntar: ¿mejor para quién? Cuando se habla de razas perfectas e imperfectas, es valeroso preguntarse si el hambre, la ignorancia y la guerra no producen cierta deformidad.

Asimismo se necesita valor para decir la verdad sobre sí mismo, sobre nosotros mismos, los vencidos. Muchos que son perseguidos, pierden la facultad de reconocer los propios defectos. La persecución parece la más grave injusticia; los perseguidores, ya que persiguen, son los malvados; ellos, los perseguidos, son perseguidos por su bondad. Pero esta bondad fue golpeada, vencida, esposada; luego era bondad débil, defectuosa, insostenible, que no contaba, porque no es lícito admitir como propia de la bondad la debilidad, como se admite que la lluvia debe ser mojada. Decir que los buenos fueron vencidos, no por buenos, sino por débiles, requiere valor.

La verdad no puede escribirse sino en lucha contra la mentira ni puede expresarse de modo genérico, elevado, ambiguo. A tal especie, esto es, genérica, elevada, ambigua, pertenece exactamente la mentira. Hablar de alguien que dijo la verdad, implica que antes algunos, muchos, o uno solo, dijeron algo distinto, una mentira o cuestiones genéricas; él en cambio dijo la verdad, esto es, algo práctico, concreto, irrefutable, precisamente lo que se necesitaba.

Poco valor se necesita en cambio para lamentarse, en general, de la maldad del mundo, del triunfo de la brutalidad y para sacudir la amenaza que flota sobre el espíritu, cuando se vive en una parte del mundo en que eso aún se permite. Muchos se comportan entonces como si estuvieran bajo el tiro de los cañones, cuando sólo están bajo el tiro de los binóculos. Van gritando sus vagas reivindicaciones en el mundo amigo de la gente inocua; demandan, genéricamente, la justicia, pero nunca hicieron nada por tenerla y piden genéricamente la libertad, la de obtener parte de aquel botín antes largamente repartido con ellos. Encuentran verdadero sólo cuanto les suena bien. Si la verdad tiene que ver con cifras, con hechos, si es cuestión árida, cuyo hallazgo exige pena y estudio, entonces no les corresponde, nada tiene que los embriague. Sólo exteriormente se comportan como los que dicen la verdad. El mal que sufren es no saber la verdad.

LA SAGACIDAD DE RECONOCER LA VERDAD

Ya que es difícil reconocer la verdad, que por doquier sofocan, muchos creen que escribirla o no escribirla es problema de carácter; creen que basta el valor; y olvidan la segunda dificultad: encontrar la verdad. En ningún caso se podrá decir que encontrarla sea fácil.

En primer lugar, no es fácil darse cuenta de cual verdad vale la pena decir. Hoy, por ejemplo, ante los ojos del mundo entero, los Estados de gran civilización se sumergen, uno tras otro, en la extrema barbarie, y además todos saben que la guerra interna, conducida con los medios más despiadados, puede, de un día a otro, transformarse en otra exterior, reduciendo quizá nuestro Continente a montón de escombros. Ésta, sin duda, es una verdad; pero, naturalmente, existen además otras verdades. También es cierto que las sillas sirven para sentarse, y que la lluvia cae de arriba para abajo. Muchos poetas escriben verdades de esta especie, similares a pintores que cubrieran con naturalezas muertas las paredes de un barco que se hunde. Nuestra primera dificultad, para ellos no existe, a pesar de tener la conciencia en su sitio. Sin dejarse turbar por los potentados, pero no menos imperturbables para oír los gritos de quienes sufren la violencia, avanzan vendiendo sus imágenes. La absurdidad de su comportamiento les provoca «profundo» pesimismo, que venden caro y resultaría más justificado en los otros, frente a tales maestros y tales ventas. Y, es necesario decirlo, no es tan fácil reconocer que las suyas son verdades del género de aquéllas sobre las sillas y la lluvia: ya que, por lo general, suenan bien distinto, como si fuesen verdades que se refirieran a las cosas importantes; y la creación artística consiste, precisamente, en conferir importancia a una cosa.

Sólo mediante cuidadosa observación se puede reconocer que no dicen sino que la silla es silla y que nadie puede hacer nada si la lluvia cae de arriba para abajo.

Esta gente no sabe encontrar la verdad que vale la pena escribir. Otros, al contrario, se ocupan realmente de las tareas más urgentes, no temen a los potentados ni a la pobreza y no obstante todo, no encuentran la verdad. Les faltan las nociones más necesarias. Están llenos de viejas supersticiones, de prejuicios famosos, cuya feliz formulación se remonta a las más lejanas edades. Para ellos el mundo es demasiado complicado: no conocen los hechos ni ven las relaciones.

Además de la intención se requieren nociones accesibles y métodos que se pueden aprender. Aquellos que en nuestra época escriben informes complicados sobre grandes cambios, deben conocer el materialismo dialéctico, la economía y la historia. Son nociones adquiribles en los libros, mediante enseñanza práctica, aun cuando no sea inmediata la aplicación necesaria. Muchas verdades, partes de verdades o situaciones de hecho que llevan a encontrar la verdad, se pueden descubrir con más facilidad. Cuando se busca, es bueno tener método, pero se puede encontrar aun sin método y hasta sin buscar. En esta forma casual quedará, sin embargo, casi excluida la posibilidad de representar la verdad, de tal manera que los hombres, gracias a tal representación, sepan cómo deben obrar.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Cinco dificultades para quien escribe la verdad»

Mira libros similares a Cinco dificultades para quien escribe la verdad. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Cinco dificultades para quien escribe la verdad»

Discusión, reseñas del libro Cinco dificultades para quien escribe la verdad y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.